Música

Ana Torroja / Mil razones

De pequeño debí pedir a mis padres que me comprasen la cinta de casete de ‘Pasajes de un sueño‘ de Ana Torroja. No recuerdo por qué, ni siquiera conservo en mi memoria el momento de obtener la cinta, solo recuerdo que de vez en cuando la escuchaba en casa. Entre Britneys, Billie Pipers y Spice Girls, el segundo álbum en solitario de Torroja era el disco más diferente que tenía en mi colección (sí, yo coleccionaba casetes en lugar de coches de juguete o Barbies). Torroja no ha publicado muchos discos sola en su carrera, pero si ‘Sonrisa‘ pecó de blando y conservador, ‘Mil razones’ es todo lo contrario. Escuchado en el contexto del pop (español) actual, es casi como volver a esos viejos tiempos.

La ex integrante de Mecano sorprendía hace varios años cuando se revelaba que había estado trabajando en el estudio con Pional y Henry Saiz. ‘Llama’, el primer single de este disco, lanzado en febrero de 2019, cuando de hecho todavía no había disco alguno, estaba producido por El Guincho, Alizzz y Livinglargeinvenus y contenía una co-autoría de Rosalía. Todos estos nombres aparecen de manera prominente en ‘Mil razones’, el primer disco de Torroja en 11 años; y aunque su trabajo en este disco no es el mejor ni el más avanzado que han firmado, desde luego sí conforma un buen, si bien irregular regreso que además pocos han visto venir.

Llama‘, un sutil festival de ganchos entre los cuales se cuela un «¡ese!» como sacado del vocabulario de C. Tangana, todos ellos aplicados a un pegadizo ritmo de disco-pop contemporáneo y a un estribillo de «tuit tuit tuits» a los que responde el título del tema totalmente encantador, es la mejor canción que ha firmado Ana Torroja en muchos años, y también la mejor de este disco. Como tal abre la secuencia, en la que también es posible toparse con pequeñas sorpresas como ‘Cuando tú me bailas’, una composición entregada a la seducción en la que El Guincho, Alizzz y Luis Deltell tienen la extraña idea de fusionar percusiones tropicales con un beat electroclash (?), resultando airosos; o la balada electro-noir de ‘Antes’, llena de humo y miradas furtivas que nunca se resolverán en un encuentro real.

Cuando menos funciona ‘Mil razones’ es cuando queda demostrado que ha perdido la oportunidad de realmente llevar el pop español a otro lugar. ‘Ya fue’ está bien como corte hedonista que aboga por olvidar el pasado y bailar, pero suena demasiado al pop tropical de 2017 sin aportar nada realmente nuevo, y ‘Ya me cansé de mentir’ es uno de esos baladones pop que intentan armarse de poderío y pasión pero que se quedan a medio gas. No inspira estos sentimientos en absoluto. Por diferente destaca -para bien en este caso- el tema titular, un tapiz sonoro de palmas, vibráfonos, texturas orgánicas y samples de cuchillos que sonaría a vanguardia sino fuera porque es 100% hija de ‘Malamente’ aunque no esté producida por El Guincho, sino otra vez por Alizzz y Henry Saiz.

Si nos dejamos de centrar en la producción para hablar de las canciones hay que lamentar que, precisamente, Ana Torroja parece haberle puesto más esmero en lo primero que en lo segundo, porque el punto débil de estas piezas son las melodías. La autora de canciones atemporales como ‘Te he querido tanto’ o, lo voy a decir, ‘Sonrisa’ no deja melodías recordables ni cuando se acerca al french house (‘Volver’) ni cuando hace de hecho una balada como la mencionada ‘Ya me cansé de mentir’. ‘Hora y cuarto’, su sonada colaboración electropop con Alaska, no está mal, pero eso es lo mejor que se puede decir de ella. Al final, la sensación que deja ‘Mil razones’ es que, para todo lo que se ha dicho de su aproximación al underground, podría haber sido mucho mejor.

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Publicado por
Jordi Bardají