Mahmood quedó segundo en Eurovisión en 2019 con ‘Soldi‘, y el éxito internacional de la canción precedió al logrado después por Måneskin, que también son italianos. Ahora, el autor de ‘Ghettolimpo’ vuelve a participar en Sanremo y es el favorito para representar a Italia este año en Eurovisión con una balada que ha despertado la curiosidad de una audiencia global: ‘Brividi’ es la quinta canción más escuchada en Spotify en estos momentos a nivel mundial, superando los 3 millones de streamings.
En la cara opuesta de ‘Soldi’ y de algunos de los temas más potentes incluidos tanto en su debut como en ese ‘Ghettolimpo’ sobre el cual tuvimos oportunidad de charlar cara a cara con Mahmood hace unos meses, ‘Bravidi’ es tremendo baladón dedicado a una ruptura que, para mayor drama, está cantado a dúo. Quien acompaña a Mahmood en la grabación es BLANCO, alias del cantante italiano nacido en 2003 Riccardo Fabricconi, que viene de arrasar en Italia con un single llamado ‘Mi fai impazzire’ que fue número 1 en el país durante ocho semanas y que supera los 100 millones de streamings en Spotify.
‘Brividi’ intenta muy fuerte dar eso, «escalofríos», a través de una composición melódica realmente dramática por la que asoman violines, pianos y redobles de batería que marcan el camino de la segunda estrofa en busca de cierta tensión. En un punto la canción no puede sonar más clásicamente italiana en su dramatismo acompañada de las mencionadas cuerdas.
Las voces de Mahmood y BLANCO se diferencian lo suficiente como para que ‘Brividi’ funcione como dúo y la letra habla de una relación que ha llegado a su fin desde un escenario de vulnerabilidad y desconsuelo. Ambos se ruegan al uno al otro que «no me dejes desnudo con escalofríos», hablan de sus dificultades para comunicarse hasta el punto de necesitar drogas para ello («para un te quiero mezclé drogas y lágrimas») e imaginan que vuelven a encontrarse en sueños, montados en una «bicicleta hecha de diamantes» con la que vuelan camino al amor.
El duelo emocional de ‘Bravidi’ abre nuevos significados en el vídeo de la canción, que muestra a Mahmood y a BLANCO acompañados de otras personas, como para querer decir que la canción no se la dedican el uno al otro, sino que en ella hablan de sus respectivas relaciones. En cualquier caso se trata de un videoclip bastante mono, entre la moda de alta costura, los evocadores paisajes de la playa y la intimidad de un cuarto de baño.