Nathan Williams hace tiempo que dejó de ser ese personaje errático que copaba titulares en la prensa musical alternativa para ocupar un lugar más modesto dentro de la industria (no es por hacer un Melendi pero su actuación en el Primavera Sound de 2009 fue mítica en el peor de los sentidos). Los últimos lanzamientos discográficos de su proyecto de garage-rock Wavves, como ‘No Life for Me’ (2017) o ‘You’re Welcome’ (2015), no han generado el impacto de los dos primeros, especialmente el del influyente ‘King of the Beach‘ (2010), pero Williams no se ha ido a ningún lado y ha continuado desarrollando su carrera hasta llegar a su octavo álbum, este ‘Hideaway’ recién salido del horno.
‘Hideaway’ destaca por dos cosas. Por un lado, el disco ha sido producido por Dave Sitek de TV On the Radio, conocido por álbumes de Yeah Yeah Yeahs, Liars o Foals. Williams cuenta que, en cuanto Sitek se subió al barco de ‘Hideaway’, el disco empezó a tomar forma porque le ayudó a relacionar y atar ideas, pero su contribución llama la atención para mal porque la producción no puede sonar más raquítica y maquetera. En absoluto refuerza unas canciones que ya son dignas gracias a las melodías de Williams, sino que las hace sonar apagadas, sin fuerza.
Es una pena especialmente porque las letras de Williams, centradas en su depresión, pueden calar hondo, como cuando en el tema titular asegura que «no me importa que los tiempos me hagan desaparecer» porque «ha sido una tortura existir durante tanto tiempo». O como cuando en la balada sufera ‘Honeycomb’ declara que «siento que me estoy muriendo, no tengo nada en lo que creer, así que creo que debería marcharme, pero no puedo encontrar la puerta». Por suerte, en ‘Help is On the Way
‘ sí ve la luz al final del túnel.Por otro lado, ‘Hideaway’ es un trabajo más o menos variado en estilos. Williams ha compuesto algunas de sus pistas en base a samples de canciones viejas de los 50 o 60 que después ha eliminado de sus maquetas originales para seguir desarrollándolas por su cuenta. Así, no extraña encontrar en ‘Hideaway’ influencias del doo-wop (los «sha la la las» de la bonita balada final ‘Caviar’), surferas (la mencionada ‘Honeycomb’) o country. La trotona ‘The Blame’, de hecho, ofrece uno de los instantes más memorables del largo solo por lo diferente que suena a todo lo demás, si bien hay que decir que ‘Hideaway’ también vuelve a ser un disco de canciones buenas y no tan buenas que ya se esperan de Wavves: la urgente ‘Thru Hell’, que suena a los Ramones y a los Stooges a la vez, abre el álbum porque es ni más ni menos que la mejor de todas; el single ‘Sinking Feeling‘ melódicamente está muy logrado y ‘Help is On the Way’ es una buena composición de power pop a lo Weezer, pero ‘Marine Life’ o ‘Planting a Garden’ solo consiguen sonar a sucedáneos de estas, a simple relleno.