Música

Las 50 mejores canciones de Kate Bush

En 2018, con motivo del 60 cumpleaños de Kate Bush, JENESAISPOP preparaba una recopilación de las mejores canciones de la artista, pero las circunstancias de la vida demoraban su compleción sine die. Dos años más tarde, la pandemia global que ha sumido a todo el mundo en el confinamiento parece -desgraciadamente- una buena ocasión para publicarla al fin. Bush, probablemente la artista femenina más importante que ha producido el pop británico, y una de las artistas más importantes de la historia del pop en general, cumple 62 años el próximo mes de julio, pero nosotros hemos acotado la selección a exactamente 50 temas pertenecientes a todas las etapas de su carrera. Todos ellos ofrecen una visión panorámica de la obra de esta artista que ha hecho historia como mujer productora e influido a cientos de músicos posteriores gracias a su cruce de clasicismo y valiente experimentación, y que además ha firmado algunas de las historias narrativamente más creativas e inauditas jamás escuchadas en la música pop.

1
Running Up that Hill (A Deal with God)
1985

Kate Bush escribió su mejor canción en una tarde de 1983, y de hecho fue la primera composición de ‘Hounds of Love’ que grabó, seguramente porque sabía que se encontraba ante algo especial. Aquella tarde, Bush debió efectivamente hacer un “pacto con Dios”, porque sin saberlo dio con la gran canción que necesitaba para darle un empujón a su carrera tras el fracaso de ‘The Dreaming’. Pero ‘Running Up that Hill’ supuso más que un simple empujón: no solo devolvió a Bush a lo más alto de las listas de éxitos (su cima en UK fue un número 3, pero el tema incluso alcanzó el número 30 en USA), sino que se convirtió en su canción más icónica desde ‘Wuthering Heights’. Los motivos son evidentes desde la primera escucha: su trotona percusión, que parece venir a por ti; la misteriosa melodía de sintetizador que guía toda la canción, la balalaika rusa que suena de fondo y el magnetismo de frases como “it doesn’t hurt me, Do you want to feel how it feels?” o ese estribillo “if I only could make a deal with God”, todo al servicio de una melodía portentosa, contribuyeron a armar una canción impactante desde todos los puntos de vista, y eventualmente histórica. Terminó de elevarla su también icónico videoclip, un homenaje al baile interpretado por Bush y el bailarín Michael Hervieu que, a través de un dramático número de danza interpretativa, nos cuenta la historia de la canción, protagonizada por dos amantes que, temerosos de que su relación fracase, desean intercambiar sus cuerpos para entenderse el uno al otro. Con ’Running Up that Hill (A Deal with God)’, que, por cierto, iba a titularse simplemente con la frase entre paréntesis, pero el sello de Bush le pidió que lo cambiara al preocuparle la presencia de la palabra “Dios” en el título, Bush compuso con toda seguridad una de las 10 mejores canciones de los años 80, y seguramente de todos los tiempos, como demuestra la cantidad de veces que ha sido versionada o destrozada. Yo mismo escuché la canción por primera vez a través de la versión de Within Temptation, aunque el tema también ha sonado en boca de Tori Amos, Placebo, Chromatics, Little Boots, First Aid Kit o, más recientemente, Meg Myers. La propia Bush regrabó el tema en 2012, pero ninguna superará jamás la versión original.

2
Wuthering Heights
1978

La primera canción compuesta e interpretada por una artista femenina que alcanzó el número 1 en Reino Unido iba a ser, desde el principio, la carta de presentación de Kate Bush al mundo. Cuando el jefe de EMI, Bob Mercer, escogió ‘James and the Cold Gun’ en su lugar, Bush ya los tenía bien puestos a sus 17 años para contradecirle con que ‘Wuthering Heights’ iba a ser el primer single de su disco y ninguno más. La decisión no pudo ser mejor. Inspirada, como es obvio, en ‘Cumbres borrascosas’ de Emily Brönte, uno de los grandes clásicos de la literatura inglesa, que Bush no había leído antes de componer la canción pero luego descubrió que compartía con él varios pasajes, ‘Wuthering Heights’ traslada a un contexto romántico varias citas de Catherine Earnshaw («Let me in! I’m so cold!») que suceden con ella ya convertida en fantasma, y sus acordes de piano iniciales no pueden ser más icónicos. Bush la compuso una medianoche en su apartamento, mirando a la luna llena en busca de ideas, y cedía su producción a un Andrew Powell que elogiaba la actuación vocal de la artista, realizada de seguido y en una sola toma, algo no tan habitual hoy en día. La aguda interpretación vocal de Bush en ‘Wuthering Heights’ es la razón por la que tantas artistas son comparadas con ella en la actualidad (Joanna Newsom es un ejemplo) y también emblemática del estilo totalmente teatral e ido de olla por el que la cantante ha pasado, en parte, a la historia. La apasionada melodía de la canción, que incluye el sonido de una celesta, tiene un fondo medieval, incluso gótico, que con razón ha cautivado a la ingente cantidad de artistas que la han versionado, desde The Divine Comedy a Chuck White pasando por Gabrielle Angelique, Pat Benatar o Röyksopp, y su también icónico videoclip ha sido objeto de parodias en tiempos recientes. Es imposible imaginar que la instrumentación barroca de ‘Wuthering Heights’ pudiera tener éxito hoy en día, pero escuchada 40 años después no ha perdido un ápice de su enigmática energía. Un clásico como la copa de un pino.

3
Babooshka
1980

‘Babooshka’ es la sexta canción de Kate Bush más escuchada en Spotify y en definitiva uno de sus mayores éxitos, logrando el top 5 en Reino Unido, Francia, Italia e Irlanda, además del número 2 en Australia. La razón de este éxito sin duda fue su tontorrón estribillo “ay, ay, babooshka, babooshka, babooshka, ya ya”, pero también su simpática historia sobre una mujer paranoica que se propone pillar a su marido liándose con una mujer más joven que ella. Como la propia Bush anticipa al principio de la canción (“no podría haber tenido una idea peor”), a nuestra protagonista le sale muy mal la jugada. Curiosamente, Bush declaró en su momento que no se había dado cuenta de que “babushka” significa “abuela” en ruso hasta que lo leyó en alguna parte, pues ella simplemente utilizó la palabra porque la recordaba de un cuento que había leído de pequeña y le encajaba en la canción. En las entrevistas, Bush contaba que después de escribir ‘Babooshka’ topó con varias obras tituladas igual, por lo que asumió que debía existir alguien con ese nombre, y que incluso descubrió que una amiga suya tenia un gato llamado Babooshka, pero insistía que su elección de esta palabra fue totalmente arbitaria. La canción favorita de Natalia Ferviú, como la presentadora nos contaba en una entrevista hace unos meses, ‘Babooshka’ es recordada también por su vídeo, en el que Kate baila acompañada de un contrabajo y vestida de militar rusa.

