Tras la consolidación de grupos como Hinds, Las Odio, Melenas, Uniforms, Cariño o Hickeys, este cuarteto femenino radicado en Madrid confirma la tendencia de las bandas de chicas haciendo rock como una norma, y no como la rara avis que era antaño. Tras una demo lanzada hace ahora 2 años, en la que canciones directas e incisivas como ‘Crudo’ o ‘Explosión’ ya mostraban su querencia por un rock garajero con cierto eco de Los Saicos o Las Robertas, ahora se muestran más confiadas, con una actitud abiertamente punk en el sentido en el que lo eran Parálisis Permanente y, de manera ineludible, Las Vulpess, una referencia lejana pero que parece impregnar su estilo vocal.
Y es que ‘Dolor’ tiene esa actitud desafiante, ese espíritu urgente y, también, una actitud provocadora –quizá no de una manera tan polemista como ‘Me gusta ser una zorra’– que reivindica la necesidad de reconocer la vida como una puta mierda, en lugar de esforzarnos por hacer parecer que todo es maravilloso. «Me gusta darme lástima (…) Adelantarme a lo que no me pasa», «¡Qué manía con ser feliz! ¿Por qué no puedo estar así?» o «nos falta vida para tanto dolor» se convierten en mantras anti-Mr. Wonderful y anti-Paulo Coelho, muy necesarios en la sociedad del postureo.
La magnética y enfadada ‘Dolor’ es el primer single de su álbum debut ‘Clara oscuridad’, que publica en las próximas semanas el sello Mont Ventoux (Alondra Bentley, Nine Stories, AMA), y del que el pasado viernes mostraban otro nuevo single que además bautiza al disco con su estribillo: ‘Oscuridad’, con cierto aire tex-mex en sus guitarras, persiste en elogiar, con aún más rabia y urgencia, el trabajo sibilino de «una mala hierba», un «ave carroñera» o una «bacteria». Una actitud que, la verdad, agradecemos que sea reivindicada.
Amparito son uno de los nombres del cartel de Madrid Popfest 2019, que se celebra en la Sala Galileo Galilei de la capital los días 22 y 23 de marzo, con Rusos Blancos, The Pirouettes, The Ballet o Pablo Prisma y Las Pirámides, entre otros.