Música

Algo pasa con… Jess Glynne

Jess Glynne fue una vez la reina del pop en Reino Unido. Ninguna otra artista había logrado lo que ella, colocar hasta SIETE singles en el número 1 de la lista de éxitos británica, el máximo de la historia logrado por una artista femenina procedente de las islas. Lo consiguió con tres temas en solitario (‘Hold My Hand’, ‘Don’t Be So Hard On Yourself’, ‘I’ll Be There’) y, sobre todo, con varias colaboraciones (‘Rather Be’ con Clean Bandit, ‘My Love’ con Route 94, ‘Not Letting Go’ con Tinie Tempah y ‘These Days’ con Rudimental y Macklemore). Otros de sus singles se quedaron cerca (‘Real Love’ con Clean Bandit fue top 2, ‘Thursday’ top 3, ‘Take Me Home’ top 6). Sus dos únicos álbumes publicados hasta la fecha, ‘I Cry When I Laugh‘ y ‘Always in Between‘, fueron sendos éxitos: triple platino para el primero, oro para el segundo. Ambos número 1.

Pero, de repente, la nada. Jess Glynne no saca disco desde 2018, es decir, hace cuatro años, y sus últimos lanzamientos han sido contadísimos: en 2020 logró un top 3 en Reino Unido con un single navideño, también aquel año lanzó un single llamado ‘Lie for You‘ con Snakehips, Davido y A Boogie wit da Hoodie que ha sumado unos nada desdeñables 24 millones de streamings en Spotify… pero de eso hace ya dos temporadas. A día de hoy la carrera de Jess Glynne parece encontrarse en suspenso. ¿Por qué?

2020 fue un año complicado para Jess Glynne. Puede que viniera de gozar un enorme éxito comercial, que pareciera implacable, pero no hay nada como tropezar públicamente para que la gente te dé la espalda. Cuando Glynne criticó a un restaurante por no haberla dejado acceder al establecimiento con ropa deportiva, acusándolo de «discriminación» en plena pandemia y en pleno auge del movimiento Black Lives Matter, y cuando el restaurante contaba con código de vestimenta indicado claramente en su página web, la cantante británica sufrió el primero de dos varapalos a su imagen y popularidad. El segundo llegó al año siguiente, cuando la cantante usó una palabra tránsfoba

en un podcast por la que, después, se disculpó. Recibió tal acoso en las redes que se borró las cuentas.

Pero Glynne ha vuelto. Al menos a Instagram. Su primera publicación en años resulta ser… una versión de ‘BREAK MY SOUL’ de Beyoncé. ¿Busca reclamar lo suyo después de haber triunfado con un sonido de house-pop parecido mucho antes que la autora de ‘RENAISSANCE’, y con una voz también portentosa? No se sabe, pero el vídeo está fechado del 1 de agosto. Casi un mes después, Glynne ha vuelto a desaparecer del mapa. La cantante se ha pasado a saludar, y se ha vuelto a ir.

¿Adónde va la carrera de Glynne en 2022? En los últimos tiempos (hablo de este mismo año), varios tabloides británicos han informado que Glynne habría abandonado el sello Atlantic Records (con el que ha conseguido todos sus números 1) por desavenencias artísticas. Según los rumores, ella quiere hacer la música que le gusta porque cree que se lo ha ganado, y el sello quiere que siga fabricando hits. Glynne formaría parte ahora del elenco de Roc Nation, el sello de Jay-Z. Pero todo son rumores que, a día de hoy, no han sido confirmados por ninguna vía oficial. A espera de que se materialice su regreso, lo único certero ahora mismo es que Glynne se encuentra en el momento más delicado de su carrera. Esperamos que salga del bache porque una voz como la suya merece seguir dándonos alegrías.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: Jess Glynne