«Breaking News»: la madurez no existe. Las gemelas Tegan Rain Quin y Sara Keirsten Quin llegan a su 10º álbum sacándose de la manga un hitazo llamado ‘I Can’t Grow Up’. Sara lo ha presentado revelando que el álbum va sobre «cuestionar qué significa crecer y convertirse en adulto, lo cual siempre me ha confundido porque no me siento muy adulta». Matiza en Consequence of Sound: «eso no significa que actúe de manera irresponsable o que no me sienta sabia o experimentada, pero sí muy vulnerable. Siempre he sido realmente sensible. Creo que me he dado cuenta de que ser una adulta significaba dejar atrás estas inseguridades y preocupaciones».
La aceptación de esa idea, que puede ser tan frustrante al escuchar dentro de ti a un eterno adolescente que parece no querer irse -sé de lo que hablo, nací el mismo año que Tegan y Sara- se convierte en euforia absoluta en su nuevo hit. ‘I Can’t Grow Up’ es una divertidísima reclamación de amor, aplicable también a unx mismx, sorteada de efectos vocales y abrasivos teclados, en construcción de una de las producciones más recordables de su carrera.
Lo mejor de este himno es el juego que han dado las virguerías vocales y rítmicas de cara al montaje del videoclip, y si esta pista abre la cara A, también mandan los «Pitufos» en la primera de la cara B. ‘I’m Okay’, entre gritos contra el mansplaining («¡ganaremos! ¡no necesitamos que nos salves!») hace uso de una producción también menos pop-rockera de lo que han acostumbrado, más orientada hacia gente como of Montreal o, mejor, Passion Pit. Detallitos que aparecen en otras canciones como ‘All I Wanted’, la producción flotante de ‘Pretty Shitty Time’ o ‘Sometimes I See Stars’.
Con la asistencia de John Congleton, Tegan and Sara comenzaron a escribir canciones durante la pandemia. Por primera vez han trabajado cada una en las maquetas de la otra, pero sin plantearse específicamente si iban a hacer un álbum al completo, lo cual quizá les ha dado alas para dar con composiciones tan espontáneas como ‘Fucking Up What Matters’ o ‘Yellow’. La primera contiene metáforas sobre cigarros y alcohol deliberadamente «teenagers», sobre todo ahora que se ha estrenado la serie inspirada en su vida, en base al libro autobiográfico de las hermanas; y la segunda es un precioso medio tiempo sobre el dolor arrastrado desde los pasillos del instituto hasta hoy.
Tegan and Sara están también muy acertadas en las baladas, bien gracias a la sofisticación de los arreglos, como se ve en ‘Faded Like a Feeling’, sobre la pérdida de contacto con alguien («espero que no me odies, te di razones para hacerlo») o a la honestidad de unos textos directísimos como siempre. ‘This Ain’t Going Well’ comienza lamentando «ojalá hubiéramos sido una versión mejor de nosotras mismas».
La segunda parte del álbum agradecería algún single o alguna producción más aventurera, pues por ejemplo ‘Under My Control’ parece que va a virar más hacia el country en las estrofas, y no se decide, pero en general el nivel del 10º disco es alto. Que me perdone Marcela Lagarde por enfrentar mujeres a las puertas de 2023, pero saliendo ‘Crybaby’ el mismo día que el último disco de Taylor Swift, es bastante incomprensible por qué una tanto y otras tan poquito.