Aunque evidentemente el debate en torno a la sexualidad de Mendes va más allá de sus gustos personales para pasar a ser una cuestión sobre qué masculinidad se acepta en la sociedad como propia de un hombre heterosexual, escuchado su disco cabe preguntarse por qué este debate es incluso más interesante que la música del canadiense. Mendes nunca ha sido un compositor con una gran personalidad, pero aunque en su tercer trabajo se percibe una evolución y una madurez respecto a los anteriores, las canciones siguen siendo un pan sin sal. Si la poderosa ‘In My Blood’, que habla sobre la ansiedad, logra evocar la garra de sus admirados Kings of Leon, cabe lamentar en el álbum una abundancia de canciones ñoñas en forma de baladita con guitarra, de las que hay que destacar al menos una, la bonita ‘When Were You in the Morning?’, tan tierna como el mejor John Legend.
En el tercer álbum de Mendes hay alguna sorpresa, como ‘Nervous’, que con la co-autoría de Julia Michaels -quien canta en otra balada-, puede recordar a Sugababes, o el esquelético funk a lo Prince de ‘Particular Taste’, en el que Mendes habla de una chica que solo baila música si es la de “Kanye”. Mención especial merece la emotiva ‘Youth’ con Khalid, que celebra la alegría de la “juventud” ante las desgracias de las que nos informan diariamente los medios, y contiene un estribillo cautivador. El batiburrillo de ‘Mutual’, que tiene un punto caribeño e incluye un redoble de baterías sin venir a cuento, se acerca a lo atrevido, pero Mendes no necesita ser experimental, simplemente componer canciones más interesantes. Su lugar parece el rock épico de ‘In My Blood’, por lo que es un misterio que el disco termine yendo hacia otros lugares que poco tienen que ver con ella, en todo caso sin dejar demasiada huella.
Calificación: 5,8/10
Lo mejor: ‘In My Blood’, ‘Lost in Japan’, ‘Nervous’, ‘When Were You in the Morning?’
Te gustará si te gusta: John Legend, Alicia Keys, John Mayer
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