Hoy vemos a C. Tangana en un avión, pues ‘El Madrileño‘ es un viaje que parte de Madrid a otros puntos del mundo, y pensamos en ‘Con altura‘. Pero su primer disco de «breakthrough», que supuso un enorme punto de inflexión respecto a ‘Agorazein presenta: C. Tangana’ (2011) ya era un vuelo. Lo primero que oímos en ‘LO▼E’S’ (2012) es una azafata dándonos la bienvenida a bordo, y lo último un epílogo en el que la misma azafata nos indica que estamos a punto de aterrizar. A punto de aterrizar en un nuevo mundo en el que la entonces llamada música urbana pasaría a la primera plana, pese a la reticencia de una industria musical anclada en el pasado.
Por aquel entonces el hip hop en español mantiene a su público fiel, y es habitual encontrarse discos de Tote King, Los Chikos de Maíz o Mala Rodríguez entre los más vendidos en nuestro país, pero C. Tangana ofrece otra cosa y ya en 2012 no quiere presentar ‘LO▼E’S’ como un disco de hip hop propiamente dicho. Rapea desde los 15 años, cuando era conocido como Crema, y reconoce que ‘Leyendas legales’ de Hermanos Herméticos le ha cambiado la vida, pero anda diciendo en las entrevistas de aquel año que le vuelve loco Toro y Moi, que ha estado dos años «a fuego» con ‘Pop negro’ de El Guincho y ‘Radio Music Society’ de la cantante de jazz Esperanza Spalding. Era también un moderno de la vida: ¿alguien recuerda esta inenarrable entrevista cruzada entre Agorazein y Linda Mirada? ¡Sale C. Tangana preguntando a Linda Mirada qué fue de José!
El resultado es un álbum de sonido chill y referencias directas a gente tan dispar como improbable: Billie Holiday (sampleada en el primer corte), Bob Dylan (un Dios para el padre del rapero, sampleado en el interludio ‘Buenos tiempos (Judas)’) y Marvin Gaye (sampleado en ‘WRLD’). Ahora que El Madrileño ha revisitado la música latina y el flamenco, es justo recordar que en ‘LO▼E’S’ hay un sample de ‘Bésame mucho’ y que en aquella época ya decía que el disco ‘Tú, ven a mí’ de La Tana era «el que más había escuchado en su vida», situando a Diego del Morao como uno de sus «guitarristas favoritos» y sentenciando que le «encantaría haber currado con Paco de Lucía».
‘LO▼E’S’, con la co-producción de Fabi, tampoco es eso, aunque sí un álbum un tanto «Judas» para los puristas del género en castellano. Es ante todo un disco de texturas acuosas, en el que las referencias a la chillwave son su mayor hándicap: no es Toro y Moi lo que mejor ha envejecido de una época en la que hacía un lustro que ya conocíamos a Burial y en la que ya había salido el primero de James Blake. Uno mataría por que esa base electro que se oye al comenzar el disco fuera hacia algún sitio, pero su producción era tan anacrónica entonces como nos resulta ahora, si bien hay que elogiar la voluntad de huir de la música que había escuchado durante su adolescencia en un momento en que el rapero no tiene más que 21 o 22 años.
Brilla, además, su flow, sumando seguidores y rara vez restando -pese al ruido que hacen siempre los «haters»-, en unas canciones que no pierden de vista la melodía, como sucede en ‘She Said’, con su reconocible estribillo «I love you / You know that I need you»; ‘Bésame mucho’ con su referencia a Robert De Niro; o ‘Fechas’, con un estribillo «Go back, nunca más, nunca más» que también se graba a fuego.
Y brillan también invitados como Sticky M.A., en aquel momento conocido como Manto, con un rap visionario en ‘Quiero’, en el que además de hablar de amor y dinero, pues esta es la gran contraposición de un álbum que se llama ‘LO▼E’S’ como juego de palabras entre «Love is» y «LOW €’s», proclama: «Que le den al mainstream, que le den al underground / Esto no es New York, ni Texas, ni Baltimore, pero hace calor / Recuerdo todas esas tardes robando alcohol». Macarrismo adolescente, drogas, influencias del hip hop americano, algún arrebato subido de tono… pero también una serie de ideas muy claras que han terminado siendo decisivas en el curso del pop en nuestro país. Sale Kaixo Sama proclamando que «El futuro es negro, más que Obama y Malcolm X» en la penúltima pista, pero no lo sería, desde luego, para C. Tangana.