Prometía ‘I Don’t Care‘, el simpático primer single junto a Bieber en el que ambos cantan sobre una fiesta en la que no encajan, si bien en el tema no se terminaba de justificar la necesidad de dos cantantes masculinos. Pero entre el resto son pocas las composiciones destacadas, en ocasiones resultando tan feas como el título dado al largo, ‘No. 6 Collaborations Project’, como es el caso de la guitarra enlatada de ‘Way to Break My Heart’, la producción a lo Avicii de ‘South of the Border’ o ‘1000 Nights’, la típica nadería en que los artistas cuentan cómo es su vida de gira, ajenos al interés general. Algo que además, cuando llega este tema ya se nos había contado en ‘Take Me Back to London’, en la que se mencionan Glastonbury o el estadio de Wembley, y que suena excesivamente grave y preocupada sin motivo.
Parece que la gracia de este álbum es que Ed Sheeran muestre su versatilidad para adentrarse en el grime, en el rock, en el hip hop o en la balada, como ha dejado antes ver en singles tan diferentes entre sí como ‘Perfect’ (aquel que cantó con Beyoncé y Andrea Bocelli) o ‘Don’t’, pero lo único que ponen sobre la mesa estas composiciones es su escasísima personalidad. Podrán sonar en las playlists de hits y acumularán millones de streamings, pero la esclavitud con que siguen fórmulas preestablecidas de éxitos actuales es deprimente: la canción con las guitarras eléctricas más subidas de tono, ‘BLOW’, bastante inane por otro lado, pues suena a karaoke de Led Zeppelin o Lenny Kravitz, se ha dejado para el último lugar, no vaya a ser que alguien hiciera «skip».
Todo lo demás es bastante predecible: los guiños latinos, el sonido Stormzy de la canción de Stormzy o el sonido Eminem de la colaboración con Eminem. No cabe duda de que Edward Christopher ha hecho este álbum como mero divertimento, ¿pero era necesario rehuir del encanto de canciones como ‘Thinking Out Loud’ y ‘Castle on the Hill’? Apenas la balada de devoción absoluta hacia tu pareja que es ‘Best Part of Me’ junto a YEBBA o el aroma blues de ‘I Don’t Want Your Money’ son dignas de haber sido incluidas en «Divide«.
El artista continúa siendo fiel a sí mismo en unas letras en las que canta sobre ser uno mismo, estar en su casa, no renunciar a nada por la fama y las fiestas, etcétera. Es paradójico que, con ese discurso y valiéndose por sí solo en el escenario, se haya querido rodear de toda esta «beautiful people» con la que dice no encajar en el tema inicial, para ofrecer un álbum que suena como una mímesis de la gente que se mete en las fiestas que critica. Ganas de que llegue más bien su prometido álbum intimista a lo ‘Nebraska’.
Calificación: 4,7/10
Lo mejor: ‘I Don’t Care’, ‘Antisocial’, ‘Best Part of Me’, ‘I Don’t Want Your Money’
Te gustará si te gusta: escuchar playlists de hits, Avicii, Eminem, Lenny Kravitz
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