4
Cloudbusting
1985

Mucho antes que ‘Call Me Maybe’ y que ‘Viva la Vida’, Kate Bush compuso una canción pop perfecta protagonizada por el sonido de unos robustos cellos sintetizados. ‘Cloudbusting’ fue el segundo single de ‘Hounds of Love’ y aunque no igualó el éxito de ‘Running Up that Hill (A Deal with God)’, es uno de los sencillos más queridos y emblemáticos de Bush por su componente nostálgico. Una canción apasionante en la que la artista británica interpreta al mencionado Peter Reich, hijo del controvertido psicoanalista austriaco-estadounidense William Reich, y que está basada en sus memorias. William Reich era conocido por sus ideas sobre la sexología y también sobre su concepto de la “energía de Orgón”, un tipo de energía cósmica que según él se encontraba presente en la atmósfera. La canción, como el libro en el que se basa, cuenta los recuerdos del pequeño Peter junto a su padre en Orgonón, su granja/laboratorio en Maine, y en concreto versa sobre el tiempo que pasaban juntos “destruyendo las nubes” con la máquina (el «cloudbuster») que Reich había construido para hacer llover. Reich finalmente fue arrestado y murió en prisión, lo cual dejó en un enorme vacío en Peter. El vídeo de ‘Cloudbusting’, una obra maestra absoluta, cuenta toda esta historia de manera muy emotiva. Lo dirigió Julian Doyle en base a un concepto de Terry Gilliam y Bush, y una de las personas que construyó la máquina ha dejado un curioso comentario en Youtube en el que recuerda aquellos tiempos.

5
The Sensual World
1989

Si ‘Wuthering Heights’ se basaba en la novela del mismo nombre de Emily Brönte (a la que Kate Bush volvió a rendir homenaje hace poco) y ‘Cloudbusting’ en las memorias de Peter Reich, ‘The Sensual World’ lo intentaba hacer en ‘Ulysses’ de James Joyce incluso adaptando un pasaje del libro sobre el despertar sexual de Molly Bloom, del que Bush intentó conseguir los derechos sin éxito. Bush ya había compuesto la canción cuando descubrió que los derechos de ‘Ulysses’ no eran dominio público y pasó cerca de un año intentando contactar con los herederos de Joyce para conseguir el permiso. “La canción dice sí, sí pero ellos dijeron no, no”, bromeaba Bush en una entrevista. La artista tuvo entonces que re-componer partes de la canción y de la letra para al menos mantener el ritmo de la canción original, y escribió ella misma una versión del pasaje en la que Bloom “sale de las páginas y llega al mundo sensual”, cambiando así ligeramente su sentido… aunque el resultado iba a ser el mismo: una de sus canciones más sexys. Y quizá no fuera del todo intencionado. Los “mmm yes” no pueden sonar más eróticos, pero ‘The Sensual World’ no es una canción preocupada por la sensualidad carnal sino por la sensualidad del propio mundo, de la naturaleza, del hecho de que “podamos tocar cosas”. No obstante, ‘The Sensual World’ tiene un sonido místico, casi dream-pop, y no tan lejano a lo que The Cure hacen ese mismo año en ‘Disintegration’. No puede ser más Bush su estribillo de gaitas irlandesas, que reproducen la melodía de una canción popular macedonia. Incluso el vídeo de ‘The Sensual World’ es un poco gótico: Bush, ataviada con un vestido de novia color vino (¿o color sangre?), casi parece un fantasma danzando en el bosque, entre árboles o bajo la lluvia. La canción es por tanto más “sensual” que erótica, pero a Bush no le importa que la gente piense que la canción es sexy, de hecho reconoce que le agrada pues “la canción original tambo en lo era”. Bush finalmente consiguió los derechos de ‘Ulysses’ hace unos años, e incorporó la frase que quería desde el principio en la versión actualizada de la canción presente en ‘Director’s Cut’, su álbum de autoversiones de 2011.

6
Hounds of Love
1985

Ya el título de ‘Hounds of Love’ presenta un contraste entre la violencia de unos “perros” de caza y el concepto de “amor”. Bush, que es una poeta, nos habla en el tercer single de su quinto álbum sobre el miedo al amor, comparándolo con unos perros que nos persiguen. La canción es pura pasión controlada, como a punto de explotar, y por tanto 200% Kate Bush, también en esos coros cantados por ella misma que parecen imitar a unos canes. La letra es también especialmente bonita: “encontré un zorro cazado por los perros, dejó que le cogiera, su pequeño corazón latía tan rápido, y me avergüenzo por haber huido de algo que no es real”. Sobre ‘Hounds of Love’, Bush explicaba que “va sobre alguien que tiene miedo de que los perros que le están persiguiendo le atrapen”. Y añadía: “Me pregunto si la gente vive dominada por el miedo, y si por eso teme involucrarse en relaciones. Estas pueden provocar dolor y confusión y conllevar responsabilidades, y creo que a mucha gente le asustan las responsabilidades. Pero quizás comprometerse en una relación no es tan horrible como lo hace ver tu imaginación… quizás esos perros son en realidad muy amigables”. El vídeo, dirigido por nuestra amiga Catherine, está basado en ’39 escalones’ de Alfred Hitchcock, y entre los artistas que han versionado la canción se encuentran The Divine Comedy, Futureheads y Ra Ra Riot.

7
This Woman’s Work
1989

Kate Bush escribe ‘This Woman’s Work’ para la película de 1988 ‘La loca aventura del matrimonio’, específicamente para su escena más crítica, en la que el padre (Kevin Bacon) descubre que la vida de su mujer (Elizabeth McGovern), en parto, y la de su bebé no nacido corren peligro. La letra está interpretada desde el punto de vista del padre, que trágicamente empieza a ver ante sí un mundo sin sus seres queridos y piensa en “todas las cosas que debía haber dicho” y en “todas las cosas que debía haber hecho”. No es nada habitual que una canción pop hable de las complicaciones del parto desde el punto de vista del padre y de sus emociones aunque siga reconociendo que dar a luz es “un mundo de mujeres”, pero Bush es experta en interpretar diversos personajes en sus canciones y el sobrecogedor dramatismo de ‘This Woman’s Work’ da lugar probablemente a su mejor balada. Tal aceptación ha logrado ‘This Woman’s Work’ entre el público que a día de hoy es la cuarta canción de Bush más escuchada en Spotify por detrás de ‘Wuthering Heights’, ‘Running Up that Hill (A Deal with God)’ y ‘Cloudbusting’ pese a que ocupó una posición bastante discreta en ‘The Sensual World’, el álbum que Bush publicaría en 1989, un año después de la mencionada película de John Hugues. Aunque seguro que a la popularidad de ‘This Woman’s Work’ ha contribuido su presencia en dicha cinta y más recientemente en ‘El cuento de la criada’: la canción suena en el primer capítulo de la segunda temporada.

