Soul of a Beast (Lorenz Merz)
Con la vista puesta en la caligrafía visual de Wong Kar Wai y la sensualidad casi mística de los movimientos de cámara de Terrence Malick, el director suizo pone en imágenes la tormenta emocional en la que se ve atrapado el protagonista. Un viaje iniciático hacia el amor, narrado por un extraño samurái, que transcurre por un escenario urbano indeterminado, donde se hablan muchos idiomas y la revuelta social está a punto de estallar. Una arriesgada combinación de géneros y tonalidades que, lejos de caer en el efectismo hueco, funciona sorprendentemente bien como representación de la poética del amour fou en tiempos convulsos. 8
Bruno Reidal, confesión de un asesino (Vincent Le Port)
A partir de las confesiones del asesino, recogidas en un informe clínico por el pionero de la antropología criminal Alexandre Lacassagne, la película va desentrañando el misterio. A través de una narración sobria y una ambientación muy cuidada, conocemos más datos sobre el criminal: el ambiente familiar donde se crió, un hecho traumático que ocurrió en su infancia, sus pensamientos más íntimos… Toda una serie de pistas presentadas en forma de flashback, que lejos de cerrar incógnitas abren más interrogantes: ¿cuál es el origen de la pulsión asesina que anida en el interior de Reidal: genético, psicológico, social…? Un enigma que por su complejidad, por su naturaleza inasible, resulta aun más perturbador. 8’5
Pequeño cuerpo (Laura Samani)
Con una puesta en escena muy dardenniana, con la cámara pegada a la protagonista, ‘Pequeño cuerpo’ narra un fascinante relato épico por un mundo preindustrial, muy físico, muy sensitivo, muy ligado a la tierra, donde sobreviven tradiciones paganas y dialectos ancestrales (la película está hablada en friulano y veneciano). Un viaje iniciático protagonizado por una madre con voluntad de hierro, que le sirve a Samani para introducir jugosas relecturas feministas, comentarios LGTB+ y una visión de los mitos populares llena de riqueza estética y metafórica. Sin duda, una directora a seguir muy de cerca. 8’5
Magnetic Beats (Vincent Cardona)
A partir de esta premisa, ‘Magnetic Beats’ se desarrolla como un relato de iniciación, de apertura a horizontes geográficos y vitales. Una nostálgica crónica sentimental y musical (a destacar la secuencia de la rave en Berlín Este), mezclada con toques algo más convencionales de drama amoroso y familiar. Estos ejes temáticos confluyen en varias set pieces que funcionan a modo de virtuosas y románticas performances musicales, secuencias “eléctricas” marcadas por la presencia casi fetichista de la cinta de casete y un sentido del ritmo que eleva las “pulsaciones magnéticas” de la película y las de los espectadores. 7
Earwig (Lucile Hadzihalilovic)
Adaptación de la novela homónima de Brian Catling, conocido por ‘Vorrh. El bosque infinito’ (Siruela), ‘Earwig’ es una oscura fábula de terror gótico protagonizada por una niña con dientes de hielo y su hermético cuidador, quien debe reponerlos cada día a partir de su saliva. Dos personajes enigmáticos que habitan en un claustrofóbico apartamento en algún lugar de Gran Bretaña en los años 50. A partir de una llamada telefónica, la película se expandirá hacia territorios insospechados, con la aparición de nuevos personajes y subtramas tan inescrutables como subyugantes. 7’5
BONUS TRACK: el festival también incluye la copia remasterizada de ‘Yo, Cristina F’ (1981), un clásico del cine de yonquis que reseñamos hace unos años. Aún hoy es uno de los filmes alemanes más taquilleros de la historia. Y su banda sonora, compuesta por canciones de Bowie (quien aparece en la película cantando ‘Station to Station’), fue también un gran éxito, contribuyendo a que una canción como ‘Heroes’, que suena varias veces en el filme, se convirtiera en un himno generacional.