Discurso social (bullying, despoblación, sobrepeso como indicador de la diferencia de clase), costumbrismo almodovariano (a cargo del personaje de Carmen Machi), relato policiaco rural (la historia está ambientada en un pueblo de Cáceres), drama familiar, película de venganza, de asesinos en serie, de terror gore, de humor negro, de iniciación adolescente, romántica…
Todos esos temas y tonos -¿demasiados?- están en ‘Cerdita’, el debut en el largometraje de Carlota Pereda, guionista de larga trayectoria en televisión. Temas y tonos que estaban apuntados en su premiado cortometraje homónimo (disponible en Filmin). Unos esbozos que, junto a la falta casi total de diálogos, la potencia visual de las escenas veraniegas a pleno sol y lo impactante de las situaciones, dotaban a ‘Cerdita’ (2018) de una gran capacidad de sugerencia.
Sin embargo, parte de ese poder de fascinación se ha esfumado con la traslación del corto al largometraje. El desarrollo dramático de algunos personajes, principalmente el del asesino, resulta contraproducente: su halo de misterio ha quedado desactivado. La aparición de otros, como el novio motero o la pareja de guardias civiles, bordean lo ridículo. La mezcla de tonos no está bien equilibrada, pesando mucho más la parte humorística y social que la terrorífica y criminal, lo que acaba restando potencia a las dos últimas. Y algunas situaciones –la investigación policial, los conflictos vecinales, el romance- están completamente desdibujadas.
Permanece intacto, eso sí, la estupenda interpretación de Laura Galán (aunque en ocasiones cueste verla como una menor, ya que tiene 36 años), el magnífico arranque (calcado prácticamente del corto) y el gran partido visual que extrae la directora de los escenarios rurales, destacando la poderosa imagen de la protagonista bañada en sangre en una carretera desierta utilizada en el poster internacional. También hay que destacar la aportación de Carmen Machi. Aunque su interpretación la hemos visto mil veces, su eficacia cómica es indudable.
Aun así, por muy disfrutables que puedan ser esos momentos, la sensación es que ‘Cerdita’ es una película algo fallida. Solo funciona a ratos. Lo que podría haber sido una suerte de ‘Carrie’ ibérica con poderoso discurso anti-bullying, una película de terror garrulo para disfrutar viendo cortar en lonchas a los acosadores, se queda en una comedia de terror mediocre con mejores ideas e intenciones que resultados.