8
The Big Sky
1985

En los 80, como hoy en día, se hicieron discos bien producidos y otros mal producidos. Hay discos de los 80 que es muy difícil escuchar hoy en día debido a su mala producción, y otros que gracias a su producción magistral, te llevan a la época y a la vez te hacen flipar como si no hubiera pasado el tiempo. ‘Hounds of Love’ es uno de esos discos y un ejemplo de su producción de 10 sobre 10 es su cuarto y último single, ‘The Big Sky’. Un tema grandilocuente, un poco “rock ’n roll” como la propia Bush declaraba en una entrevista, pero también vivaz y alegre, sobre las simples aficiones que de niños ocupan nuestro tiempo, como mirar las nubes. En ‘The Big Sky’, Bush buscó hacer una canción que fuera “hirviendo” poco a poco y aunque reconoce que le costó dar con la versión definitiva, ‘The Big Sky’ es una producción espectacular donde los instrumentos -incluidas unas palmas que aparecen justo en el momento adecuado- crean gradualmente un muro de sonido en el que cada uno de sus elementos suena nítido y claro como el día. Un temazo cuyo videoclip semi espacial dirigió la propia Bush acompañada de 100 fans que recabó a través de una revista.

9
Love and Anger
1989

‘Love and Anger’ es el único número 1 jamás logrado por Kate Bush en Estados Unidos… en una clasificación menor, el Modern Rock Tracks (hoy la lista de canciones alternativas). Es uno de sus singles más abiertamente comerciales pese a contener la presencia de la valiha, el instrumento nacional de Madagascar, aunque la propia Bush reconocía en las entrevistas que le costó sudor y sangre terminarlo y que ni ella misma sabe muy bien de qué va: “Realmente no tiene una historia, soy yo intentando escribir una canción. Las imágenes que obtienes de pequeño son muy potentes, y esta canción habla sobre las personas en las que puedes o no puedes confiar cuando hay algo de lo que no puedes hablar”. ‘Love and Anger’ es una canción feliz y eufórica, muy guitarrera, que curiosamente incluye un solo de guitarra de David Gilmour de Pink Floyd, una de las bandas que más han inspirado a Kate. El final del vídeo lamentablemente ha traumatizado al pobre Sufjan Stevens.

10
The Man with the Child in His Eyes
1978

El debut de Kate Bush es todo un precedente para artistas precoces como Lorde o Billie Eilish. La británica compuso ‘The Man with the Child in His Eyes’ a lo 13 años y la grabó a los 16, pero la melodía es tan hermosa que hasta Dusty Springfield la versionó. Compuesta desde la perspectiva de una mujer joven y dedicada a ese niño que todo hombre lleva dentro (Bush pensaba que esto era una cualidad del género masculino, ya que consideraba que las mujeres “asumían demasiadas responsabilidades” y no eran capaces de mantener a su niña interior como hacían los hombres), esta emotiva balada a piano y orquesta que fue top 6 en Reino Unido es una de las grandes obras maestras de la Kate Bush más temprana. Hoy en día puede que su mensaje no haya envejecido muy bien, pero al menos su melodía permanece intocable.

11
Deeper Understanding
1989

‘The Sensual World’ ha envejecido algo peor que ‘Hounds of Love’, pero ‘Deeper Understanding’ es una de esas raras canciones que cuanto más pasa el tiempo, más relevantes se vuelven. Esta balada electrónica habla de la relación de los seres humanos con la tecnología, del modo en que los aparatos tecnológicos están reemplazando el contacto humano, y por tanto no ha perdido vigencia. Al contrario, la ha ganado. Varios años atrás, Gary Numan y Kraftwerk habían interpretado a máquinas en sus canciones, pero lo que ofrece Bush en ‘Deeper Understanding’, en la que conviven efectos de ordenador con los coros del trío Bulgarka, en una canción de aires new age, es una visión más humana, adelantándose por tanto a películas como ‘HER’ o en menor medida a ‘Black Mirror’. De hecho, ‘Deeper Understanding’ no deja de ser una simple canción de amor, una especie de ‘Romeo y Julieta’ protagonizado por un hombre solitario y su ordenador, con final casi igual de trágico. La versión actualizada de 2011 fue el primer y único single de ‘Director’s Cut’, el álbum de autoversiones de Bush, cuando el tema ni siquiera lo había sido en su momento, e incluye un estribillo vocoderizado interpretado por el hijo de Bush, Albert. Tiene cierta guasa que el padre del hijo de Kate, Danny, se apellide precisamente McIntosh y que Albert McIntosh haga de ordenador en ‘Deeper Understanding’. El vídeo para la versión actualizada de ese tema estaba dirigido por Bush y protagonizado por Robbie Coltrane, conocido por su papel de Higrid en ‘Harry Potter’. Sí, hay artistas que recuperan canciones antiguas que merecían ser single y les dan una segunda oportunidad años después. ¡Tomad nota… todos!

12
The Morning Fog
1985

La canción que cierra ‘Hounds of Love’ es una de las más bonitas de Kate Bush. Y lo es sin ser exactamente una balada, más bien un medio tiempo ligero, nada dramático sino más bien luminoso y alegre, pues supone el reencuentro de la protagonista de ‘The Ninth Wave’ con la tierra una vez ha llegado la ansiada mañana. Así, Bush logra crear en la canción una sensación de frescura absoluta, tras el terror vivido en temas anteriores, reflejando que un día nuevo ha llegado a través de unos sintetizadores que evocan la “niebla de la mañana” de la que habla el título. También una carta de amor a su familia, como demuestra la frase final, ‘The Morning Fog’ parece la gran inspiración de ‘Ever Again’ de Robyn. Ojo a su bonita presentación acústica en ‘Before the Dawn’.

13
Never Be Mine
1989

“Esto es donde quiero estar, esto es lo que necesito”. Otro de los estribillos grandes y desgarradores de Kate Bush se encuentra en esta canción de arreglos ligeros de piano y gaitas irlandesas inspirada a su vez en la música de tabla hindú, como es evidente en las percusiones. Una canción que parece levitar en el aire pero cuyo dramatismo, en contraste, alcanza la categoría de épico, y cuyo mensaje es de nuevo tan rebuscado como acostumbra la artista: “En algunas situaciones, lo que quieres es el sueño, no la realidad”, cuenta Kate. “En la canción perseguía el descubrimiento consciente de una persona que disfruta de la fantasía pero sabe que no va a convertirse en realidad”, añade. “A veces crees que lo que quieres es el fin, pero la canción trata sobre el proceso que jamás te llevará hacia él”. Así, la letra clama: “esto es lo que quiero, la emoción y el dolor, y nunca será mío”.

14
And Dream of Sheep
1985

En ‘Hounds of Love’, Bush es probablemente la mejor intérprete que ha sido nunca, mientras sus baladas siguen siendo igual de emocionantes. ‘And Dream of Sheep’ es un ejemplo emblemático de esto. El primer capítulo de ‘The Ninth Wave’ podría haber sido una balada en alguno de sus primeros discos, pero su tempo ralentizado como por culpa de la bruma nos mete de lleno en la historia de este personaje que, no se sabe cómo, se encuentra absolutamente solo en medio del mar. En esta acongojante balada, nuestro personaje intenta mantenerse despierta para no ahogarse, anhelando escuchar “voces amigables” de la radio o el sonido de unos “motores”. Cualquier cosa menos atender a la cruda realidad. El tema samplea voces radiofónicas e incluso a la madre de Bush diciendo “ven aquí conmigo, ahora”, consiguiendo un efecto tan reconfortante como devastador por tratarse de una ilusión.

