Carlos Gasca era, claro, Gasca. Lamentablemente, se ha prodigado más bien poco. Y hacía mucho tiempo que no sabíamos de él. Su último disco como Gasca había aparecido en Discos de Paseo, en 2013. Ahora, de la mano de El Genio equivocado, regresa a nombre completo con un disco que no puede tener un nombre más sencillo: ‘Canciones’.
Gasca es oriundo del Baix Llobregat y se nota. El álbum está empapadísimo en ese sonido. No en vano, David Rodríguez es amigo, mentor y productor de la mitad de las canciones, de las más “acústicas”. De la otra mitad se encarga Javier Carrasco aka Betacam. Y en esta mezcla se encuentra toda la gracia de ‘Canciones’; en ese sonido entre La Estrella de David, Los Caramelos o el technopop melancólico de Family o Dar Ful Ful.
‘Canciones’ es un disco pequeño pero bonito. Un dechado de ‘Aurea Mediocritas’, en el que se expresa el deseo de cariño y de una vida sencilla y buena. La voz de Carlos, monocorde y algo áspera, consigue redondear ese aire tan plácido.
El inicio es dulce. ‘Cuando Vengas’ es una pequeña explosión de estribillo, que es puro Family, una evocación de viajes y estancias a la vera del mar, un anhelo por todo eso que nos arrebató el confinamiento, con citas a lugares muy concretos como Portlligat. También hay encantadoras habaneras mezcladas con baladas de rock de los 50’s como ‘La noche de San Juan’ y ‘El faro’, que contiene rimas consonantes y pausas que desarman: “yo solo quiero… Que me quieras”.
O versos que, de puro simples y tontos, no sabes si te encantan o te espantan: “Llovía… llovía hasta en la Barceloneta”, canta Carlos en ‘Llovía’. ‘Esto sí’ nos lleva a los terrenos de Gente Joven, gracias a su leve ritmo dance aupado por suaves sintetizadores, marinos y delicados. Hay una rendida declaración de amor en ‘Mi chica favorita’, con leves toques de Hi-NRG y New Order. O el robo de la línea de bajo de ‘Lullaby’ de The Cure en ‘Peor de lo que ves’. Sin abandonar sus aires estivales, resulta la canción más melancólica, más por su letra que por su música.
‘Canciones’ tiene un sonido naïve e ingenuo, sus canciones huyen de cualquier atisbo de ironía u oscuridad. Las intenciones de Carlos son poco ambiciosas. No quiere arreglar el mundo… pero sí salvarte la tarde.