Televisión

‘Better Call Saul’ se hizo mayor: cómo el spin-off de ‘Breaking Bad’ dejó de necesitar a papá

“It wasn’t me, it was Ignacio! ¡Siempre soy amigo! ¡Amigo del cartel!” gritaba Saul en su primera aparición en ‘Breaking Bad’. Cuando un atónito Jesse le pidió que hablase en inglés, Saul nombró a otro conocido: “Lalo didn’t send you?”. ‘Better Call Saul’ inició su andadura con “Ignacio” entre sus personajes, e incorporando a “Lalo” en la cuarta temporada, pero, más allá de eso, no teníamos ninguna pista en la serie original sobre los caminos que se tomarían en este spin-off. Por supuesto, dado su carácter de precuela, sabíamos que Jimmy McGill iba a ir perdiendo más y más ética hasta acabar convertido en Saul Goodman, abogado metido hasta las cejas en el mundo del narcotráfico y que no se escandaliza al hablar de asesinatos. ¿Cómo? Ésa era la pregunta a resolver en ‘Better Call Saul’, y lo que debería satisfacer a los fans de Walter White y compañía… pero era también parte de su debilidad. Tenía su gracia ver interactuar a Saul y Mike en un contexto tan distinto, pero tenía su gracia una vez, dos, tres… si veías «BCS» solo por ese tipo de cosas, te iba a aburrir pronto. Y a muchos les aburrió pronto. Estoy de acuerdo con ellos en que, para enganchar y conseguir un producto de calidad de seis temporadas, no es suficiente con esas “gracias”, y hace falta bastante más que anécdotas de ese tipo. Pero, si se bajaron del carro en los primeros episodios de la serie pensando que eso iba a ser todo, les aconsejo que vuelvan: a solo una temporada de su final, ‘Better Call Saul’ ya ha dado bastantes pruebas de que su entidad va mucho más allá de esas anécdotas. Algunos, incluso, la sitúan por encima de la serie original.

Considero que ‘Breaking Bad‘ y ‘Better Call Saul’ son series que quieren contar historias distintas y, sobre todo, con un tono muy distinto, así que intentaré hablar más de paralelismos que de comparaciones. Pero hay una excepción: Kim. Uno de los personajes totalmente inéditos (ni aparecía en ‘Breaking Bad’ ni fue mencionada) se ha convertido en el favorito de la crítica, y también de los propios seguidores de la serie… Sí, ese mismo fandom que no soportaba a Skyler. El machismo que había tras las críticas al personaje de Anna Gunn puede explicar también el amor hacia el de Rhea Seehorn: Kim es absolutamente fiel a Jimmy/Saul, es su apoyo incondicional… y, evidentemente, Skyler no lo era con Walt. Pero creo que Gilligan sabe que, en parte, fue su culpa: Skyler, como personaje, estuvo casi siempre en función de Walter. Mientras podíamos ver otras facetas de Mike, Hank, Gus (y, por supuesto, Jesse), Skyler “era”, existía, en función de Walter. No poder conocer bien a Skyler hacía difícil empatizar con ella a un público que ya de por sí iba a mirarla con prejuicios. Y con Kim pasa todo lo contrario; por supuesto que su relación con Saul ha sido y es importante, pero la hemos visto en distintos ámbitos, hemos visto cómo es, hemos visto qué piensa, qué quiere, etc. Y, ojo, el mérito es de Reehorn: la idea original era que Kim fuese un interés amoroso de Jimmy que iría perdiendo importancia, pero la actriz tenía una propuesta muy clara sobre su personaje y, a medida que iban viendo cómo la interpretaba, se dieron cuenta de su error. Y no es el único mea culpa que han entonado: Tony Dalton (Lalo) cuenta que quiso cambiar el estereotipo del “narcotraficante mexicano moreno que no habla inglés y está todo el rato enojado” dándoles a Gilligan y Gould una visión distinta de la que le pidieron, pero que es la que ha conseguido que la audiencia termine enamorada -y acojonada- de Lalo.

