Así pues, una de las canciones más importantes de ‘Renaissance’ es claramente ‘Get Paid’, una de varias del álbum en las que Aluna indaga en su gusto por los ritmos caribeños, y en concreto por el dancehall clásico perpetrado hace décadas por gente como el panameño Kafu Banton, recientemente de actualidad en España gracias a su colaboración con la cantante barcelonesa Bad Gyal. De hecho, el término «bad gyals», extraído del criollo jamaicano, aparece en el estribillo de la canción pues esta es de hecho una colaboración con dos mujeres como son la rapera nuyorriqueña Princess Nokia -quien publicaba dos nuevos discos previamente a la llegada de la cuarentena- y la también rapera jamaicana Jada Kingdom.
No son tantas las veces que los artistas hablan literalmente de ganarse el sueldo en una canción, pero el mensaje de ‘Get Paid’ es mucho más hedonista que reivindicativo, como ya lo era por ejemplo el de ‘Just Got Paid
‘ del también caribeño Johnny Kemp (él era de Bahamas) publicado hace 30 años: «me pagan, salgo por la puerta, gano pasta, me la vuelvo a gastar» es el lema de esta relajada composición que remite a los tiempos en que el dancehall era prácticamente un secreto de las discotecas underground del Caribe y no uno de los sonidos más lucrativos del momento a nivel global. La canción, que lleva la palabra «cool» impresa por todas partes, está producida por el noruego Lido -conocido por su trabajo para Halsey, Chance the Rapper o BANKS- junto a Juny Mag, Soko7 (‘Drunk in Love’ de Beyoncé y Jay-Z) y la propia Aluna.En ‘Get Paid’, Aluna es la gran protagonista y canta sobre llegar al «viernes noche» después de «trabajar duro» toda la semana con ganas de compartir «buen rollo» y pasarlo bien con sus «amigas». A su vez, Princess Nokia deja el típico mensaje de autobombo («esas zorras que me odian quieren ser yo») rapeando sobre esas «carreras de Youtube que ve cayendo en picado», y Jada Kingdom lleva un poco más allá el fondo reivindicativo de la canción, rapeando en criollo: «lávate la boca cuando hables de mí, más te vale respetarme, nosotras hacemos lo que queremos, pero no trabajamos gratis». Más sobre este tema, en la mencionada entrevista.