Y es que la joven McVey tiene un innegable olfato para los ganchos, un buen gusto para involucrarse en producciones con aspiraciones comerciales pero no cutres ni facilonas y una estética muy particular, de chica de barrio con altas miras y mucha confianza en sí misma, un híbrido entre Dua Lipa y Bad Gyal –cuya combinación aclararé más tarde–. Después de un 2018 en el que ha recibido un fuerte espaldarazo profesional, al ser elegida para abrir los conciertos de Harry Styles en su gira británica –lo cual la ha expuesto a audiencias masivas, probablemente nunca soñadas por ella–, este nuevo año estará marcado por el lanzamiento de su álbum debut.
Porque sí, todo lo anterior le ha llegado a Mabel sin haber publicado siquiera un disco propiamente dicho. Tras varios singles y EPs, en 2017 lanzó una mixtape titulada ‘Ivy to Roses‘ con 9 canciones, mixtape que relanzó a finales del pasado año con una nueva portada, sumándole algunos de esos exitosos singles antes citados y, además dándole la pátina de un debut al recibir una edición física en doble vinilo. Sin embargo, ella asegura que el que será en realidad su primer disco es un lanzamiento que está cuidando al máximo y que llegará en los próximos meses. La prueba es que el pasado viernes llegó su single debut.
Se trata de ‘Don’t Call Me Up’, una composición de la propia Mabel junto a Camille Purcell (Kamille) y el afamado productor Steve Mac. Los dos últimos han estado muy implicados en el reciente ‘LM5’ de Little Mix, por ejemplo, pero eso no empequeñece en absoluto la figura de McVey en un perfecto artefacto de pop que equilibra sonidos jamaicanos y perfección melódica sueca, con exquisitos arreglos de cuerda al estilo Clean Bandit. Una muy buena canción que no veo por qué no podría ser el ‘New Rules’ de estos primeros compases de 2019. Quizá esa reminiscencia viene más de su vídeo oficial, en el que Mabel realiza también pensadas coreografías en un ámbito doméstico, aunque más humilde que el del clip de Lipa: su piscina es aquí un jacuzzi, y su ambiente, el extrarradio. También es esta una canción dedicada a olvidar algunos amores, aunque la de Málaga se muestra más como una femme fatale, rechazando hasta a tres parejas simultáneas para beber e irse al club con su séquito.