Música

Sen Senra / Corazón cromado

Sen Senra parece uno de los grandes damnificados por la pandemia en España: era un artista en crecimiento a punto de dar el salto cuando se desmoronó el mundo. ‘Sensaciones‘ se publicó en las últimas semanas de 2019, pudimos llegar a ver una tímida presentación en vivo para prensa y amigos, pero el artista no pudo desarrollarse como habría correspondido en una gira propiamente dicha ni mucho menos en festivales. Sus seguidores, eso sí, continuaron creciendo. Como se pudo comprobar en cuanto pudo actuar en Madrid, las entradas volaron, el pase en un teatro de la ciudad hubo de triplicarse y el delirio colectivo fue de frotarse los ojos: vítores por cada acorde de R&B al aire, por cada gesto, por cada vez que el artista se quitaba una capuchita. Con casi un millón de oyentes mensuales en Spoti, no cabe duda de que Sen Senra está muy arriba, pero la pregunta es dónde estaría de no ser por la pandemia.

Para ayudarnos a averiguarlo, y a falta de un disco realmente redondo, pues ‘Sensaciones’ presentaba una segunda mitad algo farragosa, el proyecto ideado por Christian Senra presenta un conciso EP, aún en Sonido Muchacho, pero lanzado en asociación con Universal, prueba de que grandes cosas han sucedido y más grandes cosas aguardan. Quedando en tierra de nadie la estupenda ‘Nada y nadie’, una de las mejores canciones de 2020, ‘Corazón cromado’ sí reúne algunas de las grabaciones que Sen Senra ha venido publicando durante los últimos meses, algunas de las cuales han crecido mucho con el paso del tiempo. También hay un par nuevas, una de las cuales cuenta con la colaboración sorpresa de un tal C. Tangana.

Entre las que ya conocíamos, me ha terminado generando una especial debilidad (y también al público a tenor de sus números), ‘Wu Wu’ junto al colombiano Feid. Es una de sus composiciones más tórridas, con permiso del primer corte de este EP, ‘Perfecto‘ (la de «Me lo paso tan bien cuando estoy jodiendo»), perfectamente desarrollada en cuanto a ganchos, ahora que Sen Senra cita en las entrevistas a gente como Santana. Tanto el «no hay ninguna que tenga tu mismo nivel» como el «tienes todo el wu wu» encandilan como los punteos del mítico guitarrista.

El nuevo single ‘Sublime’, en la estela del The Weeknd que se dejó producir por Daft Punk cuando estos existían, es de las canciones de Sen Senra que se arriesgan a caer en la mímesis de lo internacional (como en ‘Sensaciones’ sucedía con ‘Tal vez no sea suerte’ y su inspiración en Kanye West), pero la verdad es que el registro le sienta de maravilla y se trata de una producción muy necesaria para dinamizar el álbum. Una producción, la de ‘Sublime’, que ha realizado él completamente en solitario, por cierto.

Aunque seguramente todas las miradas se centren en el tema colaborativo con El Madrileño, en el que también se han involucrado Alizzz por parte de este y Anxo Ferreira como es habitual en el caso de Christian. ‘Qué facilidad’ no es el hit más obvio que han tenido ni Sen Senra ni C. Tangana. Lo que sí es es una canción divertida, crápula, sobre un after de mala muerte, que evoluciona de un tímido inicio jamaicano hacia una guitarra disco mejor acabada que la de ‘Guerrera’. «Aquí nadie va pa casa» y «Es mejor cualquier garito que irme pa casa y dormir solito», dice con guasa C. Tangana en otro contrapunto divertido muy necesario en el universo sangrante de Sen Senra.

Y luego está lo de la particular ‘Tumbado en el jardín viendo atardecer’, que no en vano ocupa la posición central de este EP. La primera sensación es de desconcierto, pues Sen Senra parece haber desperdiciado un arpegio de sinte buenísimo que pedía ser un hit a gritos, con una grabación que opta en cambio por lo experimental. La impresión definitiva es que se trata de una canción llena de magnetismo y momentos mágicos, definitivamente encauzada por su buen vídeo. “Hice lo que hice porque quise, sin pensar en nada más”, dice, siendo una de sus muchas declaraciones de intenciones, como las que encontramos en la balada final ‘Me valdrá la pena’, una canción de autoafirmación, en la que se anima a sí mismo y a sus seguidores a apostar y arriesgar. La música suena tortuosa porque lo ha pasado mal, pero el mensaje final es esperanzador. Quizá porque en el fondo sabe lo que en esta vida le espera.

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Publicado por
Sebas E. Alonso