Sin embargo, Navarro no es un principiante. Curtido en el Conservatorio, se sirvió también de su experiencia como actor -llegó a aludir a que hacía mucho que no actuaba en este escenario, cuando lo que desconocíamos es que lo había hecho antes- para hacer justicia a las canciones del emocionante ‘Casi tierra’. Sobradísimo de chorro vocal en entonación y potencia, no renunció tampoco a las virguerías del mundo de la modernidad. Su disco tiene algún coqueteo con la música urbana en temas como ‘Toro’ y ‘El Luto’, en alguna pista aislada lleva en vivo una segunda voz pregrabada (‘Los dientes’), y sobre todo un segundo micrófono para distorsionar la voz en directo a lo Alison Goldfrapp. Solo que en su caso se nota más claramente que el 99% está cantado en directo.
Cuando hablamos con él, llegó a mencionar el Sónar como festival en el que le gustaría actuar, y uno lo entiende cuando ve su puesta en escena. Se acompaña de un guitarrista y de una música a los sintetizadores, lanzando beats y diferentes tipos de sonidos (una slide guitar por ejemplo) aparentemente en vivo. Ahí nadie echa de menos una batería ni más músico, pues el trío cumple la función de dejar el protagonismo a las canciones, cuyas letras, con una sonoridad y una dicción casi impecables, están en primer plano. Pese a algún momento algo apasionado de más, sin duda consecuencia de la experiencia teatral de Navarro, en general el artista ofreció un equilibrado recital sobre amor, desencanto y prejuicios, en el que además supo cómo y cuándo comunicarse con el público, más de un centenar de personas. Volvieron a emocionarnos como la primera vez canciones como ‘En el río’, ‘Esternón’ o ‘Un llanto’, hasta el punto de que sonaron versiones de Mercedes Sosa y Luis Eduardo Aute… y no fueron precisamente las más aplaudidas. 8,5.
Vicente Navarro actúa el 15 de marzo en Alcalá de Henares, el 26 de marzo en Sevilla, el 27 de marzo en Málaga, el 17 de abril en Barcelona… Detalles, en su Instagram.