Cine

«Madonna y Selena Gomez tienen en común ser increíblemente valientes para su tiempo»

‘Madonna: Truth or Dare’ fue en su momento el documental más taquillero de la historia, además de un antes y un después en el tratamiento de las personas LGBT en el mainstream, y por supuesto el modelo a seguir para cualquier director de cine que pretenda hacer un documental sobre una estrella del pop, reconociendo su influencia los responsables de ‘Miss Americana‘, ‘Homecoming‘ o ‘Gaga: Five Foot Two‘, entre otros.

A su director, Alek Keshishian, lo habíamos visto en ficción y algún que otro videoclip, pero no había vuelto a hacer un documental sobre una estrella del pop… hasta ahora. ‘My Mind & Me’ (ya disponible en AppleTV) acompaña a Selena Gomez desde 2016, con momentos importantísimos en su vida para bien y para mal, como su ingreso por un brote psicótico o la publicación de su mayor hit, ‘Lose You to Love Me’. Selena pasea por estos años luchando contra dolores en su cuerpo (consecuencia del lupus que padece) y en su mente, que es su peor enemigo y a la vez intenta ser su amigo. Hemos querido hablar con Alek Keshishian sobre la relación de la fama con la salud mental, de su propia relación personal con Selena o de los paralelismos entre ‘My Mind & Me’ y ‘Truth Or Dare’.

En el documental vemos el impacto que la fama, los medios, la sociedad y, en general, este sistema tienen en la salud mental de alguien que ha sido una popstar prácticamente desde niña. La cosa es, ¿es posible tener algún tipo de estabilidad mental cuando vives en ese contexto?
Creo que la fama es un constructo muy extraño. Llevo orbitando alrededor de ella desde la veintena, y creo que hace falta un grado de auto-conocimiento muy grande para no perderte a ti mismo en el aislamiento de la fama. Tienes que conocerte muchísimo a ti mismo para no perderte en ese vórtice, y es muy, muy complicado conseguirlo. La fama puede ser tremendamente solitaria, aunque a la gente pueda no parecérselo. He hecho viajes con gente muy famosa, y llevan una vida muy contenida, aunque sea paradójico. Es una de las ironías de ser famoso: hay muchas cosas que no puedes hacer sin ser molestado o sin que se rían de ti. Hay un lado bastante más oscuro de lo que la gente espera.

Recuerdo que, cuando he viajado con gente famosa, muchas veces teníamos que escaparnos por pasajes subterráneos, salir por la cocina del restaurante, etc. La fama puede aislarte muchísimo, y eso, como es lógico, no es bueno para tu salud mental. Y me preocupa cuando veo que todo el mundo, especialmente la gente joven, todos quieren ser famosos. Los famosos intentan proyectar una fachada de felicidad, de eficacia, aunque estén pasándolo mal, y lo que ve la gente es esa fachada, así que más gente quiere ser famosa, más gente quiere estar en Instagram presumiendo de su vida perfecta. No te hablo de actores o actrices, sino de jóvenes de todo el mundo; todos quieren jugar con ese constructo que tenemos de la fama… y eso no siempre se traduce en felicidad. Hay un punto muy artificial, estás proyectando una imagen, es muy fácil perderse en eso también. Supongo que se puede tener una buena salud mental en ese contexto, pero cuesta muchísimo. Creo que la fé puede ayudar, y creo que también compartir. A mi parecer, Selena se da cuenta de eso en el documental, de que vuelve a sentirse humana de nuevo cuando es capaz de conectar con otra persona.

Tu equipo y tú habéis seguido a Selena durante los últimos seis años. Imagino que siempre estabas ahí junto al cámara, pero no sé si a veces has sido tú mismo el cámara.
A veces, sí. Tenía mi iPhone y algunos de los momentos más íntimos los filmaba yo, para no tener tanta gente alrededor. Diría que he grabado como el 10% de la película. Otras veces era imposible que yo filmase, porque si había varias cámaras y un setpiece yo tenía que estar con el monitor viendo los ángulos y tal.