En 2014, Bush regrabó ‘And Dream of Sheep’ para su espectáculo de directo ‘Before the Dawn’. La cantante se sumergió en un tanque lleno de agua con un chaleco salvavidas y grabó su voz metida en el tanque para dar más realismo a su interpretación. ¿El resultado? Una bonita version actualizada… y una ligera hipotermia.

15
Watching You Without Me
1985

Tras el bombardeo de fantasmas y espíritus de ‘Waking the Witch’, la protagonista de ‘The Ninth Wave’ sigue aturdida, pero algo más calmada pues empieza el amanecer. En la canción, Bush expresa este mensaje sampleando el graznido de unas gaviotas, pero también utilizando una forma musical más serena, minimalista e hipnótica, me atrevería a decir con un puntito new age, sin que eso sea algo malo en este caso. En ‘Watching You Without Me’, una voz habla a la protagonista aunque esta no puede ni verla ni a duras penas escucharla, provocando una sensación de confusión pero sin el terror del tema anterior. Un tema menor -aunque muchos discreparán- en un disco en cualquier caso perfecto.

16
Blow Away (for Bill)
1980

Dedicada a Bill Duffield, director de iluminación de ‘Tour of Life’, fallecido en abril de 1979 durante la gira cuando, revisando el escenario la noche anterior antes del siguiente concierto, cayó a través de un panel abierto 5 metros hacia el suelo, muriendo en el hospital una semana después; ‘Blow Away’ es una de esas canciones de Kate Bush capaces de dejarte ojiplático a cada segundo. Antes de ‘Never for Ever’ Bush había sido capaz de escribir canciones preciosas, algunas de ellas realmente emocionantes, pero ‘Blow Away’ puede ser el primer gran ejemplo de canción de Bush en la que la británica compone una canción cercana a lo celestial. Y no lo digo por la temática de esta canción en la que Bill se reúne con algunos músicos muertos, como Minnie Riperton o Buddy Holly, sino por los autocaros del estribillo, las melodías agudas… el dramatismo de las cuerdas o ese grito de Bush al final, totalmente sobrecogedor.

17
Under the Ivy
1985

Prueba de la calidad insuperable de ‘Hounds of Love’ es que incluso las canciones que no formaron parte de la edición original del disco son estupendas. La cantante escribió ‘Under the Ivy’ rápidamente para colocarla en la cara b de ‘Running Up that Hill’ y, casualidades de la vida, le salió una balada sobrecogedora. La canción, a piano y voz, habla de una pareja que se reúne a escondidas “bajo la hiedra, bajo las hojas, lejos de la fiesta” para reencontrarse, a su vez, con la inocencia perdida. La imagen de la “rosa blanca” evocada por Bush en la letra es tan pura como sumamente inglesa, y una de las más bonitas de toda su discografía. Bush cantó ‘Under the Ivy’ en directo en la tele británica, en el programa The Tube. Nota: No está disponible en Spotify, así que en la playlist es sustituida por ‘Moments of Pleasure’, otra emotiva balada del disco de Kate Bush de 1993, ‘The Red Shoes’.

18
All We Ever Look For
1980

Con la llegada del Fairlight CMI, Kate Bush empezó a experimentar con sonidos nuevos extraídos del mundo real y a incorporarlos a su música. Fue su juguete favorito durante años. Un resultado fueron los cristales quebrados de ‘Babooshka’ y otro, los de efecto más evocador, los incluidos en ‘All We Ever Look For’, la pista 4 de ‘Never For Ever’ que además de contar con una melodía magnífica, lo que incluye el silbido angelical que va apareciendo esporádicamente -pero no aleatoriamente- a lo largo de la canción, incorpora también un clavicordio o lo que suena como un clavicordio que proporciona al tema un componente medieval. No cuesta imaginarse a Bush tocando esta canción en la corte de Enrique III, y a este disfrutando de su interpretación como un niño pequeño. La canción habla sobre la importancia de reconocer que los momentos difíciles de la vida no duran para siempre, aunque su mejor momento ocurre al final, cuando Bush se pone a abrir las ventanas de su casa, descubriendo entre otras cosas el sonido de unos pajaritos. Uno de los momentos más visuales que ha grabado en su carrera.

19
Hello Earth
1985

‘Hello Earth’ pudo haber sido una balada como ‘Under the Ivy’, pero Bush la convirtió en algo mucho más místico y trascendente. A la cantante le costó terminarla, pues no conseguía escribir la parte que correspondería al estribillo, hablando de dos “agujeros” que no sabía como rellenar. Entonces tuvo la idea de incluir los coros de ‘Zinzkaro’, una canción tradicional de Georgia que había oído en ‘Nosferatu’, la película de 1979 de Werner Herzog. Interpretados en la canción por los Richard Hickox Singers -no, no es un sample-, los coros son absolutamente escalofriantes, y presentes en una canción tan afectada y dramática como ‘Hello Earth’, redondean una de las composiciones más bellas jamás escritas por Bush.

20
Wow
1978

Cuando la crítica y el público dicen que tal o cual artista suena a Kate Bush, se refiere inequívocamente a interpretaciones teatrales y “over-the-top” como la que la británica realizó en ‘Wow’, uno de los singles de ‘Lionheart’. Esta grandilocuente composición, que incluye una mandolina en el estribillo, realzando su elemento pasional, fue un intento de Bush por componer una canción de Pink Floyd, y lo cierto es que es uno de los momentos álgidos de su segundo disco. Bush la dedicó a “las artes” y a la “magia” de la interpretación, aunque al parecer a la BBC no le gustó nada que, en el vídeo, Bush se diera golpecitos en el culo mientras cantaba la frase “él está demasiado ocupado dándole a la vaselina”. Esta bobada propició que el vídeo fuera censurado por la cadena británica.

21
Experiment IV
1986

Curiosamente la primera canción que escuché de Kate Bush por alguna razón, ‘Experiment IV’ es una producción tan hija de los 80 como elegante e incluso exquisita en su uso de sintetizadores, cuerdas y ritmos de marcha. Una canción pop madura y que suena a la época, pero que ha envejecido tan bien como ‘Hounds of Love’. ‘Experiment IV’ fue el tema nuevo incluido en ‘The Whole Story’, el disco de grandes éxitos que publicó Bush tras su obra maestra de 1985, y su letra cuenta la historia de un grupo de científicos a los que les es asignado crear un sonido capaz de matar. Como os podéis imaginar, la canción daba juego para hacer un vídeo a la altura y Bush no decepcionó al entregar una superproducción rodada en un laberíntico hospital abandonado, en la que aparece Hugh Laurie muchos años antes de petarlo con ‘House’. Kate hace de fantasma, mientras incluso llegó a presentar el tema en vivo en la tele británica.

