El otro día, mientras escuchábamos este ‘UK Grim’, mi pareja me hizo notar que Sleaford Mods tenían el llamado efecto AC/DC: la sensación de que el dúo siempre está haciendo el mismo disco y la misma canción… pero que mola igual. Pero no compro la teoría. Sí, de entrada parece que siempre hagan el mismo disco, pero Sleaford Mods cada vez añaden una pequeña variación, alguna evolución en su sonido. Y molar, por supuesto, siguen molando. “Nuestra música ha de seguir siendo buena, cruda y tener algo de sentimiento amateur”, declaró no hace mucho Jason Williamson a NME.
El ya clásico minimalismo de Andrew Fearn se va refinando: con sus pocos elementos, enriquecidos con bajo y guitarra desde el anterior ‘Spare Ribs’, cada vez es más expresivo y más melódico. ‘UK Grim’ es más orgánico, menos seco, menos sintético. Mucho más… pop. “Este álbum fue escrito durante el no-evento que fue el COVID y yo me iba cabreando cada vez más conmigo y con todos los demás. La energía es mucho más agresiva”, explica Williamson en la misma entrevista.
Sorprendente, porque me da una sensación diferente. Jason está más contenido, menos abrasivo. Aunque todo siga mal. ¿La pandemia? Mal. ¿El mundo? Mal. ¿Reino Unido? Aún peor. “No vamos a conseguir ningún tipo de justicia. Las cosas no van a cambiar, el sistema no va a cambiar”, insiste Jason. Sleaford Mods reflejan una vez más la angustia de la vida cotidiana atenazada por la crisis y el miedo. Quizás sea ese sentimiento de fatalidad el que haga que Williamson se muestre más taciturno, aunque diga lo contrario.
¿Y las canciones? Pues otra colección de pepinazos. ‘UK Grim’ es una pieza tan seca como tersa, otra muesca en la carrera de Sleaford Mods que, con un palo y un bajo, te arma todo un fresco sobre la estulticia británica. “Because in England nobody can hear you scream / You’re just fucked, lads” (“Porque en Reino Unido nadie puede escuchar vuestros gritos. Estáis jodidos, tíos”). No en vano, ‘UK Grim’ es un juego de palabras entre “grim” (nefasto) y “grime”, el género.
‘Dlwhy’ es la pieza más minimalista del álbum, sostenida en apenas nada. También es su enésimo ataque a los artistas musicales presuntuosos y vacuos, a toda esa “basura postpunk” que solo grita (¿alguien ha dicho IDLES?): “You do playlists for Fred Perry, you boring cunt”, suelta Williamson. También vuelve a los textos autobiográficos. ‘Force 10 from Navarone’, el segundo single, recuerda mucho a ‘Mork n Mindy’ de ‘Spare Ribs’, pero cambiando a Billy Nomates por Florence Shaw de Dry Cleaning. Otra pieza humeante y efectiva de fiero postpunk, otro relato de la angustia que asalta a Williamson, con Shaw dándole impávida réplica.
El cambio de cuerda musical se hace patente hacia la mitad del disco. Sleaford Mods ahora además son capaces de recordar el fulgor de neón del synthpop de los primeros 80 a lo Soft Cell en ‘On the Ground’. ‘Smash Each Other Up’ y ‘Don’ son lo más próximo a un medio tiempo que han hecho nunca. En ambas, Jason se muestra taciturno rodeado de una atmósfera de electrónica añeja y melancólica. De hecho, en ‘Don’ es increíble lo expresivas y sugestivas que llegan a ser sus apenas cuatro notas de sintetizador y bajo. Y justo cuando piensas que si los Mods se están pasando al lado mohíno, aparece la presencia más loca y refrescante del disco: ¡Perry Farrell (con Dave Navarro a la guitarra)! En ‘So Trendy,’ el tema más delirante, que retrotrae, claro, a la locura psicodélica de Porno for Pyros, pero llevada al terreno de los Mods.
También por eso, hay regresiones a los Sleaford Mods previos más brutotes, como ‘Pit 2 Pit’ o el equilibrio entre ese pasado cafre y este presente más melódico y melancólico que es ‘Apart From You’, con Joy Division asomando la patita. Y cierran con ‘Rythm of Class’, una pieza cuya base recupera el hip hop de De la Soul y su melodía y (escasos) arreglos a New Order. Una pequeña maravilla que emana una extraña tristeza en su estribillo.
Sí, es probable que a oídos legos Sleaford Mods se repitan. Es posible que ‘UK Grim’ esté un peldaño por debajo de ‘Spare Ribs’, aunque solo sea porque aquel salió en el momento adecuado y destilaba mucha más rabia. Pero a día de hoy, mientras todo siga tan mal y ellos tan lúcidos (en texto y música), Sleaford Mods siguen siendo necesarios.