Pero el remix en cuestión viene a ser exactamente la misma canción que ya conocíamos (y que tanto nos gusta) salvo por un segundo verso nuevo que canta Bieber con voz autotuneada –aunque no tanto como para que resulte un recurso estético–. Un verso que el canadiense dedica a hablar de sus diamantes, joyas y tatuajes. Muy constructivo. Quizá poca chicha para lo que se podía esperar del encuentro entre la actual ídolo de adolescentes en todo el mundo y el pasado ídolo de adolescentes en todo el mundo (Billie incluida). Y es que se puede decir sin miedo que lo mejor de esta colaboración es la foto que sirve de portadón para el single: una foto de la cantante siendo aún niña vestida con un vestido de lentejuelas multicolor ante una pared-tributo a Justin Bieber, llena de fotos de él.
El remix parece no haber gustado a nadie o casi nadie (¿de verdad hay para tanto, siendo prácticamente la misma canción?), especialmente a los propios «billievers» –o como se llamen–, que están demostrando su insatisfacción con el remix con simpáticos tuits y memes. ¿Será que para ellos Bieber, a sus 25 años, es ya «pollavieja»? Recordemos que Billie Eilish actúa en Barcelona y Madrid los próximos días 2 y 3 de septiembre, respectivamente.