Discos

Aldous Harding / Designer

Los comentarios para el vídeo en Youtube de ‘Blend’ de Aldous Harding están desactivados, pero por suerte los de ‘The Barrel’ no. Aquel single de ‘Party‘, uno de los mejores álbumes de 2017, supuso un punto de inflexión en la carrera de la neozelandesa, pues nos introdujo, a través de su inquietante vídeo, a una artista mucho más peculiar y preparada para incomodar al espectador de lo que al menos sugerían sus canciones. En el imperdible vídeo de ‘The Barrel’, Harding aparece bailando de manera extraña tras unas cortinas, vestida como de bruja colonial y mirando a cámara con toda la intención de que te mees de miedo en los pantalones. Los comentarios de Youtube son mayormente positivos. Una persona dice que es “sublime” y otra que es “como si Feist fuera un demonio de la parálisis del sueño”. Para otra, el vídeo es “un cruce entre Vashti Bunyan y Alejandro Jodorowsky”.

Sea como fuere, el vídeo de ‘The Barrel’ no puede dejar indiferente y lo mismo sucede con la música de Harding. Aunque la neozelandesa bebe de formas bastante convencionales de la música Americana, de un pop de cámara o folk-rock amable y cabaretero que puede recordar a Cat Power, ella siempre encuentra maneras de torcer un poco su mensaje a través de letras crípticas y de su voz, cuyos varios registros le permiten interpretar personajes a cada cual más perturbador (¿la voz de ‘Pilot’ no está retocada?). Su nuevo álbum ‘Designer’, producido de nuevo por John Parish en Bristol, busca profundizar en las peculiaridades de Harding pero sin dejar de resultar accesible, y en ese sentido ‘The Barrel’ es el single perfecto, un tema realmente adictivo gracias a su estribillo con coros femeninos y masculinos, que deja frases marca de la casa como “mira todos los melocotones, quiero celebrar, que puedo aparecer dentro de la nada” o “parece que hay una fecha fija, enséñale el hurón al huevo, yo no me voy a dejar arrastrar”, que pueden significar algo o ser simplemente absurdas.

Es imposible pensar que Harding se toma demasiado en serio cantando cosas como “¿qué estoy haciendo en Dubai?” (‘Zoo Eyes’) y sus letras, francamente obtusas con alguna excepción (‘Weight of the Planets’), solo pueden tener sentido en algún mundo que no es el nuestro. Está claro que Harding busca confundir más que resultar intrigante o misteriosa, pero como de costumbre, lo mejor es que al menos sí consigue divertirnos de vez en cuando con disparates del tipo “no pierdas tus ojos jóvenes / eso podría funcionarle a tu hijo feo” (‘Designer’). Como en ‘Party’, el humor es intrínseco a las canciones de Harding aunque no lo parezca, y por suerte en ‘Designer’ ese humor se acompaña de unas canciones mucho menos intensas y en general más apacibles y ligeras que las del álbum anterior, aunque quizá no tan carismáticas como cabría esperar de una letrista y vocalista con la personalidad de Harding. Un ejemplo es el single ‘Fixture Picture’ (cuyo vídeo tampoco debéis dejar de ver) o la balada ‘Treasure’, ambos perfectamente decentes pero algo formulaicos. No es difícil imaginar por ejemplo a Feist haciendo con ambos temas algo un poco más interesante.

El contraste entre contenido convencional y filtro que no lo es tanto, en cualquier caso, funciona la mayor parte de las veces, de manera especial en canciones como ‘Designer’, donde la voz de Harding no puede estar más presente en el mejor de los sentidos, o en la misteriosa balada de una nota ‘Pilot’, en cuya letra aparece de manera extraña la palabra “erección”. En la balada con flautillas ‘Zoo Eyes’, Harding utiliza sus varios registros produciendo un efecto inquietante e infiriendo personalidad a una canción que quizá no sería tan interesante interpretada por otra persona; y ‘Weight of the Planets’ es el single claro del álbum al margen de ‘The Barrel’, destacando su letra llena de ansiedad y cierta paranoia en contraste con la amabilidad de la música.

En conjunto, ‘Designer’ sugiere que la intención de Harding esta vez ha sido restar intensidad a su propuesta (no hay que olvidar que estamos ante la autora de ‘Horizon’) y, en su lugar, sumarle accesibilidad. Cuando una balada tan solemne como ‘Damn’, de 6 minutos y 20 segundos de duración, no se hace plúmbea, está claro que el objetivo se ha cumplido con creces. Logrado un álbum sin duda digno, cabe preguntarse entonces por qué ‘Designer’ no es un poco mejor. En mi opinión, las canciones de Harding esta vez no son tan imaginativas como prometía su notable segundo álbum, y sobre todo la impenetrabilidad de las letras puede llegar a exasperar, sobre todo cuando incluso las explicaciones que da sobre ellas la propia Harding tampoco aclaran dudas. En cualquier caso, más importantes me parecen las canciones que las letras y Harding ha dado, en ‘Designer’, con otro puñado de buenos temas que nos mantendrán atentos a sus siguientes pasos.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘The Barrel’, ‘Zoo Eyes’, ‘Weight of the Planets’, ‘Pilot’
Te gustará si te gusta: Cat Power, Antony and the Johnsons, Cass McCombs, Feist
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Jordi Bardají