beabadoobee / Fake it Flowers

beabadoobee ya no tendrá que preocuparse de no llegar a fin de mes nunca más gracias al pelotazo dado por ‘death bed (coffee for your head)’ de Powfu, tema que basa su gancho melódico en el estribillo de su tema ‘Coffee’ y que suma cerca de 800 millones de streamings en Spotify y se ha quedado cerca de alcanzar el número 1 en Reino Unido. ‘death bed (coffee for your head)’ es a todas luces la cumbre comercial de ese «hip-hop lo-fi» que triunfa en Youtube, pero la joven cantante y guitarrista británica tiene otros intereses en mente.

El primer disco de Beatrice Kristi Laus mantiene las guitarras acústicas de ‘Coffee’ en canciones como ‘Horen Sarrison’ (una variación del nombre real de su novio, Soren Harrison) o la lo-fi ‘How Was Your Day’, pero prioriza las eléctricas en el que es un trabajo obsesionado con el rock alternativo de los 90. Es imposible no pensar en nombres como Nirvana, Liz Phair, Hole, Veruca Salt o Cranberries cuando se escucha el disco, pero las melodías de babadubi apuntan también a la música de aquellas discípulas del indie-rock más comercial que fueron Michelle Branch, Jennifer Love Hewitt o la primera Avril Lavigne, lo cual tiene lógica pues la cantante es una gran aficionada a las comedias románticas.

Buena parte de ‘Fake it Flowers’ es un compendio de canciones que babidubi compuso a los 17 años y sus letras hablan de relaciones obsesivas, infidelidades adolescentes, autolesiones, esos buenos momentos de la infancia que ya no volverán… y también de la complicada relación de la cantante con el cariño. La preciosa balada ‘Emo Song’ nos lleva a su infancia para hablar de «ciertos hombres» que la han marcado para mal, mientras ‘Together’ relata su necesidad de recibir afecto pero también de pasar página de ciertas relaciones. Si ‘Fake it Flowers’ hubiera salido en los 90 sería adalid de esa música «auténtica» que el pop comercial no era.

Sin embargo, lo que le falta a bidubabi son canciones perdurables. En ‘Fake it Flowers’ es difícil distinguir unas pistas de otras ya desde el inicio del álbum dada la tendencia de la artista por repetirse melódicamente a sí misma, y tampoco ayuda que el sonido del largo dependa tanto de sus influencias. Algunas de las canciones más contundentes, como ‘Worth It’ o ‘Together’, escanean el sonido del indie-rock de los 90 sin ofrecer mucho más, y ‘Back to Mars’ es en forma el tipo de balada desangelada que tanto le gusta a hacer a su compañero de sello, Matt Healy de 1975, pero más vacía de contenido.

Curiosamente, donde más destaca badibudabi es en las baladas, lo cual no sorprenderá a nadie dado el éxito de ‘Coffee’. Algunas de ellas, como ‘Sorry’ o ‘Horen Sarrison’, están exquisitamente orquestadas, y ‘Sorry’ nos deja un «crescendo» muy bien construido alternando guitarras acústicas y eléctricas, mientras ‘Further Away’ hipnotiza como una balada de Mazzy Star y ‘Emo Song’ es directamente la mejor canción del disco. Con todo queda un debut prometedor, pero demasiado centrado en la estética que busca imitar, en detrimento de las canciones.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: beabadoobee