Música

Drag Race España: ¿para cuándo la segunda temporada?

Y así, en un pestañeo, ha llegado a su fin Drag Race España. Hace poco era solo un sueño, después una realidad que no se sabía cuándo se iba a materializar, y hoy ya se puede considerar parte de la historia de la televisión española. Drag Race España ha cumplido las expectativas que se depositaron en ella cuando se anunció su llegada el pasado mes de noviembre: ha sido un desfile de «charisma, uniqueness, nerve and talent» desde el principio hasta el final, para nada un desastre como lo que ahora pensamos cuando miramos la primera edición de RuPaul’s Drag Race. El filtro.

Hasta cierto punto era absurdo que se celebrarse la final de Drag Race España: Carmen Farala lleva varios episodios siendo muy obviamente la ganadora de esta primera edición, por lo que su proclamación no ha podido sorprender a nadie. Pudo parecer demasiado básica al principio, demasiado «Miss España», como ella misma se reconoce, pero ha callado bocas literalmente desde el primer episodio. La sevillana ha sido en tres ocasiones la ganadora de la semana y nunca ha hecho un lipsync, como drag queen es más completa que sus contrincantes en todos los sentidos y además se ha ganado el corazón del público gracias a su sentido del humor y a su compañerismo, especialmente con Dovima Nurmi, sin que le haya dado miedo dar cizaña cuando ha tocado. Su «look» de la final no ha sido el mejor que ha presentado, pero la sorpresa de su peluca mojada al son de ‘La gata bajo la lluvia’ de Rocío Dúrcal ha dejado con la boca abierta.

Su competencia tampoco ha sido poca cosa: Killer Queen ha hecho más honor a su nombre de lo que parecía en un principio (especialmente su «roast» al jurado fue el mejor de la edición, en mi opinión) y su paso por el programa ha sido de los bonitos: en un primer momento provocó dudas sobre su continuidad en el show pero esas dudas las ha ido disipando cada domingo con «looks» muy elaborados, un buen sentido del concepto y un talento cómico innegable. Puede que no desprenda aura de estrella como algunas de sus compañeras expulsadas, como Inti o Dovima Nurmi; ni que sea tan desternillante como Pupi Poisson, nombrada «Miss Simpatía» por motivos obvios; pero es una gran «entertainer». De haberse nombrado finalistas, pues el lipsync final ha sido a tres, Killer Queen habría quedado segunda y Sagittaria tercera, pues el paso de la catalana por el programa ha sido más irregular, aunque ha sido la competidora más arriesgada de la edición (¡ese «look» de Dalí!) y como «performer» ha sido probablemente la mejor de todas.

Pero si por algo ‘Drag Race España’ ha mantenido al público pegado al asiento ha sido por el talento de todas sus reinas. En el programa final han vuelto a desfilar todas en sus mejores versiones con unos «outfits» francamente alucinantes en varios casos, como el «look» a lo Power Ranger de The Macarena (la primera expulsada), el atuendo a lo reina tailandesa de Hugáceo Crujiente o el más minimalista pero igualmente espectacular de Arantxa Castilla-La Mancha. Aunque ha seguido habiendo dudas sobre el maquillaje de las concursantes, que ha sido mejorable; y aunque es cierto que muchas de ellas no estaban en absoluto preparadas para salir en un programa de televisión, también ha vuelto a quedar claro que cada una de ellas tiene su personalidad y su estilo muy marcados y diferenciados y que el «casting» realizado por el programa ha sido de gran nivel.

Tras el estreno de ‘Drag Race España’ lamentamos que el primer programa había sido algo «amedrentado». Los miembros del jurado parecía que estaban clavados a las sillas de la tensión. Finalizada la edición hay que decir que la dinámica entre Supremme Deluxe, Ana Locking, Javier Ambrossi y Javier Calvo no ha terminado de desatarse del todo quizá por falta de confianza o quizá porque, simplemente, ellos no son RuPaul y Michelle Visage. Sus valoraciones han sido justas en la mayoría de casos pero, en términos televisivos, la primera edición de ‘Drag Race España’ ha quedado cohibida. Ha tenido momentos que todos recordaremos, como la marcha de Inti, el lipsync petrificado de Dovima Nurmi, el «Snatch Game» o la historia de Pupi, pero el motor de la edición ha sido el progreso de sus concursantes… como es lógico, pero da la sensación de que a ‘Drag Race España’ le ha costado engrasarse televisivamente hablando. Aunque mejor eso que una (hipotética) segunda edición poco genuina. Si algo ha demostrado la franquicia «Drag Race» es que la naturalidad lo es todo. En este sentido, Carmen Farala ha sido -otra vez- la justa ganadora.

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Publicado por
Jordi Bardají