Llevamos años oyendo hablar sobre ‘The French Dispatch’. Una de tantas afectadas por la pandemia, la película tuvo por fin su estreno internacional en el Festival de Cannes, y más tarde pudo verse en el Festival de San Sebastián, pero ya habíamos ido recibiendo pildoritas sobre su extravagante argumento, su más extravagante póster y, sobre todo, la locura de reparto. Porque Wes Anderson nos tiene acostumbrados ya a estrellas protagonistas y cameos de amiguetes, pero esta vez se ha superado.
Narrada por Anjelica Huston (ya empezamos), a lo largo de esta película se pasean, entre otros, Jason Schwartzmann (no podía faltar), Saoirse Ronan, Owen Wilson, Steve Park, Liev Schreiber, Jeffrey Wright, Mathieu Amalric, Elisabeth Moss, Edward Norton, Willem Dafoe, Christoph Waltz, Cécile de France, Guillaume Gallienne, Bob Balaban, Lois Smith y hasta nuestro querido Quinn de ‘Homeland‘, Rupert Friend. Y todo esto sin mencionar a quienes vertebran los mejores momentos de la película: Frances McDormand, Bill Murray, Timothée Chalamet, Tilda Swinton, Benicio del Toro, Léa Seydoux y Adrien Brody. ¿Cómo se las arregla el director para que toda esta gente tenga su hueco en una película que no llega a las dos horas? Pues ahí está la cosa: quizás no se las arregla muy bien.
Es de sobra conocido el personalísimo estilo de Wes Anderson, que tanto gusta a sus seguidores y tanto desquicia a sus detractores. Si estás en el segundo grupo, ni lo intentes: ‘La Crónica Francesa’ te va a parecer un horror. Si estás en el primero, y especialmente si estás en un grupo intermedio, esto puede parecerte una maravilla, un tropiezo o directamente un tostón con momentos salvables. Yo no lo calificaría de esto último, pero sí creo que es un paso atrás respecto a ‘El Gran Hotel Budapest‘, aunque básicamente sea aquella película elevada a la enésima potencia. Dividida en varias secciones, está además muy claro cuál es la que mejor parada sale: la intermedia que protagonizan Frances McDormand y Timothée Chalamet.
Jamás hubiésemos apostado que McDormand y Chalamet iban a tener química, pero así es: esta extraña pareja es sin duda lo mejor de ‘La Crónica Francesa’. La protagonista de ‘Fargo’ está tan brillante como siempre, y Chalamet, con un personaje un tanto paródico y voluntariamente repelente, gustará aquí hasta a sus haters (sí, Chalamet tiene haters, y son legión). Algo más atrás quedan la primera historia, donde en cualquier caso brillan Léa Seydoux y la mirada sarcástica al mundo del arte, y el nexo en todas las historias de la redacción (lo de Owen Wilson es un poco sin más, funcionan mucho mejor Bill Murray y los gags sobre el letrero de su oficina). Y, desafortunadamente, la última historia es en la que menos inspirado vemos a Anderson, aunque igualmente tenga sus puntos simpáticos, sobre todo los momentos con el crío.
En definitiva, ‘La Crónica Francesa’ es una película 100% Wes Anderson, pero que resulta un poco deslavazada y desigual entre tantas secciones, desfile de estrellas y excentricidades varias. Al haberla visto en el Festival de San Sebastián junto a ‘La ruleta de la fortuna y la fantasía’ de Ryusuke Hamaguchi, otro director de estilo muy particular, era inevitable hacer comparaciones, y el director japonés salía ganando a la hora de saber manejar una estructura así y dejar la impronta de su personalidad como realizador.