En el por momentos confuso texto de Kloss –insinúa que tenían un rollo porque ella acababa de divorciarse de Russell Brand, aunque durante el rodaje del clip ella hacía comentarios despectivos sobre sus besos, los cuales soportaba porque necesitaba el trabajo– explica que fue invitado por ella a una fiesta a la que llevó a un amigo que se moría por conocerla. Allí, cuando iba a presentarle a esta persona, al parecer Perry le bajó el pantalón y la ropa interior para enseñar a toda la fiesta y un par de sus amigos su pene. «¿Podéis imaginar lo patético y avergonzado que me sentí?», pregunta retóricamente.
Asegura que fue ordenado por su management que no aireara este episodio públicamente y que estos manipularon algunas entrevistas suyas. También que cobró 650 dólares por aquel trabajo. Dice que lo hace porque “en nuestra cultura es válido probar que los hombres poderosos son perversos, pero las mujeres poderosas son igual de repugnantes». Por el momento, ni Katy Perry ni su equipo se han pronunciado sobre la acusación.