Música

Helena Goch / Motor y al aire

No cabe duda de que ‘Motor y al aire’, el tercer álbum de Helena Goch es un gran paso adelante en su carrera. Deja atrás aquel debut ‘Little Tiny Blue Men’, que apenas podía escapar de las comparaciones con Russian Red, y su continuación, un ‘La rama dorada’ que aunque abrazaba con buen tino el castellano como lengua expresiva, aún quedaba un poco huérfano de estilo definido. Y no podemos achacarlo a la producción del ya reputado Julio de la Rosa, que ya produjo aquellos álbumes. En todo caso, sería a la aportación de la valenciana en ese terreno para este trabajo.

Pero no, lo que parece más decisivo es la confianza que muestra Goch a todos los niveles en estas 12 nuevas canciones. Una vez más, la apuesta recae en sacar el máximo partido al peculiar estilo vocal de Helena, uno de esos que o lo amas o lo odias, con una pronunciación al límite de lo inteligible. Así que la jugada ganadora está, aquí sí, en un estilo más definido, un pop rock sombrío y orgánico, las más veces épico al estilo Mumford & Sons (la refulgente ‘La generosa’ es de las más claras), otras oscuro al más puro estilo de una Tulsa pre-’Centauros’ (la de Miren Iza es una de las voces que surge inevitablemente al escuchar esta) o la última Christina Rosenvinge (esta es la otra).

Una vez hallada esa tesitura tan apropiada para su singular color vocal, faltarían las canciones. Y, desde luego, en esa parcela ‘Motor y al aire’ está muy bien servido. Aunque su último tramo languidece en exceso, preso de cierta reiteración de esquemas (tras la somnolienta ‘Mejor así’, los más de 7 minutos de ’Miedo a la oscuridad’ resultan exagerados), hasta ahí todo iba muy bien. Especialmente en una cara A en la que gobierna el puro melodrama de los singles ‘Sujétate fuerte’, ‘Así así’, ‘Despídete de mí’, con el perfecto eco de ‘Lo que me dijo su voz’ y ‘La vieja loba’. El ritmo algo más agitado de ese bonito homenaje a su madre que es ‘La reina del baile

’ y el perfil austero de la preciosa ‘Trece’ ejercen de estupendos contrapuntos a ese “mood” en el que Goch parece realmente cómoda, como si su voz de terciopelo y su dicción perezosa y abierta hubieran nacido para cantar exactamente eso, y así.

Otro aspecto en el que Helena muestra una mayor madurez y que hace que ‘Motor y al aire’ sea, claramente, su mejor trabajo hasta ahora son sus letras. Unos textos que, de nuevo y con una lírica poco rebuscada pero no obvia, la muestran confiada, dejando una impronta de las lecciones que, palo a palo, le ha dado la vida y la han preparado para plantar cara al miedo y la decepción («Vas a ganar la batalla por tu independencia / que no necesitas de nada, tú ya eres perfecta», ‘Lo que me dijo su voz’). Se retrata a sí misma como una mujer fuerte que, si no lo era, ha crecido gracias a la sororidad («Si no puedo hacerlo sola, si no basta con querer / prométeme que con tu abrazo bastará para vencer», ‘Sujétate fuerte‘) y el ejemplo de las que le rodean: en la grabación destaca el papel crucial de Rakel Robayna –pianos, guitarras, mandolina, coros– y Sara Altez –batería, armónicas, bajos– como sus manos y cabezas extras para construir este trabajo tan sólido, que hace atisbar un futuro aún más brillante.

Helena Goch presenta ‘Motor y al aire’ en Barcelona el día 10 de mayo, en la sala Almodobar; y en Madrid el 14 de mayo, en los eventos por las Fiestas de San Isidro de la Plaza Mayor.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Sujétate fuerte’, ‘Así así’, ‘La generosa’, ‘Despídete de mí’, ‘Trece’
Te gustará si te gustan: Tulsa, Christina Rosenvinge, Mumford & Sons
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Raúl Guillén
Tags: helena goch