Y ahora ha vuelto a dar que hablar y a dividir a la opinión pública (o sea, Twitter) por un vídeo en el que, teóricamente, pretende lanzar un mensaje de apoyo a «los bares y restaurantes españoles», dentro de una campaña que también ha contado con el apoyo de personalidades como Maribel Verdú, Antonio Resines, Hombres G, Ramón García o Boris Izaguirre. José María Sanz va más allá del apoyo y culmina su vídeo pidiendo que esos establecimientos sean Patrimonio de la Humanidad, lo cual ya es algo marciano. Pero lo más discutido es su discurso previo.
«¿Qué es un hombre sin un confesor? ¿Qué es un hombre sin su abogado? ¿Qué es un hombre sin su sastre? ¿Y qué es un hombre sin su barman? Menos que un hombre». Bienintencionado (no lo dudamos) y poético (esto sí) o no, lo cierto es que estas manifestaciones más propias de una campaña publicitaria surgida de ‘Mad Men’ son como poco cuestionables, en tanto que parece despreciar la integridad de cualquiera que no disponga de esos «recursos» tan poco comunes para cualquier españolito de a pie. Y, por tanto, las redes sociales se han dividido entre los que le tildan de «cuñado» o «troglodita» –jugando con el nombre de su banda de acompañamiento– y los que alaban «sus huevos» (¿?), su «falta de pelos en la lengua» y su «masculinidad tóxica» (entrecomillada, pero…). La verdad es que, acertado o no, es posible que esta iniciativa hubiera pasado sin pena ni gloria de no ser por él. Así que… ¿enhorabuena?