Te lo pregunto porque uno de mis momentos preferidos del documental es aquel en el que Selena se encuentra muy mal y el cámara -que suponía que eras tú, pero no estaba seguro- se despega un momento para abrazarla. Imagino que, en seis años con Selena, habrás desarrollado un cariño especial hacia ella.
Ahora mismo es como si fuese mi hermana pequeña y yo su hermano mayor, la verdad. Y casi que durante todo el documental la he visto así: el instinto me llevaba a querer cuidarla o protegerla de alguna manera. En esa escena que dices, ella está con muchos dolores derivados del lupus, y le pregunté si quizás no debería grabarla en esas condiciones, pero me dijo que sí. Ahí me ves que sujeto la cámara mientras la abrazo e intento darle un poco de apoyo, y al final es que es eso, tenía dos roles, no solo era el director o a veces el cámara, sino también esa figura de hermano mayor, muchas veces hablábamos antes de empezar a grabar, sobre todo en momentos difíciles. Incluso en 2016, hay una escena muy emotiva en ese momento, y antes de que esa escena comenzase yo estaba de rodillas con ella, intentando motivarla y que se sintiera mejor, y de nuevo le pregunté “¿te parece bien si grabamos?” y me dijo que sí. He intentado poner siempre mi humanidad primero, para mí como director eso es más importante y mejor que ser súper invasivo. Hay momentos muy duros en el documental, así que intenté ser lo más sensible y respetuoso posible.

Selena es muy abierta en el documental sobre sus emociones, sus dudas, sus crisis, etc, y hay momentos muy duros, como dijiste antes. ¿Consideraste no meter alguna escena en concreto?
Todo lo que está ahí yo sentía que tenía que estar ahí, pero hay mucho material que decidí no meter. No quería hacer algo que se centrase en explotar la salud mental de Selena o que pudiese ser un desencadenante para que ella estuviese peor. Tampoco quería estar todo el rato haciéndole preguntas, quería hacer un documental de tipo cinema verité en el que tú pudieses ver en lugar de que ella te contase, o que otros te contasen. Si te fijas, solo hay algunos momentos en que metemos totales a cámara hablando sobre Selena, de su madre por ejemplo, al principio y poco más, coincidiendo con el período en que yo no estaba grabando, entre 2017-2019. Yo quería que como espectador pudieses experimentar su vida, y que pudieses unir las piezas a medida que avanzaba. Teniendo todo eso en cuenta, tomé muchas decisiones de montaje, porque se podría haber hecho una docuserie de 10 horas pero quería algo más compacto, quería contar la historia de manera eficiente. No podía meterlo todo, ya no solo por los motivos que dices, sino que, por ejemplo tampoco metí su show de cocina. Pero creo que sí metí lo suficiente para que podáis conocer la esencia de Selena Gómez.

«Hace falta un grado de auto-conocimiento muy grande para no perderte a ti mismo en el aislamiento de la fama»

‘Madonna: Truth or Dare’ es EL documental de popstar a tener en cuenta, y desde luego el que tienen en mente directores que han hecho documentales de estrellas del pop.. a la hora de hacer ‘Selena Gomez: My Mind & Me’, ¿has tenido en mente tú tu propio documental?
(sonríe) Pues mira, tengo un par de trucos que usé en ‘Truth Or Dare’ y he usado aquí también, un par de ideas técnicas que me gustan. Pero son personas muy distintas, Madonna y Selena, y proyectos muy distintos: uno era sobre un tour que duraba seis/siete meses, y éste quiere contar una historia de una persona durante años, además de estar ubicados en épocas muy distintas, claro. Pero sí que al principio tenía mucha presión con que pudiesen comparar ‘My Mind & Me’ con ‘Truth Or Dare’. Al final pensé que tenía que olvidarme de eso, que la historia aquí es muy diferente, y con una persona muy, muy diferente.

