Nacho Vegas ha estrenado esta semana en El País el videoclip de ‘La ultima atrocidad’, el gran éxito de su último álbum, ‘Violética‘, que también es una de sus canciones destacadas por su letra llena de reproches y humor y por la colaboración estrella de Cristina Martínez de El Columpio Asesino.
El vídeo de ‘La última atrocidad’, dirigido por Jo Sol, es en realidad un corto de 6 minutos y medio en el que vamos pasar varios personajes interpretados por Arántzazu Ruiz, Adriá Olay, Ivy de Luna, Mimfx Punk, Patricia Carmona, Glü Wur, Elena Prous, Joan Casaoliva Calvo y Sendoa Quijada. Todos ellos reflejan en el vídeo, en palabras de su director, las “sexualidades disidentes” y los “cuerpos no normativos” presentes en nuestra sociedad y de los que pocos “quieren escuchar”.
Jo Sol habla así sobre su colaboración con Nacho Vegas: “Era muy poco previsible que a estas alturas me llegase una propuesta tan absurda a la que fuera imposible decir que no: “a Nacho Vegas le apetece colaborar contigo, hablar de sexualidades disidentes, de cuerpos no normativos. Además no le importa si en lugar de un videoclip al uso haces otra cosa.” A veces la vida es así de espléndida. Te acerca personas que hacen que el mundo resulte menos inhóspito. Se ofrecen como puentes entre universos invisibles, que con mucho esfuerzo hace años tratas de visibilizar con películas a contra corriente. Esa es el enorme poder de narrar con imágenes, de hacer cine más allá del espectáculo. Quien produce las imágenes crea la realidad. Así es como sucedió esta historia escrita, rodada y montada sin apenas respirar. Construida con la poderosa comunidad de amigas que no creen en las normas ni piden permiso para existir. Aquellas tantas veces cómplices, compartiendo un mismo rechazo. Así ha sido para nosotras “La última atrocidad” de Nacho Vegas. Una oportunidad para crear juntas otro relato contra lo obvio. Contra las pesadillas diarias que ahogan y matan. Frente a ellas, otra forma de contemplar la belleza se hace urgente. Otras forma de entender las relaciones, para superar un sistema de normas cargado de violencia. Nuestro deseo es su atroz fracaso”.