La labor interpretativa en ‘Better Call Saul’ es excelente, sí, pero es obvio que en la visión general de la serie ayudan unos cuidadísimos guiones que hacen que muchos capítulos (de esta temporada, casi todos) puedan estudiarse a modo de lección de cómo elaborar un guión sin fisuras. Un ejemplo es el 5×09, con ese “estallido constante” en una escena

que dura cinco minutos pero parece una hora si lo medimos en cómo nos hemos comido las uñas. Pero también el 5×08, ese regreso al desierto como escenario catártico, donde Jimmy se pregunta por qué hace lo que hace. Pero el ganador quizás sea el 5×03, una auténtica delicia de principio a fin, tanto en el uso de los símbolos (ese helado), como en la tensión que se palpa en las dos tramas (Jimmy vs Lalo, Kim vs Mr. Acker), como en la intimidad de una escena (“para mí tiene más intimidad que las de sexo”, cuenta Seehorn) donde los personajes pasan por varias emociones sin un solo diálogo. Una escena que nos hace odiar más a la serie por ver esa relación (¿amorosa? ¿amistosa? ¿ambas?), una de las mejor construidas en las series de los últimos años, y saber que no va a acabar bien. Por ‘Breaking Bad’ sabemos que esa relación con tanta química (jé) va a acabar muy mal, y muchos temían por la vida de Kim en esta temporada. Porque siempre –y especialmente en esta tanda de episodios– hemos dado por hecho que Kim iba a morir, pero tras ese cierre pienso que estábamos mirando al objetivo equivocado. Estábamos demasiado ocupados pensando cómo Jimmy se “volvía malo”. ¿Y Kim?

Porque hemos hablado antes de ‘Bagman’ y de “por qué Jimmy hace lo que hace”, pero, ¿por qué Kim hace lo que hace? Eso es algo que ella misma parece haberse preguntado, y a su vez está relacionado con otra frase que el propio Lalo le dice a Jimmy: “¿qué hace una mujer así con un tío como tú?”. Seehorn cuenta en la mencionada entrevista que, por muchos defectos que tenga Jimmy, hay algo en él que despierta respeto -y casi que admiración- en Kim: no lo ha tenido fácil, y nunca se ha rendido. Aunque su ética haya sido discutible, siempre se le ocurría algo. “Es una cucaracha, born survivor” le decía Lalo, y estaba en lo cierto. Y eso impresiona bastante a una persona que no venía de un contexto fácil, que desde muy pequeña ha tenido muchas dificultades, que ha tenido que trabajar no el doble sino el cuádruple para todo, y que está hasta el coño -su evolución al respecto ha sido maravillosa- de toda esa gente que no ha tenido que esforzarse y que, aún así, está un escalón social por encima de ella. Porque igual que ‘Breaking Bad’ no hablaba solo de “un buen hombre que se vuelve malo”, sino del horrible contexto que le obliga a ir corrompiéndose (aunque luego se descontrole), ‘Better Call Saul’ no quiere contarnos simplemente cómo Jimmy pasa a ser Saul. Ni siquiera cómo Kim se desajusta la coleta. Quiere enseñarnos el por qué, las injusticias estructurales de un sistema que se ensaña con el más débil, y que parece imposible de cambiar si no te ensucias las manos. Jimmy se ensucia las manos. Y eso a Kim le encanta. Y a nosotros nos encanta, y a la vez nos horroriza, ver cómo termina ese camino de autodestrucción en el que, ahora sí, ambos están metidos. Coronavirus mediante, podremos ver el final de estos personajes el año que viene (¿o el siguiente?), tanto su choque con la línea temporal de ‘Breaking Bad’ como ese futuro en el que Jimmy es Gene, y Kim está… ¿muerta/viva/en la cárcel? Hagan sus apuestas. 9.

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Publicado por
Pablo Tocino