Mucha gente se indignó con el lado bitchy que mostraba Madonna en algunos momentos de ‘Truth Or Dare’, un lado que las popstars no suelen mostrar si se les está grabando. Pero me pregunto si fue incluso intencional mostrarse así, o mostrarla así… en el sentido de que acabó ayudando a construir el mito un poco, ¿no?
Es que así era Madonna en ese momento (ríe) La película la mostraba tal como era, en todos los sentidos. Era una pionera, estaba intentando desestigmatizar la homosexualidad, era una aliada de la comunidad LGBT, y el documental celebra todo eso, pero sin destacarlo demasiado, más bien normalizándolo. Si te fijas, no metí largas conversaciones sobre lo que significa ser gay, más bien era como: así es como Madonna (y yo) piensa sobre este asunto.

En ‘My Mind & Me’ también hago un poco eso, intento no explicar las cosas, simplemente mostrarlas. Creo que otra cosa que comparten ambos documentales es que van sobre dos mujeres increíblemente valientes para su tiempo, y mujeres que estaban dispuestas a abrir sus vidas y enseñárnoslas. En el caso de Madonna, le encanta abrir su vida, le encanta la cámara, la disfruta mucho… o al menos era el caso entonces. Ahora creo que es bastante más “self-curated”: ella hace las fotos, ella dirige las cosas, etc. Si me preguntases ahora si haría una segunda parte de ‘Truth Or Dare’, te diría que no le veo sentido: está en un punto muy distinto, no creo que ella en sí quisiera hacerlo.

«No le veo sentido a una segunda parte de ‘Truth Or Dare’, Madonna está en un punto muy distinto, no creo que ella quisiera hacerlo»

En cualquier caso, imagino que después de aquello te lloverían las ofertas de otras estrellas para que dirigieses un documental sobre ellas. Pero no lo hiciste… hasta ahora. Sé que dirigiste el videoclip de ‘Hands to Myself’, pero entiendo que tiene que haber algo más, algo que viste en Selena o en su trabajo, y que te hizo aceptar este proyecto.
¿Sabes qué? Que ella quería hacer un documental musical 100%, y a mí esa idea no me interesaba mucho, pero empecé a grabar cosas, y me di cuenta de que no estaba ante un documental musical. Me di cuenta de que ella estaba viviendo un momento muy difícil, y casi que no me sentía bien rodando un documental en esas condiciones, si ella no era consciente de lo que se iba a capturar ahí. Y en 2019, cuando empecé a rodar en Los Ángeles, vi que ahora sí teníamos un documental, y que no era un documental musical, sino un documental sobre un viaje de recuperación y auto-aceptación. Y eso sí me intrigó.

También me atrajo de ella que vi inmediatamente una autenticidad, una vulnerabilidad, una humildad… que he visto en pocas estrellas. No tiene una cara artificial, una máscara que se pone, incluso cuando hablaba conmigo, no trataba de ser guay ni nada… simplemente era una chica amable que tenía delante, diciéndome con ilusión que ‘Truth or Dare’ le parecía arte, y que quería trabajar conmigo. Me ganó así.

«Cuando empecé a grabar con Selena no vi un documental musical, sino un documental sobre un viaje de recuperación y auto-aceptación. Y eso sí me intrigó»

Has dirigido también ficción, ‘Amor y otros desastres’ y ‘With Honors’, además del guión de ‘W.E.’ junto a Madonna. Selena es también actriz, y de hecho le están lloviendo las buenas críticas por ‘Solo asesinatos en el edificio’. ¿La veremos actuando en una película tuya próximamente?
(ríe) No lo descartaría, desde luego. No tengo ni idea de lo que el futuro me aguarda, pero me encanta cómo Selena actúa, me parece muy buena. Y además me gusta mucho trabajar con ella y me encanta como persona, así que no sé si será en eso o en algo distinto, pero es posible, y de hecho hay un par de ideas de las que hemos hablado… pero todo se andará. Desde luego para mí ha sido un honor y un placer trabajar con ella en este proyecto.

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Publicado por
Pablo Tocino