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5 descubrimientos del Atlántida Film Festival

Una de las funciones de los festivales de cine es dar a conocer obras de autores poco conocidos fuera de sus países de origen. Te recomendamos cinco películas del Atlántida Film Festival realizadas por tres directores y dos directoras a quienes hay que seguir muy de cerca

A son (Mehdi M. Barsaoui)

Atención a este director. Su debut en el largometraje es un drama tan bien construido y maduro, con un guión tan sólido (escrito también por él mismo), que no parece que sea una primera película. ‘A son’ (premio al mejor actor en el festival de Venecia para el francés Sami Bouajila y premio del público en la Seminci) se ha comparado con el cine de Asghar Farhadi. Y es cierto que se parece. Barsaoui utiliza las estrategias narrativas del thriller psicológico para confeccionar un vibrante drama de pareja, lleno de elipsis y giros inesperados, que funciona también como alegoría política (la historia está ambientada en Túnez durante la revolución de 2011) y denuncia social: la pervivencia de las estructuras de pensamiento patriarcales entre la población más liberal, el lastre de la moral religiosa en temas como el adulterio o la donación de órganos, el choque ideológico entre el progresista norte y el reaccionario sur… Una prometedora opera prima de un cineasta que dará que hablar. 8’5.

System Crasher (Nora Fingscheidt)

Otro debut impactante. Con su primer largometraje de ficción, Nora Fingscheidt ha arrasado en los premios del cine alemán y fue elegida para ir a los Oscar. Aunque eso sí, una parte importante de este éxito se lo debe al protagonismo de Helena Zengel, una prodigiosa actriz infantil que ya ha sido fichada por Hollywood (está rodando ‘News of the World’, la nueva película de Paul Greengrass protagonizada por Tom Hanks). La niña, que tenía diez años durante el rodaje, es capaz de soportar ella sola todo el peso dramático de la película. Y eso, en un drama social tan intenso como este, es mucho peso. ‘System Crasher’ es algo así como ‘Hermano mayor’ en clave de cine de autor (es patente la influencia estilística de los hermanos Dardenne). La historia de una niña asalvajada, abandonada por su madre, y su relación con el “hermano mayor” que el sistema le facilita para intentar “domesticarla”. Aunque en ocasiones se pasa de efectista y estridente, la película funciona bastante bien gracias a su enérgica puesta en escena y a la interpretación de su protagonista. Lo próximo de Fingscheidt será un thriller para Netflix con Sandra Bullock como actriz principal. 7’5.

I Was I Am I Will Be (Ilker Çatak)

Si ‘System Crasher’ fue la gran ganadora de los premios del cine alemán, ‘I Was I Am I Will Be’ fue la gran perdedora. Pero no por ello es peor película. El segundo largometraje del berlinés Ilker Çatak es un estupendo drama romántico protagonizado por dos personas pertenecientes a mundos completamente opuestos: una madura piloto de avión alemana con problemas de salud (una excelente Anne Ratte-Polle, conocida por la serie ‘Dark

’) y un joven kurdo que trabaja de gigoló en la turística Marmaris y busca emigrar a Europa a través de un matrimonio de conveniencia. A pesar de mezclar elementos con mucha carga sensiblera –enfermedad, inmigración, xenofobia-, ‘I Was I Am I Will Be’ nunca cae en la sobrecarga melodramática. Al contrario, explora con mucha delicadeza y profundidad psicológica la relación entre un hombre y una mujer muy alejados socialmente pero muy cercanos sentimentalmente. 8.

Moffie (Oliver Hermanus)

Oliver Hermanus lleva una década rodando cine. Sus obras se han presentado en Locarno (‘Shirley Adams’), Cannes (‘Skoonheid’) o Venecia (‘The Endless River’). Sin embargo, en España es un gran desconocido. Sus películas apenas se han podido ver en festivales especializados en cine africano. ‘Moffie’, también estrenada en Venecia, es el primer filme del director sudafricano que tiene un estreno mayoritario. La película ilustra las memorias del escritor André Carl van der Merwe, en las que narra su experiencia en la mili a principios de los 80, cuando Sudáfrica estaba en guerra contra las fuerzas comunistas de Namibia y Angola. La mayor virtud de ‘Moffie’ (“maricón” en afrikáans) es su capacidad para denunciar el racismo, la homofobia y la brutalidad del ejército sudafricano durante el apartheid a través de un punto de vista muy eficaz: la mirada tímida de un recluta que ha aprendido desde niño a apartar los ojos de lo que “no se debe mirar”. La tensión entre el deseo y el miedo, entre el impulso amoroso y el instinto de supervivencia, consigue inyectar intensidad emocional y cohesión dramática a un drama que a veces se pierde entre homenajes algo artificiosos a clásicos del género bélico como ‘La chaqueta metálica’ o ‘Apocalypse Now’. 7.

Sister (Svetla Tsotsorkova)

Una de las joyas escondidas del Atlántida Film Festival. Svetla Tsotsorkova llamó la atención hace cuatro años en el circuito festivalero con ‘Thirst’ (2015), un brillante debut que se pudo ver en San Sebastián, y con el que consiguió estar nominada en los premios del cine europeo. Con su segunda película, ‘Sister’, también presentada en el festival vasco (esta vez con premio en la sección Nuevos Directores), la autora búlgara ha vuelto a demostrar que es una de las directoras más prometedoras del cine europeo. La historia de ‘Sister’ gira alrededor de una mentirosa, una adolescente (interpretada por la magnética actriz no profesional Monika Naydenova) que trabaja en un pequeño taller de alfarería junto a su madre y hermana, y que utiliza la mentira para dar color y emoción a una existencia gris y rutinaria. Cuando uno de estos embustes se le vaya de las manos, revelará las verdades que se mantenían ocultas en su entorno doméstico y social. Tsotsorkova confirma su talento para combinar el relato naturalista, poniendo especial énfasis en la filmación del trabajo diario de las tres mujeres, con el drama intimista. Lo dicho, todo un descubrimiento. 8.

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