Sen Senra explota su vena de artista sui generis «tumbado en el jardín viendo atardecer»

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Sen Senra explota su vena de artista sui generis «tumbado en el jardín viendo atardecer»

Hace algo menos de un mes, Sen Senra dio hasta 3 conciertos en el Teatro Nueva Alcalá de Madrid con todo agotado. La expectación en los primeros segundos del set, y los pequeños efectos de luz y sonido para su salida a escena fueron propios de una estrella internacional, tamaño Billie Eilish. El delirio de las masas sentadas en sus butacas era tal frente al joven artista cada vez que tocaba un acorde random en la guitarra eléctrica o se quitaba tal complemento de la cabeza, que el efecto fue casi contraproducente para fans casuales: salí de allí con más dudas que certezas sobre la valía de Sen Senra y su disco ‘Sensaciones’, del que además no interpretó en vivo el hit ‘RRIINNGG’ por razones desconocidas. Lo único claro es que se estaba consolidando un ídolo de masas, como ya había apuntado la ágil venta de tickets.

La canción que se ha estrenado hoy pertenece a su nuevo EP ‘Corazón Cromado’ y viene para certificar que hay otra cosa segura. Si Sen Senra es realmente el Frank Ocean español como algunas voces aseguran no lo es por su querencia por el R&B sino por su desafío a no casarse con un solo estilo. ‘Tumbado en el jardín viendo atardecer’ empieza como una balada de italo disco y dream pop tipo Chromatics, pero cada supuesto «puente», cada supuesto «estribillo» (de «lo que fue queda para siempre» a «Hice lo que hice porque quise sin pensar en nada más») la van empujando hacia otro lugar.

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Con un peldaño menos de carisma de lo que aparenta, como manifiestan versos recordables pero tampoco especialmente brillantes como «no me defienden mis espinas, me defiende mi fragancia», ‘Tumbado en el jardín viendo atardecer’ sí logra crecerse con el vídeo estrenado al mismo tiempo bajo la dirección de Pedro Artola. Que un tema se estrene a la vez que su vídeo no es circunstancial y aquí casi cada plano suma para enriquecer el discurso, como ese enterramiento de ropa o ese visionado de una familia en vertical que recuerda a los trucos escénicos de Canada. «Ni respeto ni dinero, no lo quiero» es otra de las máximas de este tema que no acierto a adivinar si en 10 días habremos olvidado por completo o sonará como lo mejor jamás grabado por el autor de ‘Nada y nadie‘.

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