22
There Goes a Tenner
1982

Aunque ‘The Dreaming’ posee una atmósfera seria y la propia Bush llega a reconocer que en él se pasó de pretenciosa al usar todos esos instrumentos raros y al escribir singles poco radiables, el álbum no abandona del todo el sentido del humor ni en la música ni por supuesto en los textos. El single ‘There Goes a Tenner’, de sonido circense, es puro humor británico en su historia sobre unos ladrones sin experiencia que se enfrentan a su primer gran robo y en lugar de cometerlo en condiciones, se cagan de miedo. Los “OK remember” del principio nos sitúan de lleno en medio de la acción, anticipando que va a ser un completo desastre. Eso sí, al vídeo de ‘There Goes a Tenner’ le habría beneficiado parecerse un poco más a un “sketch” de Monty Python para terminar de potenciar el elemento cómico de la canción.

23
Army Dreamers
1980

El tercer y último single de ‘Never for Ever’ es otra de esas historias complejas de Catherine Bush, en este caso con fondo bélico y sonido de vals medieval. La letra, interpretada en acento irlandés pues la madre de Bush, Hannah, era irlandesa, habla de una madre cuyo hijo ha fallecido en el ejército por culpa de un accidente, y reflexiona sobre la culpa que esta madre puede sentir por no haber prevenido que su hijo se alistara en el ejército. Bush aclaró que con ‘Army Dreamers’ no se estaba metiendo con el ejército, pero que le daba pena que tantos jóvenes sin estudios en Reino Unido se vieran en la tesitura de alistarse en el ejército aun sin desearlo “porque no tienen nada más que hacer”, con la consiguiente posibilidad fatal de que pudieran fallecer en combate o por culpa de accidentes. En 1991, BBC la vetó durante la Guerra del Golfo, junto a otras 67 canciones.

24
In the Warm Room
1978

‘In the Warm Room’, mi tesoro favorito de Kate Bush, es una balada a piano sensual, de atmósfera húmeda, pero a la vez tan hermosa que puede llegar a emocionar. Ligeramente melancólica también, con cierto aire solitario, como si solo pudiera ser interpretada en medio de un bosque de noche, ‘In the Warm Room’ parece explorar en su letra una relación de tres (“en la cálida habitación / su perfume te llega / al final te enamorarás de ella / te dirá que se queda / que es honesta / que te quiere”. ¿Se estará refiriendo en realidad a ella misma en tercera persona? Lo que explicó Bush sobre la canción, en cualquier caso, cabe decir no pasaría el test de Twitter en 2020. En 1979, la cantante declaró que la gente le “acusa de ser feminista” pero que muchas de sus canciones, como ‘In the Warm Room’, las escribe “para los hombres”. “Ya hay muchas canciones para mujeres sobre hombres maravillosos que se acercan a ellas en la discoteca, y pensé que estaría bien escribir una canción para los hombres sobre esta mujer increíble”. En cualquier caso, una de sus canciones más bonitas.

25
Sat in Your Lap
1982

‘The Dreaming’ es el primer álbum de Kate Bush producido enteramente por ella misma. Es su disco “de loca” como ella misma declara en una entrevista, experimental en su uso del sampler Fairlight CMI y de instrumentos tan peculiares como el didgeridoo, la churinga o la gaita irlandesa, y no demasiado comercial como demostraría el desempeño de sus singles en listas, decepcionante para lo que había logrado Bush hasta entonces. Las canciones, sin embargo, en muchos casos volvían a ser estupendas, siendo el primer single ‘Sat in Your Lap’ uno de sus momentos más inmediatos. Un tema que que habla sobre el ansia de conocimiento pero también sobre ser demasiado holgazán para obtenerlo, pese a que el “conocimiento es solo algo que reposa en tu falda”. Aunque no es nada holgazana esta canción llena de grandes percusiones que no podrían desembocar en un final mejor construido, con sus menciones al Tibet y a llegar a un monasterio “a través de los elementos y los océanos”.

26
A Coral Room
2005

‘Aerial’, el álbum doble que Kate Bush publica en 2005, 12 años después de su trabajo anterior, se divide en dos discos, ‘A Sea of Honey’ y ‘A Sky of Honey’. En el primero, Bush explora temas como la maternidad, la posibilidad de que Elvis Presley siga vivo o el número Pi, y en el segundo, que la artista presenta en una única pista sin cortes, nos narra un paseo durante un día de verano desde la mañana al anochecer. El trabajo es meditativo ante todo, y su cumbre emocional es ‘A Coral Room’. Una sobrecogedora canción a piano en la que Bush canta sobre el paso del tiempo a través del recuerdo de su madre, Hannah Bush, fallecida años atrás. La artista recuerda a su madre reír, cantar, simplemente de pie en la cocina, y con una simple mención a la «pequeño jarra marrón que guardaba su leche» y que ahora «guarda sus recuerdos», captura la profundidad emocional de esos pequeños momentos de manera escalofriante. Todo el mundo puede sentirse identificado con la emoción de ‘A Coral Room’, pero para quienes desgraciadamente la comprendemos a un nivel más personal es imposible no contarla entre las más acongojantes de todo su repertorio.

27
Under Ice
1985

Como narradora de historias, Bush alcanzó una pequeña cumbre creativa en ‘Under Ice’. Perteneciente a ‘The Ninth Wave’, la canción más breve de ‘Hounds of Love’ es a su vez la más tensa, pues narra la pesadilla que sufre la protagonista una vez ha caído rendida al sueño, tras horas vagando en medio del mar. En la pesadilla, el mar está completamente helado, y en ella la protagonista, después de esquiar por el vasto terreno helado, se descubre a sí misma ahogándose “bajo el hielo”. Es escalofriante y en lo musical, Bush plasma esta historia de manera magistral, con poco más que un arreglo de cello próximo a la psicosis, efectos de viento (la escribe completamente en su sampler favorito, el Fairlight) y la melodía vocal más misteriosa de todo el disco. La superposición de capas vocales hacia el final de la canción es ejemplo de que, con los recursos mínimamente necesarios, Bush crea una historia tan fascinante y terrorífica que merecería su propio cortometraje.

28
Symphony in Blue
1982

“I spent a lot of my time looking at the blue”. Uno de los mejores inicios de un disco de Kate Bush es el de la achispada canción que abre ‘Lionheart’, cautivadora de principio a fin desde sus contrastes. En la canción, Bush habla de nihilismo, celos, tristeza o de su miedo a morir, pero también deja una frase divertida sobre el sexo: “cuanto más pienso en el sexo, mejor se vuelve; aquí tenemos un propósito en la vida: es bueno para la circulación, bueno para liberar tensión y es la raíz de nuestras reencarnaciones”. Por otro lado, el “symphony” del estribillo, con esa melodía aguda que parece llamar a los lobos, es irresistible. Bush dijo que ‘Symphony in Blue’ estaba inspirada en las ‘Gimnopédies’ de Erik Satie y de hecho tocó esta composición en la intro de su interpretación de esta canción en la tele, durante un especial navideño. Curiosamente, Bush llegó a usar la melodía de ‘Clair de lune’ de Debussy en una canción posterior, ‘You Want Alchemy’.

