Música

6 canciones de Grinderman que nos hacen afilar los colmillos ante su posible regreso

En un intercambio de cartas con fans, Nick Cave ha dejado entrever que el regreso de Grinderman, su grupo paralelo de rock más salvaje junto a miembros de los Bad Seeds como Warren Ellis, Jim Sclavunos y Martin P. Casey podría estar cerca. En su respuesta a dos preguntas –su guitarrista favorito y de qué se ha sentido orgulloso–Cave habla de ‘Super Heathen Child’, incluida en el segundo álbum de este proyecto, grabado con Robert Fripp de King Crimson a la guitarra. Se siente orgulloso de esta versión alternativa hasta el punto de hacer algo que no suele hacer con su música: ponérsela a sus hijos –que, según explica, son admiradores de Fripp–. En medio de esa respuesta, desliza («Os alegrará saber», dice) que está pendiente de publicarse un tercer disco que conformaría una trilogía con ‘Grinderman’ y ‘Grinderman 2’ –¿apostamos a que se llamará ‘Grinderman 3’–.

En 2007 Cave y sus colegas sorprendieron con el primer disco de este proyecto, recuperando el toque más punk y sucio –y también más travieso, principalmente en su estética– que había aminorado en The Bad Seeds –curiosamente, nutría en buena parte el sonido de su siguiente disco ‘Dig, Lazarus, Dig!’–, presentándolo profusamente con un directo realmente salvaje. Tras publicar ‘Grinderman 2‘ en 2010, en el que el sonido incluso se suavizó más, el cuarteto anunció el final del proyecto en 2012 –no sin antes publicar un disco de remezclas– sin descartar el posible regreso que, en torno a una década después, podría producirse. Sin duda su vuelta supondría una gran noticia, que nos ha hecho rememorar algunos de sus mejores momentos como antesala.

Get It On

El tema que abría ‘Grinderman’ era ese sopapo necesario para introducir al grupo, con esa diatriba inolvidable de Cave: «Debo levantarme para caer y empezar de nuevo / Me dirijo al sótano y grito / Pateo fuera esos ratones blancos y perros negros / Pateo fuera esos ratones blancos y babuinos / Pateo fuera esos babuinos y otros cabrones / Y me pongo con ello / Me pongo con ello hasta el día que naciste». El piano violento, las guitarras que zumban como reactores sobre percusiones primitivas, a lo Mo Tucker en la Velvet Underground, y los coros desaforados conforman el sonido esencial del proyecto.

Heathen Child

No podía faltar esa canción de la que habla Cave en su carta como acicate de ese regreso, al parecer regrabada con Robert Fripp. Ya el corte original destacaba como uno de los mejores de la segunda entrega del grupo, y en su vídeo

daban más que nunca rienda suelta a ese punto delirante que posee la estética del proyecto. En su clip oficial, el cuarteto se mostraba como una suerte de legionarios romanos con superpoderes.

Honey Bee (Let’s Fly to Mars)

Uno de los temas más salvajes del debut de Grinderman era esta canción en la que el sonido del órgano flotaba voraz. Aunque no tanto como esos zumbidos de abeja imitados a coro por Nick y compañía, de nuevo lanzando metáforas sobre sexo y drogas. De manera llamativa, esta canción sonaba en una de las escenas más memorables de la también memorable primera temporada de ‘True Detective’.

No Pussy Blues

El gran pelotazo del debut de Grinderman, y que supuso su carta de presentación, era este ‘No Pussy Blues’ que daba cuenta de esa insaciable sed sexual como una de las constantes líricas del proyecto y esas guitarras volcánicas –por primera vez en muchos años, Cave volvía a colgarse de una en público–. Su vídeo, con el simio que ocupa la portada del álbum, no podía ser más icónico dentro de la imaginería de esta aventura.

Palaces of Montezuma

Curiosamente (o no), una de las canciones más convencionales del grupo ha acabado siendo el gran éxito de cifras en streaming de Grinderman, al menos en Spotify –sus más de 5 millones y medio casi triplican a la siguiente más popular–. La culpa puede estar en que es una de las primeras canciones en la lista temática ‘This Is Nick Cave’ del gigante sueco. Pero la clave puede estar en sus aires tan Lou Reed, casi insólitos en la carrera del australiano. De forma llamativa, ‘Palaces of Montezuma’ (sí, aunque esté mal escrito, está inspirada en la figura de Moctezuma) acarreó al grupo una acusación de plagio por parte de un grupo escocés, Rising Sings, que Cave siempre negó y que, que sepamos, nunca fue confirmada por una sentencia judicial, si es que se llegó a denunciar.

Star Charmer

El perfil más aguerrido no era el único que ofrecían Grinderman en sus dos primeros discos. Uno de los mejores ejemplos es ‘Star Charmer’, una auténtica preciosidad que ocupaba la cara B del single ‘Heathen Child’ y que, aunque no llegó a encontrar acomodo en ‘Grinderman 2’, se ha convertido por méritos propios en una de sus canciones más celebradas. En ella, Warren Ellis saca a pasear su genuino violín eléctrico para volver a establecer una conexión maravillosa con el Cave más delicado.

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Publicado por
Raúl Guillén