El tercer disco de Alvvays tras los magníficos ‘Antisocialites’ en 2017 y su debut homónimo en 2014, se ha hecho de rogar. La banda canadiense, que además no es demasiado activa en redes sociales, ha estado 5 años sin dar prácticamente señales de vida.
Cuando parecía que nunca íbamos a escuchar nada nuevo de los autores de ‘Archie, Marry Me’ llega, al fin, ‘Blue Rev’, su nuevo trabajo, con la confesión de que nunca fue intencional tanto tiempo de espera, sino que diversos problemas, entre ellos una pandemia mundial, un robo de archivos y una inundación, hicieron que inevitablemente el álbum tuviera que ir posponiéndose, quedando así en un continuo limbo.
Una vez en nuestras manos –o en nuestras plataformas predilectas- no hay dudas de que todo este tiempo ha merecido la pena. ‘Blue Rev’ es una colección de 14 canciones breves (ninguna supera los tres minutos y medio) que, de alguna forma, encapsulan todo lo que el grupo ha estado cosechando todos estos años y, además, los impulsa a nuevos territorios sonoros.
Alvvays sustituyen aquí el indie pop-rock de sus anteriores discos por un sonido más noise, a menudo entre el dream pop y el shoegaze, experimentando también con distintos géneros pero siendo siempre fieles a ellos mismos. Las producciones cargadas con guitarras eléctricas, bajo, batería y sintetizadores, y un significativo reverb, empapan la personalísima voz de Molly Rankin mezclándola casi al mismo nivel que el resto de los instrumentos. Esto aporta un carácter onírico y sugerente a las melodías dulces por las que el grupo siempre se ha caracterizado. En contraste, las letras siempre suelen encontrar elementos amargos, que te expulsan de la comodidad de las composiciones para romperte el corazón.
En la gloriosa ‘Belinda Says’, titulada así en honor a ‘Heaven Is a Place on Earth’ de Belinda Carlise
, Rankin canta sobre una mujer embarazada cuya única opción es tener un hijo: “Belinda dice que el cielo es un lugar en la tierra / también lo es el infierno”. En la primera canción del álbum, ‘Pharmacist’, se recuerda un amor pasado que ha rehecho su vida mientras que la cantante no parece haberlo olvidado (“Pasa todo el rato, está bien / ya sé que nunca he pasado por tu mente”).Pero el momento de mayor intensidad emocional del álbum es la preciosa y devastadora ‘Easy On Your Own?’, una canción que discretamente se mete en tu interior y no te suelta. Le sigue ‘After the Earthquake’, una composición pop enérgica, de cadencia luminosa, que, además, presenta una transición brusca en su puente que consigue hacer aún más potente lo que viene después.
‘Blue Rev’ también deja espacio al humor, como en el irónico synthpop de ‘Very Online Guy’, sobre una persona adicta a las redes sociales y excesivamente preocupada por su imagen pública. En ella, Alvvays se atreven a introducir efectos vocales que le añaden un tono desenfadado muy acertado. Saliéndose también de su zona de confort, ‘Pomeranian Spinster’ es una sorprendente canción rock que ofrece un sonido casi punk hasta ahora inédito en la banda. El mayor guiño al pasado que encontramos en este trabajo es ‘Bored in Bristol’, una bonita balada que no desentonaría en ‘Antisocialites’.
Tras todos los accidentes que han sufrido, parece un milagro que ‘Blue Rev’ haya salido adelante, y más aún que sea la delicia que es. Un álbum melancólico, divertido y emocionante que sirve como la enésima muestra de que los canadienses son una de las bandas del momento, cuya personalidad se desborda en cada segundo.