Como avisa la portada de ‘nowhere, man’, este vuelve a ser un tema compuesto a modo «collage» por Tune-Yards, en el que sin embargo terminan mandando los instrumentos (aparentemente) tocados en directo. Las voces entrecortadas, fragmentos de ruido blanco y otros sonidos artificiales siguen estando presentes en este corte que, sin abandonar la estética lo-fi que ha solido caracterizar al proyecto, en realidad busca la bestialidad de los números de blues-rock más ensuciados y contundentes que a alguien le pueda venir a la mente. Con un pegadizo estribillo en el que Merrill canta «hi-hi-hide» como si estuviera riéndose maliciosamente de alguien, el tema termina construyendo una densidad abrumadora entre guitarras, pianos jazzy y baterías, sin dejar de ser accesible.
El momento cumbre de la letra llega cuando Merrill canta: «los bebés que gritan también son tu problema / parece que Jesucristo y (Bob) Dylan se equivocaron / si no puedes escuchar a una mujer tampoco puedes escribir su canción». La mención a Dylan es posiblemente una referencia a su tema de 1966, ‘Just Like a Woman‘, uno de los incluidos en su disco más pop, ‘Blonde on Blonde
‘, que hemos recordado recientemente junto a otros álbumes destacados del mítico cantautor, estos son, el más infravalorado y el que es ampliamente considerado el mejor. El tema recibió críticas por su supuesto sexismo y misoginia.El vídeo de ‘nowhere, man.’ imita la estética del cine mudo, parece de hecho un homenaje al trabajo de Charles Chaplin, y Merrill lo explica así: «Canción y vídeo de ‘nowhere, man.0 fueron creados bajo unas condiciones en las que nos sentimos que éramos relativamente llevados al precipicio. Quería plantear «¿cuán alto tengo que gritar y cantar para que se me oiga? Y el vídeo también pregunta: ¿qué es lo que no estoy escuchando? Esperamos que la música traiga energía y grandes ánimos de coraje a aquellos que ahora mismo estén gritando y cantando alto por la justicia».
‘nowhere, man.’ llega tres años después del lanzamiento del hasta ahora último álbum de Tune-Yards, el modesto aunque interesante ‘I can feel you creep into my private life‘. Antes llegó ‘Nikki Nakk’, su disco de consolidación, como probaba el éxito de ‘Water Fountain’, una de las mejores canciones de 2015. ‘w h o k i l l’, probablemente la gran obra maestra de Tune-Yards, publicada en 2011, a su vez era uno de los álbumes que recomendábamos a los fans del ultimo de Fiona Apple, con el que comparte elementos sonoros.