Pasado el susto de la primera jornada de Primavera Sound el pasado jueves, el segundo fin de semana ha arrancado sin sorpresas. Sí, hay mucha gente, pero se está a gusto, y la calidad de muchos conciertos hacen que te replantees eso de «el año que viene no vuelvo». Además, sabes que es mentira.
Diría que derretirme de calor mientras veía en directo a Amyl & the Sniffers estuvo guay, pero no estuvo tan guay como el concierto de Metronomy. El de Joseph Mount realmente es uno de esos grupos que hacen que valga la pena ir a festivales. No pueden sonar mejor, no pueden tener más temazos. No tienen nada que envidiarle a LCD Soundsystem (el mejor grupo de directo que he visto) y muchas bandas deberían envidiarles a ellos. Sintetizadores, cazuelas, estribillos… estaba todo medido. Todos los instrumentos sonaban a la perfección. Sin duda, el mejor concierto del jueves.
Antes, eso sí, amenizaron el ambiente Khruangbin con sus deliciosos instrumentales de rock psicodélico. Da que pensar lo lejos que han llegado si los sitúan en uno de los escenarios principales, y su concierto estaba a rebosar de gente. Un show bien ubicado en torno a las 8 de la tarde, cuando más apetece escucharlos, cerveza en mano.
A continuación, el post-punk de Interpol congregó a una importante cifra de personas en el mismo escenario, pero no era el momento de perderse a Big Thief, que tocaban casi en la otra punta del recinto. Los de Adrianne Lenker sonaban de lujo mientras el público coreaba estribillos como aquel que apela a los «cuerpos celestiales» de ‘Spud Infinity’. La banda dio gran peso a los instrumentos eléctricos, pero refulgió la voz de Adrienne.
Hordas de gente abandonando el concierto de Gorillaz daban la esperanza de agenciarse un sitio digno frente al concierto de Dua Lipa. Finalmente quienes más suerte tuvieron fueron los que estaban en primerísima fila porque el volumen dejó mucho que desear si te encontrabas en las filas de atrás. Te parecía estar escuchando un concierto más lejano.
No obstante, Dua ofreció la versión festivalera del show que presentó hace unos días en Madrid. Estuvo algo corta de voz y de presencia escénica, pero nadie puede dudar de su estatus de Reina del pop actual con semejante repertorio de hits. El público se las sabía todas y, si no, las cantaba en el idioma de Marina Herlop y se quedaba tan a gusto. En el pre-estribillo de ‘Levitating’ no sabías si estabas cantando la canción o la versión de Miguel Bosé que supuestamente ha plagiado. Que, por cierto, merece la pena poner en pausa un momento el show de Dua Lipa para hablar del concierto que dio Herlop unos días antes en la sala LAUT, como parte de Primavera a la Ciutat.
Perfectamente ubicada en una de las salas de Barcelona con mejor acústica, conocida por acoger excelentes sesiones de tecno, Marina Herlop confirmó que es una de las artistas revelación del año. Sus canciones hacen pensar en la Björk de ‘Medúlla’ producida por Arca, y se crecen en directo como si ese tuviera que ser exclusivamente su lugar. La artista presentó temas inéditos cantados en catalán y también otros incluidos en su último álbum, ‘Pripyat‘, e hizo gala de los múltiples ganchos insospechados -sobre todo vocales- que es capaz de crear. Tanta admiración y respeto causaba la música de Herlop en la asistencia que nadie parecía atreverse a dar un solo aplauso por miedo a perturbar la magia. Sin embargo, hace falta que una persona aplauda para que las demás la sigan, y el ambiente se relajó enseguida. Herlop merecía todos los aplausos que le cayeran.
Acabado el concierto de Dua Lipa, los gays partieron rumbo hacia Mordor, donde les esperaba el oráculo de Charli XCX. Sin embargo, el camino hacia la tierra prometida estuvo plagada de obstáculos.
A eso de las 2.00 abandonamos el escenario Estrella Damm camino a TOUS, que en el Parc del Fòrum es equivalente más o menos a ir de Cataluña a Galicia. Poco tiene que envidiar esta ruta al Camino de Santiago, y las dos son muy parecidas porque la hace gente que se mata a caminar para ver a un santo o, en el caso de Charli XCX, a una diosa. Por el camino nos morimos de sed, hambre, nos topamos con soldados muertos en batalla y creo que vimos a Michael Jackson aunque puede que fuera un delirio. Al final llegamos al oráculo pero apenas nos dio tiempo a hacer el «beep beep» de ‘Vroom Vroom’. Por supuesto, valió la pena.
La jornada del jueves (finde 2) terminó con la sesión electro de 2manydj’s. Indispensable si no te gusta otra cosa más en este mundo que bailar remixes de ‘Bizcochito’ de Rosalía. Este sí es el single que falta por potenciar de ‘MOTOMAMI‘ y no otros.
El miércoles en Primavera a la Ciutat actuaban Magadalena Bay, uno de los grupos de pop más prometedores de la actualidad. Compartían cartel con Pom Pom Squad, Ride, Khruangbin y Phoenix. Tenía muchas ganas de escuchar en directo ‘Mercurial World‘, su excelente debut, pero desde el comienzo el concierto estuvo marcado por el caos. Antes de actuar el grupo preparaba los instrumentos y ya se le veía preocupado. Una vez empezado el show, la voz de Mica Tenenbaum no se oyó en la totalidad de la primera canción, que tuvo que interpretar dos veces, y las baterías sonaban demasiado altas, hasta el punto de apagar totalmente el sonido de los sintetizadores. Los visuales tipo Siri tenían su gracia, pero no parecía que Magdalena Bay se hubieran preparado muchísimo el show.