A esto suena un ‘Animated Violence Mild’, según Benjamin John Power el resultado de un «diario personal lleno de dolor» pero con correspondencia «con el mundo global» en el que «hemos permitido voluntariamente que nuestro instinto de supervivencia se vea envuelto por la serpiente que engendramos». Esa serpiente muestra su veneno, acechante, en estas producciones abrasadoras. Blanck Mass ya había trabajado con sonidos tan claustrofóbicos tanto en sus otros dos álbumes en solitario como por supuesto en Fuck Buttons, pero la diferencia con respecto a su disco anterior, el notable ‘World Eater’ (2017), es que ha apostado más decididamente por sonidos industriales. Atrás queda el ligerísimo punto a banda sonora de Tim Burton de ‘John Doe’s Carnival of Error’ o ‘Please’, que era como un cruce entre Moby, James Blake y Burial. Ahora el mundo se ha puesto negro en serio y el disco empieza con una intro en la que una voz nos habla de «miles de decibelios de ruido» y de una mujer que repite una canción de 3 minutos durante 3 horas hasta hacernos desear la muerte. ¿Será Rocío Monasterio?
Influidas por el fallecimiento del padre del artista mientras estaba en la fase final de la creación de este disco, canciones como ‘Love Is a Parasite’ son pura rabia. Un tema con un concepto de la percusión y los redobles como ametralladoras que hasta podríamos emparentar con los Metallica de los años 80. Igualmente, ‘Death Drop’, el corte inicial después de la intro, presenta una melodía y agitación algo toreras, entre las que emergen voces también provenientes del metal.
Sin embargo, Death Drop’ también cuenta con un giro instrumental más pop, casi cercano a los sonidos sintéticos de los 70 de Jean Michel Jarre. Y es que aunque son las producciones industriales las que mandan en este álbum, una influencia palpable en discos accesibles como ‘Black Celebration’ de Depeche Mode, Blanck Mass continúan también sin renunciar a cierta sensibilidad pop. Por marciano que parezca entre tanta inquietud, hay unos sintetizadores de ‘Hush Money’ que hubieran sido un gran estribillo para A-ha. Algo que ya se percibía en ‘House vs House’, que pasaba por nuestra sección «Canción del Día» perfectamente apta para seguidores de HEALTH y Crystal Castles.
Benjamin John Power también es el hombre que formó parte de la presentación musical de las Olimpiadas de 2012 en Londres y aquel hito en su vida sirve para seguir dándonos momentos realmente eufóricos por mucho que 2019 sople en contra. Algo de eso había en ‘House vs House’ y algo de eso encontramos también en la final ‘Wings of Hate’ tras el breve remanso que suponen ‘Creature/West Fuqua’ y en menor medida el segundo single ‘No Dice’. Concebido como un todo en el que las pistas aparecen unidas (si hay un parón entre ‘Hush Money’ y ‘Love Is A Parasite’, ha de ser por un ajuste para la edición vinilo), ‘Animated Violence Mild’ es una experiencia no puedo decir que gratificante, pero sí que al menos nos hace sentirnos vivos en medio de toda una lluvia de mierda. Blanck Mass actúa el 7 de noviembre en Madrid y el 9 de noviembre en Barcelona, dentro de la suculenta programación de MIRA Festival.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘House vs House’, ‘Hush Money’, ‘Love Is a Parasite’
Te gustará si te gustan: Crystal Castles, HEALTH, Fuck Buttons, ‘Juego de tronos’
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