ABBA nunca se separaron. Cuando grabaron ‘The Visitors’, ellos mismos seguramente no sabían estar enfrentándose al que sería su último disco para siempre en 40 años. No hay comunicado de separación, ni siquiera, como se dice ahora, de «hiatus». Las parejas integrantes están divorciadas ya en ambos casos, pero eso no había supuesto un impedimento al menos para Björn y Agnetha, que ya habían tratado su separación en ‘The Winner Takes It All’ del álbum anterior.
‘Super Trouper’ (1980) había huido de la música disco, influido de manera dramática por la «Disco Demolition Night» y el movimiento «disco sucks», por lo que se movía algo disperso en diferentes direcciones. En cambio, ‘The Visitors’ estaba mucho más centrado, siendo uno de sus álbumes más completos e interesantes, sumando nuevos entramados y temáticas.
‘The Visitors’ -la canción- es una producción de pop progresivo con cierta vinculación Kraftwerk y cósmica y a la vez una intención claustrofóbica. Teóricamente habla de la disidencia en la URSS, si bien su texto podría ser el de cualquier novela distópica -o no tanto- inspirada en un estado totalitario. «Oigo el timbre de la puerta y de repente me asalta el pánico (…) No me puedo mover, estoy petrificada entre todas las cosas que amo tanto: los libros, los cuadros, los muebles. ¡Ayudadme!», suplica el cinético texto, además de apelar a «encuentros secretos» en un mundo que «se desmorona» y a una vía de «escape que no existe».
Estos ABBA entre ‘1984’ y ‘El cuento de la Criada’ funcionan tan bien como los de ‘Chiquitita’ y ‘Fernando’, que recordemos que era una canción sobre dos guerrilleros mexicanos hablando de los viejos tiempos. ‘Soldier’ es una canción también excelente, contra el militarismo («los soldados cantan unas canciones que nosotros no»), y abierta a las interpretaciones («en las garras de este frío diciembre / tú y yo tenemos una razón para recordar»), cuya cumbre es un solo de guitarra épico. Y ‘I Let the Music Speak’, lejos de la luminosidad de un ‘Thank Your for the Music’, se adentra en arenas movedizas y coros tan histriónicos como los de Queen (en este caso para bien).
Es visible que ‘The Visitors’ es el disco más rico de ABBA al margen de su single principal, que fue ‘One of Us’. Es este un tema polémico por la pequeña crueldad que supone hacer cantar a Agnetha que se arrepiente de haber dejado una relación y que se siente sola «llorando tumbada en su cama, deseando estar en otro lugar en verdad», después de haberse divorciado de un miembro del grupo. Melódicamente no tiene mácula y es otra de las obras maestras de ABBA, animada por un ritmo funky que en el fondo sobrevive.
Sí hay mancha, en cambio, en el desarrollo de ‘The Visitors’. Son estupendas ‘Head Over Heels’, más centrada en la sororidad y en la liberación de la mujer de Occidente, con unos efectos chispeantes y cierto ritmo de «tango» hasta el punto de que ‘Tango’ fue su nombre provisional; y ‘When All Is Said and Done’, que parece haber inspirado toda la carrera de The Killers, una composición madura de aceptación como canción de adiós, de lo más avanzada a su tiempo. Más complicada es la posición de Bjorn en ‘Two for the Price of One’, un intento de trío sexual un tanto cuñado en el que se le nota demasiado su admiración por Fleetwood Mac, y que no pinta nada por aquí. El poliamor es bienvenido para quien así lo desee, pero desubica que venga justo antes de una baladita para Linda, su hija de 7 años.
Por suerte, las aguas vuelven a su cauce con una de las grabaciones más fascinantes de la carrera de ABBA, que sirve como cierre para la edición de vinilo original, siendo un epitafio perfecto para su discografía hasta la llegada de ‘Voyage’. La onírica ‘Like An Angel Passing Through My Room’, que lo mismo podría haber inspirado a la primera Björk que a toda la generación dream pop, es dominada en solitario por Anni-Frid Lyngstad, con un protagonismo excepcional en ‘The Visitors’, quizá debido a su registro más oscuro.
De Bono a Jarvis Cocker, de John Grant a Wilco, de Erasure a Sinéad O’Connor, de Carla Bruni a Portishead, de Camera Obscura a dani, serán incontables los artistas que reconocerán en ABBA como un grupo que cambió su vida, gracias a ‘The Visitors’ sabemos que por motivos mucho más diferentes de lo que parece.