29
Mother Stands for Comfort
1985

Sin hacer caso a la letra, ‘Mother Stands for Comfort’ parecería un homenaje al amor de una madre, pero en realidad esconde otra de esas historias turbias que tanto le gustan a Kate. Estamos ante una confesión: el personaje protagonista ha matado a una persona y busca refugio en su madre… y lo consigue, pues ella ante todo es una madre y por su hijo, será capaz de “esconder al asesino” y al “hombre loco” del mundo. La instrumentación de ‘Mother Stands for Comfort’ es mínima, pero con pocos elementos Bush crea una canción emotiva y dinámica, en la que parecen convivir dos sensaciones, la de absoluta seguridad ante la protección de esa madre que “seguirá siendo una madre”, y la de cierto delirio ante el atroz homicidio cometido, gracias a ciertos sonidos de la canción y a la presencia de gritos. El tema nunca llega a alcanzar la locura, pero está claro que algo empieza a cocerse por aquí.

30
Feel It
1978

Una de las cosas que más molan de Kate Bush es que ha sido capaz de escribir baladas eróticas realmente preciosas. En palabras de la artista, ‘Feel It’ habla de una mujer que siente “muchas ganas de disfrutar de su relación con un hombre al que todavía no ha explorado”, y la letra retrata a la narradora (que no ha de ser Kate Bush, ella siempre ha negado la consideración de que todas sus canciones sean autobiográficas) en principio nerviosa, pero después entregándose a la pasión del momento, “sincronizando el ritmo” con su amante, sin importarle que sea “amor o solo lujuria”. Aunque el mejor momento de la canción llega cuando la chica, en éxtasis, ruega a su amante que observe el placer que en ella está produciendo: “mira lo que me estás haciendo”.

31
Get Out of My House
1982

Una de las canciones más cinematográficas y fascinantes de Kate Bush es la que cierra ‘The Dreaming’. Inspirada entre otras cosas en ‘El resplandor’ de Stephen King, un libro cuyo protagonista está aislado del mundo exterior, pero a la vez le acompaña una energía inquietante que no termina de identificar, ’Get Out of My House’ narra la historia de una persona que se aísla en su casa pero es perseguida por todos los rincones por un ente que le atormenta la existencia. Probablemente una metáfora sobre la depresión que da mucho miedo en su conjugación de gritos de angustia y desesperación y (literalmente) rebuznos (se menciona a una “mula” en la letra), la canción parece que va a colapsar en cualquier momento como la casa Usher de Edgar Allan Poe. ‘Get Out of My House’ es una de esas canciones hechas para traumatizar al oyente menos precavido. Una pequeña obra maestra en la discografía de Bush, y del terror hecho canción pop.

32
Snowflake
2011

En 2011, Kate Bush publicó el que hasta ahora es su último disco de estudio hasta la fecha, un ‘50 Words for Snow‘ de concepto invernal compuesto por canciones reposadas, de base pianística a excepción del single ‘Wild Man’, que duran entre 7 y 14 minutos y en los que Bush medita en torno a ideas relacionadas con la nieve, la niebla o el invierno en general (‘Wild Man’ habla sobre el yeti). La primera pista del disco, ‘Snowflake’, es una reflexiva balada a piano interpretada principalmente por Albert, hijo de Kate, quien desde la perspectiva de un copo de nieve narra el nacimiento de este en las nubes y su posterior caída a través del cielo a manos de ella, quien se encuentra esperándolo durante un momento de meditación, ajena al «ruido» del mundo. Una canción emotiva y capaz de parar el tiempo a pesar de su concepto microscópico.

33
The Kick Inside
1978

Dos años antes de que Prince publicara ‘Sister’, aunque 14 después de que Buffy Saint-Marie lanzara ‘The Incest Song’, Kate Bush compuso una balada bonita de llorar sobre el incesto cometido entre dos hermanos: un tema tabú entonces y también hoy en día que Bush convirtió en una de sus canciones más románticas y emotivas. Tan buena era que dio título a su debut -la sorpresa que se debió llevar el público al escucharla por primera vez debió ser mayúscula-. Inspirada en la balada tradicional ‘Lizie Wan’, en la que el hermano mata a su hermana tras dejarla embarazada, en ‘The Kick Inside’ es ella quien se quita la vida para proteger la reputación de su hermano y la letra es su nota de suicidio. Bush la interpretó durante un especial de televisión (grabado, por lo que la actuación es a todos los efectos un videoclip) en Efteling, el mayor parque de atracciones de Países Bajos, tumbada en un ataúd, con el pelo blanco y dejándose llevar por el río.

34
Suspended in Gaffa
1982

El cuarto single de ‘The Dreaming’ es uno de esos “raros temas autobiográficos” de Kate Bush según su propia autora. Un tema -al menos en apariencia- bastante sencillo pese a su riqueza instrumental y el álbum en el que se encuentra, marcado por unas juguetonas percusiones, un piano cabaretero y el sonido de una mandolina, entre otros instrumentos, que dan lugar a un tema saltarín pero reposado. En él, Bush habla sobre la necesidad imperiosa de encontrarse brevemente con Dios, pero siempre en el momento adecuado. El videoclip de ‘Suspended in Gaffa’ es especial, pues en él aparece la mismísima madre de Bush, Hannah, fallecida en 1992. Por cierto, el tema, que solo fue lanzado en la Europa continental y en Australia, fue top 38 en España, uno de los pocos países en los que registró entrada alguna.

35
Kashka from Bagdad
1980

Una de las canciones más bonitas de ‘Lionheart’ era esta canción con aroma cabaret y jazz sobre un romance homosexual que Bush presentó en directo en un programa de BBC dirigido principalmente a niños, Ask Apel, el 5 de septiembre de 1978. La letra habla en concreto de dos hombres, Kashka y su misterioso acompañante, que parecen vivir su amor en secreto en tanto la gente considera su relación “un pecado”, si bien por la noche “son vistos riendo, y amando”, pues ellos “saben cómo ser felices”. Bush, cual James Stewart en ‘La ventana indiscreta’, los observa desde la distancia: “veo sus sombras, altas y esbeltas, en la ventana de enfrente, y deseo estar con ellos”.

36
Rubberband Girl
1993

El primer single de ‘The Red Shoes’ es uno de los más abiertamente comerciales compuestos por Kate Bush. Parece mentira que le separen tan solo dos discos más en su discografía, pues estos son ‘Aerial’ y ’50 Words for Snow’, sus álbumes menos comerciales. ‘Rubberband Girl’ es una “canción pop tonta” según la describe Kate en una entrevista, lo cual se confirma en su final “caída en espiral”, pero también es un caramelo pop bailable y lleno de euforia en el que, más que nunca en la música de la cantante, asoma la influencia de Prince, quien, cabe recordar, publica su primer disco el mismo año que ella, y aparece acreditado en un tema de ‘The Red Shoes’. Para ‘Rubberband Girl’ además se hicieron dos vídeos, uno de los cuales pertenece a ‘The Line, the Cross and the Curve’, el corto que Bush publica conjuntamente a ‘The Red Shoes’, y en el que cual son presentadas 6 canciones del álbum.

