La mayoría de los concursantes de OT2018 han grabado temas en solitario o en pareja para Eurovisión y el más votado finalmente ha sido ‘Muérdeme’ de María Villar, que, como ha podido deducirse del adelanto de 1 minuto de la canción publicado por RTVE, tiene un ritmo cercano al reggaetón y un pegadizo estribillo que clama “muérdeme el corazón”. El problema es que María no parece tener muchas ganas de ir Eurovisión, como ha dejado claro en varias ocasiones en las últimas semanas.
Aunque recientemente expresaba sobre Eurovisión que “si hay que ir, se va”, María ha matizado sus palabras recientemente en una entrevista con Togayther. “No sé si tiene mucho sentido que vaya yo, creo que habría otra gente a la que le haría más ilusión que a mí”, ha asegurado. “Si te lo digo súper sincera, creo que habría gente que haría un mejor papel”. Además, bien sabida es la opinión de María (y la de Alba y Natalia) sobre el país anfitrión de Eurovisión este año, Israel.
La encrucijada es clara. ‘Muérdeme’ es sin duda una de las mejores canciones de todas las propuestas por RTVE a juzgar por el adelanto, y de hecho es la más votada por detrás de ‘Hoy vuelvo a reír otra vez’ de Noelia y ‘La clave’ de Natalia. Sin embargo, está claro que María tiene poco interés en ir a Eurovisión. Puede que el público se ponga finalmente de su parte en la gala de selección, Noelia termine yendo al festival y ‘Muérdeme’ pase a ser la nueva ‘Lo malo’… pero si no tiene sentido que María vaya a Eurovisión, menos lo tiene que por sus palabras terminemos mandando al festival una canción peor. Si es la más votada es por algo, y aunque María no es la mejor cantante que ha salido de OT, sí es una de las más carismáticas: puede hacer un buen papel si quiere, y además si un triunfito puede salir al escenario de Tel Aviv a reivindicar cosas
, es ella.Al final parece que el sistema de RTVE de vincular OT con Eurovisión no está funcionando del todo, no como lo hizo en los primeros años del concurso. De los triunfitos, solo Famous ha mostrado verdadero interés por ir a Tel Aviv y lo mismo pasó el año pasado con Agoney, quien tampoco acudió a Lisboa, por lo que la cosa no parece únicamente política. Aunque está claro que los triunfitos sabían dónde se metían cuando aceptaron concursar en OT, quizá RTVE debería plantearse qué está haciendo mal para que España no deje de acumular malas posiciones en el festival año tras año. Y lo que está haciendo mal no tiene nada que ver ni con Operación Triunfo ni con Eurovisión, sino con las canciones. Quizá cuando España mande al festival una canción buena de verdad, que deje al país en un lugar por fin digno, los futuros concursantes de Operación Triunfo se enfrentarán con más ilusión a la idea de ir a Eurovisión…