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‘Un país para escucharlo’ retrató el «totum revolutum» que es Madrid

Todos los que -con mucha razón- os estáis quejando de centralismo con motivo de la borrasca Filomena estáis de enhorabuena: ‘Un país para escucharlo‘ decidió volver anoche a La2 con un especial «Comunidad de Madrid», porque ya sabéis, Madrid es de todos. Madrid es España dentro de España. ¿Qué es Madrid si no es España? Obviamente grabado hace semanas o quizá meses, el programa conducido por Ariel Rot presentaba su tercera temporada proponiéndose no dejar un estilo por recorrer (esa cosa llamada electrónica, si acaso), con un guión que fue de menos a más.

Me explico: el programa comenzó con lo menos ajeno al prime time, esto es, una actuación y una entrevista a Dani Martín, según Ariel Rot aún por alcanzar la cumbre de su carrera (???), y terminó con algo tan raro que ni nosotros lo habríamos demandado: una colaboración entre Ana Curra (de Pegamoides y Parálisis Permanente, para despistados, despistadísimos) y Antifan, una de las nuevas voces del post-punk, realizando una versión conjunta de ‘Quiero ser santa’. Siempre interesante escuchar a Curra hablar de cómo tener formación académica era una rareza en el mundillo, o explicar por qué Bach y Mozart le parecen los verdaderos punks.

El tono poético del programa, temerario en su horario de emisión, que bordea la medianoche aunque sin sobrepasarla, sirvió también para que Rayden hablara de cómo rap y poesía estaban destinados a ser hermanos. El rapero de Alcalá de Henares, el único que presentarías a tu abuela -en cuanto se pase la covid-, cantó y mostró su habilidad para un roto y un descosido, co-liderando las entrevistas, impertérrito frente a los diversos invitados. Algunos más próximos a su discurso, como Frank T y Shainny desde Torrejón de Ardoz, esta última asegurando que no es que vea los géneros de otra manera por ser más joven, sino porque ha nacido después. Y otros más ajenos, como Molly de Hamlet, Leo Jiménez y Mero Mero. En un programa casi exento de humor en su búsqueda de la música más trascendente de cada lugar, ver cómo estos agitaban sus melenas (el que tenía) en un momento de la presentación de ‘El dilema’, fue de lo más entretenido. Además, los jevis dieron como siempre

uno de los discursos más enriquecedores, reflexionando sobre por qué en España el rock se asocia a la izquierda a diferencia de lo que ocurre en otros países.

También estuvieron curiosas las actuaciones de Hinds haciendo una especie de mash-up de The Clash y Dover delante de Amparo Llanos, pero decantándose en este último caso por su hit más millennial, ‘Let Me Out’, y no por su era post-grunge; y Morgan, que como se encontraron rodando en Aranjuez siendo ellos de Las Rozas, decidieron versionar a sus colegas Rufus T. Firefly.

Siempre podremos argüir que «El Madrileño» faltó en el programa, como también PUTOCHINOMARICÓN, Carolina Durante, DORA o Pional, algunos de los cuales han aparecido en otros espacios de La2 incluso durante la misma noche, o en la edición que ‘Un país para escucharlo’ ya había dedicado a Madrid hace un par de años. Esta nueva sirvió más bien para retratar Madrid como un totum revolutum en el que lo mismo el rap es lo más que el indie ocupa portadas de las páginas de tendencias o el metal aguanta en el underground, caiga la nevada que caiga. En este revoltijo de estilos inconexos al otro lado de tu barrio, yo a quien de verdad eché de menos fue a Taburete.

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Publicado por
Sebas E. Alonso