Música

Ellie Goulding / Higher than Heaven

Una cosa rara: el nuevo disco de Ellie Goulding llega al mercado mientras la cantante está en el número 1 de singles en Reino Unido… con otra cosa. Con una canción que no aparece en este álbum. Está claro que el éxito de ‘Miracle’ junto a su colega Calvin Harris, desde ya una de las canciones la temporada primavera-verano, va a eclipsar este ‘Higher than Heaven’, pero no está la cosa como para quejarse de un hit en el mercado.

‘Higher than Heaven’ es, además, un álbum que en cierta medida casa con el carácter hedonista de ‘Miracle’, aunque sea en un estilo diferente. Este quinto trabajo no puede ser más cohesivo, al haber sido desarrollado junto a productores afines como Andrew Wells, Koz o Greg Kurstin partiendo de una idea muy concreta. El concepto de ‘Higher than Heaven’ ha sido huir de la pandemia con un sonido divertido y beats uptempo porque «nadie quería sentarse a agonizar por ninguna relación ni ningún drama» en una situación post-traumática. Mientras todos los artistas tienden a aburrir ofreciendo continuamente «el disco más personal de su carrera», Ellie Goulding nos advierte orgullosa de que este es el «disco menos personal de su carrera». ¡Bien!

El resultado es un buen conjunto de canciones frescas e inmediatas, prácticamente todas en torno a los 3 minutos de duración, y con cierto gusto por los años 80 de Michael Jackson o Prince. ‘Easy Lover‘ recurre a unos sintetizadores similares a los de ‘Thriller’, al igual que otros adelantos del álbum, como ‘Let it Die’. ABBA es una referencia en las flautas de ‘Like a Saviour’.

En el «canción por canción» realizado para Apple Music, Ellie Goulding reconoce «no ser Björk, pero tener buen gusto para la electrónica»; asegura en el NME escuchar a Four Tet y lo cierto es que eso se traduce en unas producciones que resultan bastante apañadas. Para muestra ‘Midnight Dreams’, el electropop elegantote de ‘Just for You’ o la sensibilidad de ‘Higher than Heaven’, que por algo da título a todo esto.

Líricamente, «el disco menos personal de su carrera» no se sumerge tanto en el hedonismo de una pista de baile, como trata de ofrecer resistencia frente a un amor que nos decepcionó (‘Cure for Love’), de dejarlo atrás de una vez (‘Let It Die’) o de celebrar el que encontremos (‘By the End of the Night’). Así, esto no es una suerte de nuevo ‘Future Nostalgia’, sino un disco más oscuro y menos obvio que el de aquella Ellie Goulding que un día perdimos, entre coqueteos con la EDM y colaboraciones random.

El álbum incluye como bonus tracks una serie de grabaciones de encantos más diluidos (‘Temptation’) o singles pasados, como el innecesario sampleo de Depeche Mode en la horterilla ‘All By Myself’. Antes de eso, hay que subrayar que el disco termina oficialmente con ‘How Long’, y que hasta ese momento se ha sumergido en su cometido con tenacidad. Incluso las guitarras indie pop de ‘By the End of the Night’ también nos llevan a los 80 (los de Johnny Marr) y el puntito tropical, casi bossa y R&B de ‘How Long’ se mantiene dentro de los mismos parámetros estéticos.

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Publicado por
Sebas E. Alonso