Música

Little Simz / Sometimes I Might Be Introvert

Los primeros segundos de ‘Sometimes I Might Be Introvert’ son colosales: la percusión apunta a marcha militar, una sección de vientos se incorpora antes de un coro de voces de ultratumba, una sección de cuerda aguarda. Son los detalles más llamativos, que no los únicos del primer minuto de ‘Introvert’, el single que conocíamos hace unos meses de Little Simz, conquistándonos al instante. A veces un exceso de arreglos orquestales genera rubor y sonrojo, pues puedes encontrarte con nada cuando la pompa explota. Otras, anticipa o acompaña a cosas más grandes todavía, y este disco lo es.

La rapera Simbiatu Abisola Abiola Ajikawo, más conocida como Simbi, y más conocida aún -aunque no tanto como debería- como Little Simz, llega a su cuarto disco, habiendo sido el tercero, ‘Grey Area’ en 2019, su gran punto de inflexión. ‘Sometimes I Might Be Introvert’ es un álbum muy bien armado con el que se sitúa a la altura o incluso por encima de compañeros de generación como Stormzy y Dave, ambos número 1 en Reino Unido. Ya sólo falta comprobar si la gente le prestará a ella la misma atención que a ellos.

‘Sometimes I Might Be Introvert’, también abreviable como ‘SIMBI’ al igual que ella misma, es un disco que habla sobre racismo y muchas cosas más. Es un álbum excelentemente producido que no cuenta con cientos de manos, sino más que nada las de su hombre de confianza, Inflo, últimamente asociado al fenómeno crítico de la temporada pasada, SAULT. Y es un álbum muy bien adornado por una portada llamativa y unos vídeos cuidados y llenos de significado. Sobre todo ello -y sobre su propio carisma- brillan el flow y los mensajes que Little Simz lanza al mundo a lo largo de esta multitud de pistas.

‘Woman’, segundo single, es una de las composiciones más relevantes, pues se trata de un tema de homenaje a otras mujeres, con citas expresas a creadoras tan distintas como Donna Summer y Shirley Bassey, pero también a mujeres de diferentes culturas, expresamente de Jamaica, Tanzania o la India. Es uno de los cortes que cuenta con Cleo Sol, parece que definitivamente miembro de los misteriosos SAULT. Su vídeo, uno de los más interesantes de este año, reúne a una serie de mujeres como las jefas, haciendo reflexionar al espectador sobre si realmente tal imagen es impactante, revolucionaria, reivindicativa… o debería ser el pan nuestro de cada día.

Los temas tratados en el álbum van del núcleo familiar más íntimo a lo universal. ‘I Love You, ‘I Hate You‘ es otro de los grandes pilares, versando sobre la difícil relación que Little Simz ha mantenido con su padre, y a continuación atendemos a la historia de un primo de la artista, ‘Little Q’, que fue apuñalado en cierta ocasión. La rapera se pone en su piel y habla en primera persona de manera cruda: «Toda esa mierda cambió cuando tuve un encuentro con la muerte / pensé que las puertas del cielo se abrían cuando aquel cuchillo estaba en mi pecho / No verás las cicatrices mentales, sólo las físicas / pero el chico que me apuñaló, estaba tan dañado como yo». Durante la promoción del disco, la artista ha recordado que no todos los jóvenes de Londres han tenido tanta suerte como su primo.

Por otro lado, un tema de amor tan puro como ‘I See You’ (pista 10) aparece para aligerar la enorme carga política de ‘Standing Ovation’ (pista 9), un corte que habla de «soldados inmortales», «líderes negros», «curadores divinos» y «creyentes mal pagados». En ese sentido, la producción y toda la dirección artística es un toma y daca hecho con muy buen gusto, gran equilibrio y cierta línea narrativa: las últimas frases de ‘Two Worlds Apart’ (pista 3) nos llevan de camino hacia ‘I Love You, I Hate You’ (pista 4). Las cuestiones de las que habla Little Simz son graves, y sus rapeos son abrumadores, si bien eso tiende a contrastarse con unos arreglos y samples exquisitos, a veces dulces, y unas letras que nos van animando hacia la positividad y el optimismo.

Los recursos de Little Simz y su amigo Inflo son exuberantes. En ‘Two Worlds Apart’ encontramos una pieza que podría haber firmado el primer Kanye West, basada en un sample de ‘The Agony and the Ecstasy’ de Smokey Robinson. Kendrick Lamar y Lauryn Hill son también referencias evidentes -a veces quizá demasiado-, si bien en otras ocasiones los beats y cuerdas nos llevan hacia otro lado. ‘I Love You, I Hate You’ tiene tanto de la electrónica noventera como de Marvin Gaye; el teclado de ‘Speed’ vuela loco, a su libre albedrío; y la agresiva ‘Rollin Stone’, un tanto más grime, da paso a ‘Protect My Energy’, en verdad un funky de principios de los años 80 tipo Prince.

¿Cuáles son los puntos flacos? El objetivo más manido serían los interludios, aquí muchos de ellos entonados por la actriz Emma Corrin, conocida recientemente por su excelente interpretación de Lady Di. Solo que aquí esos interludios aportan una majestuosidad que ni ‘The Crown’. Uno de ellos se llama ‘The Rapper That Came to Tea’, lo cual tiene su gracia, además con un texto que pregunta «cuál es el precio que merece tu libertad», para contestarse: «todavía puedes alcanzar las estrellas, no importa dónde estés». Más arriba aún, los arreglos sublimes, de nuevo, como para llenar el Royal Albert Hall, y más allá.

En verdad, el mayor inconveniente de ‘Sometimes I Might Be Introvert’ es el modo en que se apaga poco a poco, especialmente después de la dupla nigeriana que Little Simz ha construido en honor a sus orígenes: ‘Point and Kill’ con Obongjayar y ‘Fear No Man’. Las baladas ‘How Did You Get There’ -con su punto góspel- y ‘Miss Understood’, sin estar mal, no logran evitar la sensación de que el largo lleva terminando demasiado tiempo, como una película a la que le pican 10 minutos en algún lado. Sin esa mínima sensación de caída hacia el final, podríamos tener entre manos el ganador del Mercury de 2022. Sí, el de dentro de justo un año.

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: Little Simz