Esta última es la gran protagonista de, entre otras, ‘Samaritans’, el tema que hoy nos ocupa. Joe Talbot enumera una serie de clichés o vítores asociables a la masculinidad en las estrofas, que son tontadas del tamaño «échale un par de huevos», «bebe» o «no llores»; el pre-estribillo alude directamente a la «máscara de la masculinidad», mientras el estribillo repite esforzadamente: «soy un chico de verdad y lloro / me quiero a mí mismo y lo quiero intentar». Y entonces, la canción toma un cariz dramático y cómico casi al unísono.
Lo primero viene dado por la frase «por todo esto es por lo que nunca verás a tu padre llorar». Y si el primer disco de Idles versaba sobre la muerte de su madre, aquí alude a la muerte de su hija Agatha, que falleció durante el parto. Curiosamente, Talbot combate tanto ese dolor como la prisión de su masculinidad con humor y la canción explota en un momento dado para gritar, en clarísima alusión al hit más bobo de toda la carrera de Katy Perry
(o el segundo): «I kissed a boy and I liked it!!!». Así que ahí está, el mundo del punk tirándole, desde toda su virilidad bien visible y salvaje, un cable a la comunidad LGTB+ cuando menos te lo esperabas.Joe Talbot ha hablado modestamente en las entrevistas sobre cómo no quiere ejercer de portavoz generacional o de líder de opinión, pero lo cierto es que las tiene todas para convertirse en uno. Eso sí, defendiéndose de aquellos que le acusan de lanzar «un mensaje que ya nos ha contado Beyoncé», asegura que esta es una «modelo millonaria» y que es importante que se oiga también «la voz de una persona que ha sido obesa y es fea», con la que «todo el mundo se pueda identificar». Y lo cierto es que lo es. Puede ser tan importante escuchar cómo defiende ciertos valores en la revista Kerrang! como escuchar a Beyoncé hablando con la revista Vogue.