Esa ácida guasa con la que Airbag juegan en el título de su nuevo álbum tiene tanta connotación nostálgica como cómica, dos aspectos que sobrevuelan el disco de manera constante, a menudo canalizándolos de manera conjunta, con guiños a antiguas (‘La fuga de Logan’) o nuevas (pero de trasfondo retro como ’Strangers Things’ –en la irresistible ‘Eleven y Mike’–) series de televisión, videojuegos retro (‘R Type loading error’, el clásico error de los primitivos PCs Spectrum), los primeros héroes del surf (‘Linda Cuy’) o lugares físicos con historia (‘El Puente de los Alemanes’). Así, consiguen que el pasado propio, las amistades perdidas (“nunca tuve amigos como a los 13 años, ¿acaso alguien sí?”, sentencian en ‘Eleven y Mike’), los amores malogrados que aún nos atormentan (‘Phantasma’) y que querríamos borrar de nuestra mente (‘Memoriax 500’, o ‘Eternal Sunshine of the Spotless Mind’ hecha canción) se amplifique y se convierta en el de cualquiera que les escuche, pre o postmilennial.
De manera análoga, también introducen inesperados y más o menos sutiles tintes contestatarios y sociales, aunque nunca en plan adoctrinador sino más como retratistas de lo que les rodea, siempre con ese toque entre el humor y la melancolía antes citado. Por ejemplo, el potentísimo primer single ‘El centro del mundo’ ironiza sobre la tiranía de las redes sociales, llenas de voces de cualquier generación “preparadas para decirte en qué has fallado” y que cohiben sobre los chistes que podemos hacer o las canciones que podemos escuchar… aunque ni las hayan escuchado. Ese tono también se aplica en la emocionante ‘La fuga de Logan’, que habla de la saudade de aquellos que nos hemos visto obligados a dejar nuestros lugares de origen en busca de una oportunidad… para acabar con una vida más triste y más precaria que la que dejamos atrás.
Pero esto no debe asustar a sus fans de siempre ni a los que huyen de la “canción protesta” (que en este caso, como decía, no pasan de retratos) como de la peste, porque los Airbag de ‘Cementerio indie’ son los de siempre, con sus canciones de amor (‘Koi No Yokan’), desamor (‘Metal’) y lo mágico en lo corriente (preciosa ‘El Puente de los Alemanes’). Y, pese a que el octanaje de punk y hardcore estén muy rebajados en favor de la melodía, musicalmente también son los de siempre… o incluso mejores. Aprovechando el músculo que suele aportar Carlos Hernández a sus producciones, el trío despliega aquí su baraja de referencias más pop, evocando a The Posies, los primeros Weezer –por un instante, ‘Koi No Koyan’ nos recuerda a ‘Island In The Sun’–, Redd Kross, The dB’s, Los Acusicas y hasta al Guille Milkyway «surfero» de los albores de La Casa Azul. Once cortes sin relleno –sólo, precisamente, los guiños a Beach Boys relajan el ímpetu– que no sorprenden tanto como engatusan e incitan a bailar y cantar, en el que es, no sé si el mejor, pero sí el álbum más maduro (para bien) que jamás hayan publicado Airbag.
Airbag pretenden presentar ‘Cementerio indie’ en Madrid a lo grande, llenando la Sala La Riviera el próximo día 10 de mayo. Por el momento, quedan entradas. Y antes estarán en Sevilla (Sala La Calle, 27 de abril) y su Málaga natal (Selva Sonora 2019, 4 de mayo).
Calificación: 7,3/10
Lo mejor: ‘Eleven y Mike’, ‘El centro del mundo’, ‘El Puente de los Alemanes’, ‘La fuga de Logan’
Te gustará si te gusta: los primeros Weezer, los primeros La Casa Azul, The Posies
Escúchalo: Spotify, Bandcamp