Ásgeir es un cantautor islandés que en 2012 debutara con el disco ‘Dýrð í dauðaþögn’ para, dos años más tarde, reeditarlo en inglés con el título de ‘In the Silence’ y las traducciones de su colega John Grant, quien, además de cantante y compositor, habla fluidamente varios idiomas, entre ellos el islandés, idioma del país en el que reside. La folktrónica ‘King and Cross’, su canción más popular, suma 38 millones de reproducciones en Spotify tras haber aparecido en las listas de éxitos australiana y francesa, mientras el álbum también logró colocarse en varias clasificaciones internacionales.
‘Afterglow’, el siguiente álbum de Ásgeir, aparentemente ya sin la colaboración de John Grant (este no aparece en los créditos de Allmusic), salía en 2017, incluyendo buenos temas como ‘Stardust’, pero al autor de ‘Queen of Denmark’ ha vuelto a reunirse con Ásgeir en el estudio para la composición de su próximo trabajo. ‘Bury the Moon’ sale a la venta el 7 de febrero a través de One Little Indian y, tras haber sido anticipado con el tema ‘Youth‘, presenta su segundo single ‘Lazy Giants’. En este caso, Grant sí aparece como co-autor de la traducción junto a Ásgeir en la misma portada del single, cuya letra original firma su colaborador Júlíus Aðalsteinn Róbertsson aunque Ásgeir asegura que ha trabajado en ella junto a su padre, por lo que considera que el contenido de los textos de este nuevo trabajo es «un poco más personal».
Ante este lío de colaboradores, al menos ‘Lazy Giants’ no supone ningún misterio en cuanto a lo que ofrece como canción. La letra, con sus referencias a una «sonrisa resplandeciente que emerge desde el océano» o a «edificios que, desde la tierra, se elevan rápidamente hacia el cielo», puede no estar diciendo nada en realidad, aunque parece haber un fondo político en sus menciones a «reyes y líderes que están por encima de nosotros» y a unos «gigantes holgazanes» que inspiran a Ásgeir una «sensación de peligro». Sin embargo, la canción, dentro del estilo folk-rock que ha solido caracterizar al músico -en este caso el sintetizador es testimonial, manda más el piano- es incontestable en su componente pop, como queda claro al escuchar su estribillo, tan «radio-friendly» como el de unos Mumford and Sons o unos Lumineers. Una muy buena canción, en definitiva.