37
Night of the Swallow
1982

En esta balada de ‘The Dreaming’, Kate Bush se pone en la piel de una chica cuyo novio se dedica al contrabando. En la letra, él se dispone a abandonar el apartamento en el que se encuentran ambos para continuar con su trabajo, pero ella le ruega que no vaya y se quede con ella. Una metáfora, en palabras de Bush, sobre el momento en que una relación se torna complicada cuando él se siente atrapado y ella siente una necesidad imperiosa de mantenerlo a su lado, por miedo a que la abandone. En la canción, interpretada con una gran angustia y teatralidad por parte de Kate, la cantante despliega por todo lo alto su interés por la música irlandesa, reuniendo a varios músicos irlandeses que tocan instrumentos como el bouzuki, la gaita o la flauta irlandesa. El tema es por tanto lanzado como single en Irlanda, aunque sin éxito.

38
The Fog
1989

Kate Bush ya había escrito sobre la relación de amor entre padre e hijo en ‘Cloudbusting’, aunque haciendo uso de una historia ajena. ‘The Fog’, al contrario, es autobiográfica. “Es una canción bastante compleja”, explicaba Bush, “en tanto es muy acuosa, ya que intenta representar una gran extensión de agua, y habla sobre estar en una relación y recordar cuando eras niño y aprendías a nadar”. ‘The Fog’ “usa ambas situaciones para hablar de la idea de aprender a dejar ir”, apuntaba la cantante. El tema contiene un elemento “acuoso” en su instrumentación y diría que la melodía incluso evoca cierta sensación de frío; sin embargo, es a su vez tremendamente cálido gracias a su dramática y preciosa sección orquestal, que ofrece cierto contraste con el resto de la instrumentación, lo que incluye un pito y un arpa celta. El propio padre de Bush habla en la canción, lo que refuerza su componente nostálgico.

39
Moving
1978

Antes de publicar ‘The Kick Inside’ en febrero de 1978, Kate Bush se formó en clases de baile interpretativo y mimo, de ahí que sus actuaciones en directo hayan sido siempre tan teatrales. Su profesor fue Lindsay Kemp, fallecido en agosto de 2018, que también impartió clases a David Bowie y a quien Bush dedicó ‘Moving’, no en vano la canción que abría su debut. Una canción pasional, más 70s imposible, en la que la británica evoca a una persona que se “mueve como el líquido”, que “hace bailar a tu espíritu” y cuya belleza es tan “potente” que hace añicos al “lirio” que hay en su interior. Curiosamente, el tema, en el que la aguda voz de Bush suena eso, “líquida”, empieza con el sample de una canción de ballena, extraída de una compilación del biólogo Roger S. Payne, que descubrió los cantos de la ballena jorobada. Es la época en que Bush es producida por otras personas (en concreto por hombres), algo que cambiará con el paso del tiempo. A partir de ‘The Dreaming’, su cuarto álbum, Bush sería productora única de todos sus trabajos, un precedente absoluto de las reivindicaciones que recientemente han abanderado artistas como Björk, M.I.A., La Roux o, hace unos días, Zara Larsson y Ariana Grande (quien ha comentado el post en Instagram de la primera).

40
Lily
1993

En ‘Lily’, Catherine lleva su afán de experimentación a nuevos lugares: la canción presenta una de sus bases rítmicas más industriales, pero a su vez incorpora el sonido de instrumentos tan poco habituales en la música pop como la fujara (una flauta de tesitura baja propia de Eslovaquia) o unos cuencos tibetanos. Estas texturas instrumentales sirven a Kate para contarnos la historia de su relación de amistad con Lily Cornford, una curandera inglesa especializada en cromoterapia a la que Kate admiraba por su fortaleza y sabiduría. El final de la canción, en el que Kate se pone a aullar como una cosaca, puede ser el motivo por el que la propia Lily la consideraba «hilarante».

41
Breathing
1980

La mujer que escribió sobre un amor incestuoso en su primer disco o que más tarde escribiría sobre el movimiento de una lavadora en marcha decidió que el primer single de ‘Never for Ever’, su tercer largo, el cual fue número uno en Reino Unido, sería esta canción compuesta desde la perspectiva de un feto que anticipa la llegada de una guerra nuclear, y que por supuesto la británica representó en su videoclip, metida dentro de una burbuja de plástico. Inspirada -de nuevo- en ‘The Wall’ de Pink Floyd, como es evidente en el sonido de rock progresivo de la canción y en su tono post-apocalíptico, con esas voces radiofónicas hacia el final que describen el destello de una bomba nuclear, Bush declaró en su momento que esta era la mejor canción que había escrito, «épica» y su gran “sinfonía”. Escuchada hoy en día, no es su canción épica más redonda, pero fue un single más que digno de ‘Never for Ever’, pues incluso alcanzó el número 16 de las listas británicas. En cualquier caso, Kate Bush no sabía, entonces, que lo mejor estaba por venir.

42
Reaching Out
1989

Michael Nyman aportó el arreglo de cuerdas en esta canción que habla sobre la naturaleza cambiante de las cosas. Una power-ballad de estrofas próximas a lo monástico, pero estribillo dramático como manda la época, en la que vuelven algunas de las preocupaciones que han plagado durante años las letras de Kate en ‘The Sensual World’ y otros discos, como la niñez o el cielo. “Mira cómo la flor se inclina instintivamente hacia la luz”, canta la artista, “mira cómo el corazón trata de alcanzar instintivamente, sin razón más que para tocar”. Bush se inspiró en la imagen de una estrella que se aleja en cuanto alguien intenta tocarla, señalando: “realmente no te puedes aferrar a nada porque todo cambia, sin embargo, los seres humanos tenemos una necesidad terrible de mantener las cosas tal y como son, aunque estas cosas sean malas”. La realidad es que “las cosas fluyen, es el equilibrio de las cosas”.

43
Jig of Life
1985

La pista 10 de ‘Hounds of Love’ fue a su vez cara B del single que titulaba el álbum. Es uno de tantos episodios irlandeses en la discografía de Bush empezando por su mismo título, pues “jig” se refiere a un tipo de danza popular irlandesa, y siguiendo por la presencia en él de instrumentos como la gaita, el bouzouki o el violín irlandés. Es un tema vivaz y alegre, que Bush compone en Irlanda con músicos locales tras una temporada escribiendo en el campo, en concreto en el estudio que construye en el verano de 1983 detrás del establo de casa de sus padres, donde nace la mayor parte de ‘Hounds of Love’. Perteneciente a ‘The Ninth Wave’, en ‘Jig of Life’ es el futuro el narrador de la historia, que se le aparece a la protagonista para pedir que no se rinda, pues si muere él ya no existirá.

