Puede que Gaga simplemente esté troleando, pero es sabido que la artista no recuerda este disco con especial afecto, como ya repasamos cuando cumplió ella 30 años. Culminando en una depresión, como su autora reconocería más tarde, ‘ARTPOP’ representó una crisis de identidad importante para Germanotta, aparentemente indecisa entre ser una estrella del pop y ser una artista seria. ‘ARTPOP’ fue el resultado de una exploración errática en ese sentido, en la que vimos a Gaga tanto cantar con RuPaul en la tele como anunciar que actuaría en el espacio (esto jamás llegó a ocurrir); tanto llegar a un evento con un vestido volador como rodar un obsceno vídeo con R. Kelly que jamás vería la luz por razones ya conocidas; tanto grabar un extraño vídeo con Marina Abramović como presentar un tema como ‘Venus’ o entregarse a los ritmos EDM de Justice; tanto inspirarse en David Bowie como dejarse potar encima durante una actuación en iTunes Festival que fue un delirio de principio a fin. Como cantaba Gaga en ‘Applause’: “Pop culture was an art / now art’s in pop culture in me”. En una entrevista de 2015, la artista reconocía que durante esta etapa, también difícil para ella a nivel de salud (en esta época empieza a automedicarse debido a sus problemas de cadera), había llegado a temer que su imagen eclipsara su talento. Su respuesta siguiente fue sacar un álbum de estándares del jazz con Tony Bennett.
La etapa de ‘ARTPOP’ fue un bombardeo constante de noticias bizarras en las que nunca sabías si Gaga estaba haciendo una «performance» o realmente se había creído su papel de personaje «freak». La cantante llegó a desnudarse durante un concierto, realizar una aparición épica en el aeropuerto de Atenas
y protagonizar una extraña salida de un hotel de Londres, descalza y totalmente ida, al menos en apariencia. Pero toda esta diversión (a ojos del público) se enturbiaba con la vinculación de Gaga a R. Kelly y Terry Richardson, dos personas acusadas por abusos sexuales, en canción y vídeo de ‘Do What U Want’, desatando una polémica que ha seguido viva hasta el estreno, a principios de este año, del documental ‘Surviving R. Kelly‘. La canción -en su versión con R. Kelly- era entonces retirada de las plataformas de streaming y solo ahora acaba de salir una nueva tanda de CD’s de ‘ARTPOP’ que ya no la incluye. Una de las mejores canciones de ‘ARTPOP’ ya no estaba en el disco y se convertía para siempre en una canción maldita. Hoy es únicamente un dueto con Christina Aguilera.Es obvio que la era de ‘ARTPOP’ fue un caos, pero desde el principio estuvo claro que el disco estaba muy bien, sin ser perfecto. En algún lugar de su extraña y demasiado generosa secuencia se escondía una obra totalmente reivindicable que no ha perdido su capacidad para divertir y fascinar, y que probablemente hoy refleje mejor que ningún otro de sus discos la personalidad de Gaga, no por contradictoria y destartalada menos adorable. Porque al margen de los desaciertos (‘Jewels N’ Drugs’, ‘Dope’, abrir con ‘Aura’, la presencia de una ‘MANiCURE’ que jamás me gustó, la mencionada secuencia) había muchos aciertos y sobre todo mucho sentido del humor: ‘Applause’ es hoy icónica en su catálogo gracias a su grito de guerra «give me that thing that I love», los grititos de «don’t you know my ass is famous» de ‘Venus’ y su extraña composición son hilarantes, la elegancia-hecha-parodia de ‘Donatella’ genial, el estribillo de ‘Sexxx Dreams’ una pequeña maravilla… Además, ‘Fashion!’ era sofisticada y ‘Gypsy’ una gran canción melódica. Mentiría si dijese que ‘ARTPOP’ no ha seguido apareciendo en mis playlists y en las de mis amigos en todos estos años. Es su álbum más mamarracho, y Gaga iba a hacerlo tarde o temprano. Puede que el «ART» de su título estuviera algo difuso entre los ritmos guarros de Zedd y compañía, pero en el intento Gaga dio con un disco único en su componente reaccionario. ¿Quizá haya corregido algunos de sus errores, incluyendo de promoción, para el próximo?