Los discos de versiones han contribuido sobremanera a la supervivencia de Cat Power. Cuando se agobió por la buena aceptación de ‘Moon Pix’ en 1998, decidió entregar un ‘The Covers Record’ (2000) que su sello aceptó a regañadientes. Chan Marshall vino a decir que para ella era un proyecto importante que podía conectar con la audiencia. Hoy en día su versión de ‘Sea of Love’, un tema de 1959 del recientemente desaparecido Phil Phillips, ha resultado su canción más popular.
La jugada también fue importante en los tiempos de ‘Jukebox’ (2008). Cat Power pasó penurias económicas tras un disco tan seminal ‘The Greatest’ (2006), y aquellas revisiones de Liza Minnelli, Janis Joplin, Joni Mitchell y ella misma le insuflaron nueva vida mientras llegaba la línea editorial definitiva y la financiación para crear ‘Sun’ (2012), una joya de folk moderno. Este ‘Covers’ que se edita justo a una semana de que la artista cumpla 50 años, puede ser entendido por tanto como un disco de transición hacia otro álbum fundamental de temas propios, pero también como uno que puede dejar una de sus grabaciones que más «conecten con la audiencia». Al fin y al cabo se compone de temas que le han afectado especialmente desde su niñez hasta nuestros días.
Uno de los aciertos de ‘Covers’ es la recuperación de ‘It Wasn’t God Who Made Honky Tonk Angels’, el primer número 1 country del Billboard que cantó una mujer en solitario, Kitty Wells. Nos situamos en 1952 y el mensaje inequívoco es feminista («es una vergüenza que se nos eche la culpa a las mujeres (…) siempre que se ha roto un corazón, ha sido por culpa de un hombre»). A Cat Power esta canción la lleva a su adolescencia, cuando la descubrió rebuscando entre unas cintas perdidas. Aparece en un tramo final de álbum realmente cautivador, entre el piano amable de ‘Here Comes a Regular’ de The Replacements, que recuerda los días en que vivía sin dinero en Nueva York como veinteañera; o la preciosa ‘I’ll Be Seeing You’ de Billie Holiday, una de las canciones favoritas de su abuela.
‘Covers’ funciona muy bien como disco de grandes contrastes cuando, entre canciones acústicas como ‘These Days’ de Jackson Browne para Nico («no me confrontes con mis fallos / no los había olvidado»), salen temas más ligeros como «It Wasn’t God» o tremebundos como el ‘I Had a Dream Joe’ de la era ‘Henry’s Dream’ de Nick Cave, de tensión bíblica. ‘Endless Sea’ de Iggy Pop también aparece en esa segunda parte del disco porque salía en una película que a Cat Power le encanta, ‘Dogs In Space’, protagonizada por el cantante de INXS, mientras la primera parte del álbum está más bien dedicada a composiciones modernas.
Abre ‘Covers’ y será una de sus grabaciones más populares por razones evidentes una revisión de Frank Ocean, ‘Bad Religion’, de piano oscilante en captura de toda su desesperación sobre la existencia de Dios y la deriva del mundo («Nunca podríamos hacerles amar / estamos atascados en el barro / rezando al invisible de ahí arriba / toma las calles si puedes / simplemente supera a estos demonios, ¿podrás?»). Hay una versión de ‘White Mustang’ de su amiga Lana del Rey, y quizá la elección más llamativa es ‘Pa Pa Power’ de la banda de Ryan Gosling y Zach Shields Dead Man’s Bones, que se vinculó al movimiento Occupy Wall Street. Es el tema más pop del disco, con ese punteo tan crepuscular (y The xx).
Ni que decir tiene que estas canciones sirven para exorcizar demonios y por ello Cat Power ha vuelto a versionarse a sí misma. En ‘Covers’ transforma su tema de 2006 ‘Hate’ en ‘Unhate’ porque el original le parecía demasiado «ansioso»: ahora la frase «me odio a mí misma y me quiero morir» aparece escrita en pasado. Diría que «gracias a Dios» de no ser porque es uno de los sujetos más cuestionados de un disco en el que los dioses son más bien Nick Cave, The Pogues y Bob Seger, con una exquisita combinación de blues, folk, country y ocasionalmente trip-hop o funk en los bajos. Tiembla el mundo con el piano de ‘Against the Wind’, y se detiene para siempre cuando emerge el beat y la pandereta de la minimalista ‘A Pair of Brown Eyes’.