44
Don’t Give Up
1986

Kate Bush ha hecho pocas colaboraciones en su carrera, pero al menos una de ellas, con Peter Gabriel, fue un éxito comercial (top 9 en Reino Unido) que incluso llegó a España, donde fue top 13. Inspirada en las fotografías de Dorothea Lange que tan duramente retrataron la Gran Depresión de los años 30, ‘Don’t Give Up’ iba a ser de hecho una colaboración con una cantante americana, Dolly Parton, pero esta rechazó la propuesta de Gabriel y Bush ocupó su lugar, lo cual no dejaba de tener sentido pues Gabriel buscó que la canción admitiera una lectura contemporánea relacionada con la Inglaterra de Thatcher. Así, en esta balada atmosférica y de punteos africanistas incluida en ‘So’, uno de los discos más importantes de Gabriel, el cantante interpreta a un hombre derrotado por una vida miserable e incapaz de encontrar trabajo, mientras una Bush angelical ofrece el contrapunto de esperanza, cantando “no te rindas, tienes amigos, no te rindas, no estás solo, no te rindas, estamos orgullosos de quien eres”. Aunque parece que la canción literalmente ha salvado vidas gracias a su mensaje, es una de las más almibarada jamás cantadas por Kate, quizá porque su emotividad parece algo forzada. En cualquier caso, un tema imposible de obviar en el repertorio de la cantante debido a su éxito, aunque su vídeo minimalista, que muestra a Kate Bush y a Peter Gabriel abrazándose durante 6 minutos y medio, no es el mejor de la carrera de ninguno de ellos.

45
Waking the Witch
1985

Hounds of Love’, la gran obra maestra de Kate Bush, es un álbum dividido en dos secciones, la de los singles y ‘The Ninth Wave’, una suite protagonizada por una persona -interpretada por Kate- que se encuentra sola por la noche en medio del océano. En esta sección conceptual, los espíritus del pasado, el presente y el futuro de esta persona aparecen en sus visiones para mantenerla despierta durante la noche y evitar que se ahogue. En ‘Waking the Witch’, el tema más experimental del disco, una verdadera cacofonía de pianos, voces familiares y extrañas, grandes percusiones, rugidos e incluso el sonido de un helicóptero sampleado de ‘The Wall’ de Pink Floyd, Kate Bush sume a su protagonista en una alucinación que pasa de lo evocador a lo terrorífico cuando de repente es presa de una caza de brujas. Una metáfora, en palabras de la cantante, sobre el modo en que el machismo minusvalora la intuición femenina. ‘Waking the Witch’ es una de las composiciones al Fairlight CMI de Bush más ambiciosas y logradas.

46
Kite
1978

‘Kite’, que habla sobre la necesidad de explorar pero también de la importancia de echar raíces, en una letra cuyo personaje nota sus pies pesados hasta que sale volando por los aires, pero empieza a echar de menos la tierra, es una de las canciones más dinámicas de ‘The Kick Inside’ en cuanto a su composición e instrumentación. Sus versos emplean un ritmo reggae, la melodía usa dos modulaciones no tan habituales en el pop y el tema incluye entre otras cosas la típica melodía de un órgano de feria, aportando color. Aunque probablemente la gran curiosidad de ‘Kite’ es que fue la primera canción que Bush interpretó en vivo durante su primera aparición televisiva en la televisión alemana, en febrero de 1978. La segunda canción que hizo en aquella presentación fue ‘Wuthering Heights’ y ‘Kite’ fue de hecho la cara B de aquel single que cambiaría la vida de Bush y también la historia del pop.

47
Heads We’re Dancing
1989

Es una pena que ‘The Sensual World’ solo produjera tres singles en total, porque las historias que narran muchas de sus canciones daban para vídeos muy interesantes. La de ‘Heads We’re Dancing’, con sus grandes ritmos marca años 80, nos sitúa en concreto en el año 1939 “antes de que empiece la música”. Estamos en una fiesta y nuestra protagonista es invitada a bailar por un encantador caballero. Ambos bailan y lo pasan bien. Al día siguiente, la chica lee los periódicos y descubre que ha estado bailando con el mismísimo demonio. “No puede ser verdad”, se dice ella, pero como Bush contaba en una entrevista, “a veces el demonio no es como esperas que sea”. Una canción oscura pero con el punto cómico justo para no ser tomada en serio -quizá por ser bastante inverosímil- que es bastante querida por los fans, aunque reconozco que no es de mis favoritas.

48
Eat the Music
1993

The Red Shoes’ es probablemente el peor disco de Kate Bush por sus canciones, pero también por su sonido. Con el propósito de salir de gira (algo que jamás se cumple), Kate crea un disco más apto para los directos y menos caracterizado por la arquitectura sonora de sus trabajos previos, y opta por grabarlo digitalmente en lugar de con cinta analógica. El resultado es un trabajo que no ha envejecido nada bien como muestran las guitarras de ‘Eat the Music’ o en general la instrumentación de todo el álbum. ‘Eat the Music’ al menos destaca por sus aires tropicales y por su letra, que ademas de rimar “banana” con “sultana” y de mencionar mangos y papayas, rompe una lanza a favor de la emoción masculina: “¿acaso él esconde lo que realmente siente? Él es una mujer en el fondo, por eso le quiero / abrámosle de par en par, como a una granada, de dentro a afuera, todo es relevado, no solo las mujeres sangramos”. Suena especialmente relevante hoy en día.

49
Sexual Healing
2005

Esta canción perteneciente a la etapa de ‘Aerial’, el primer y único álbum doble de Kate Bush, ni es original ni data de 2005 en realidad: es una versión de Marvin Gaye que Kate grabó en 1994 para el álbum de Davy Spillane ‘A Place Among the Stones’, del que fue excluida, y que permaneció inédita hasta que muchos años más tarde salió como cara b del single ‘King of the Mountain’. Es difícil destrozar una canción tan buena cuando eres Kate fucking Bush y su versión siempre me ha parecido deliciosa y digna de ser escuchada, lo cual ya es más de lo que puedo decir de ‘Aerial’, un trabajo -a mi parecer- demasiado blando y templado que además ya sonaba viejuno a su llegada. Era curiosa ‘Pi’, bonitas ‘A Coral Room’ y ‘Prologue’… pero me quedo con esta divertidilla ‘Sexual Healing’ en la que Catherine volvía a cautivarnos con su sensualidad, lo cual no ha hecho tantísimas veces.

50
Hammer Horror
1978

‘Hammer Horror’ fue el primer fracaso comercial de Kate Bush. La cantante, que venía de apuntarse dos singles que habían sido top 10 en la lista de singles británica, solo alcanzaba el número 44 con esta rockera y divertidilla composición sobre, atención, un hombre que asume el papel principal de ‘El jorobado de Note Drame’ al morir su amigo, y es perseguido entonces por el fantasma de este, cuya ilusión en la vida había sido hacer ese papel y cree que su amigo le ha arrebatado la oportunidad al estar su carrera en horas bajas. El tema apuntaba claramente a un sonido más maduro para el segundo disco de Bush, ‘Lionheart’, publicado en 1978 solo 9 meses después del primero, aunque las críticas originales fueron bastante tibias.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: kate bush