A partir de este mensaje se producía un intercambio de tuits entre Blas y varios usuarios de la mencionada red social -algunos de ellos, simpatizantes del partido liderado por Santiago Abascal- que dejaba varias respuestas lapidarias por parte del cantante. Al mensaje «¿Pasabas por allí y has decidido “autorizar” de que puede hablar la gente?», el artista respondía: «Igual que ellxs autorizan lo que se le puede llamar matrimonio. A lo tuyo, que no es poco». A la orden de un tuitero de que se pusiera a trabajar, Blas contestaba que lleva trabajando «desde los 8 años», y cuando otro indicaba que «peinarse el tupé no es trabajar», el artista contraatacaba: «y comerle el culo a un nazi tampoco».
Ante el comentario de otro usuario que recriminaba a Blas meterse donde no le llaman, el cantante volvía a salir en defensa de Eurovisión: «Esto es un claro ejemplo de que no tienen ni idea de ESC. Y que no van a seguir ridiculizándonos porque no me da la gana». Finalmente, el intérprete de ‘Él no soy yo’ ha publicado un pequeño comunicado en el que defiende su acción: «No podemos arrodillarnos ante la adversidad. Eurovisión es el festival más grande de todos los tiempos, y me duele verlo herido. Se me hace un nudo en el estómago cuando alguien puede hacer comparativas en tono peyorativo sobre él. ¿Sabéis lo que trabaja RTVE para sacarlo adelante? Gente currando todo el año sin descanso para que ese día, ganemos o no, tengamos una pizca más de ilusión. Por eso, tengas la ideología que tengas, no ridiculices el trabajo de los demás».