Como si no tuviéramos suficiente con Putin, a la gente le gusta demostrar que tiene un lado oscuro. Esa parece la principal inquietud de las chicas de BLACKPINK en su segundo disco lanzado a nivel mundial tras ‘THE ALBUM‘: contar que el «rosa» es su color de origen -el álbum se llama ‘BORN PINK’-, pero que también pueden esconder su poquita de «veneno».
El single principal de la era, el que llevaron de aquella manera a los VMA’s, ‘Pink Venom‘, juega con esa dualidad. Al igual que el tema conjuga un ritmo de hip hop relativamente tremebundo con instrumentos tradicionales de Corea. La canción ladra, al final las chicas parecen imitar el sonido de una metralleta.
Con una media de 26 años, Jisoo, Jennie, Rosé y Lisa han decidido romper también con el estereotipo de la mujer servicial en ‘Typa Girl’, que versa sobre la autosuficiencia de las mujeres. «Traigo dinero a esta mesa, no tu cena», proclama el texto escrito por la autora Bekuh Boom. Un tema con un juego entre inocencia y madurez que hace recordar al debut de Melanie Martinez. Nada que rompa con el obligado paso de «girl band» a la vida adulta que tantas veces ha orquestado la industria musical.
Lo que sí tiene de particular ‘BORN PINK’ es algunas de las mejores canciones que hemos escuchado a BLACKPINK. El prestigioso Ryan Tedder ha ido por ahí hablando de este disco, sin adivinar que sus participaciones iban a ser eliminadas del mismo, de lo cual deducimos que ha habido una criba considerable. La mencionada ‘Typa Girl’ suma por la vía del hip hop a lo visto en el single principal, con un precioso pre-estribillo primero cantado por Rosé y luego por Jisoo que podría haber escrito Lily Allen. Aunque es ‘Shut Down
‘ la que se puede llevar el gato al agua a la larga. Ya es top 1 global con su sample de violín tomado de ‘La Campanella’ de Paganini, una composición de 1826. Clean Bandit deben de llevar toda la semana sin dormir, desde que salió esto, verdes de envidia.Otro de los mejores momentos de la carrera de BLACKPINK nos lo deja ‘Yeah Yeah Yeah’, con créditos de las mismísimas Rosé y Jisoo, e ingredientes para agradar a los seguidores del synth-pop ochentero y el rock de plástico. Te gustará si echas de menos a la primera Katy Perry. Inspiración que parece insistir en la pista siguiente, una ‘Hard to Love’ a cargo de Rosé en solitario con ligeros toques de música disco y country. Te gustará si te gustan Shania Twain y Kacey Musgraves.
‘BORN PINK’ se completa indistintamente con baladones como ‘The Happiest Girl’ (escrita por Natalia Kills junto a su esposo), la arisca ‘Tally’ («digo «a la mierda» cuando me apetece» es su mayor osadía) y el EDM de ‘Ready for Love’, publicada para un videojuego. En esa última parte, es verdad que las virtudes se han dispersado. Todo lo que ha podido dar tiempo en otro lanzamiento que, estrictamente al igual que el anterior, se compone de 8 pistas y 24 minutos. Raperos, tomad nota.