Principal

Ojete Calor reinan en WARM UP con pop petardo y «slapstick»

Este viernes inauguró una nueva edición del festival murciano WARM UP Estrella de Levante, y lo hizo celebrando que es su quinto aniversario, y que las cifras de ventas no pueden ser mejores: solo anoche se contabilizaron 16.000 personas en el recinto de La FICA, y eso que el primero era el día “pequeño”, pues se espera mucha más asistencia el sábado y el domingo. Este fin de semana actúan Moderat, The Kooks, Amaia, Franz Ferdinand, Guitarricadelafuente, Viva Suecia, Natalia Lacunza y Temples, entre muchos otros.

Hay quienes se decepcionaron con Miss Caffeina o empezaron a mirarles de otra manera -para mal- cuando “se pasaron al pop” (yo diría “se fueron entregando más y más al pop”, porque pop siempre hubo). Podría entenderlo más si hubiese sido por oportunismo, pero en cada concierto de la banda al que asistes ves lo orgánico del asunto, porque se nota que a su líder, Alberto Jiménez, le encanta el pop, y le encanta ser diva pop. La mezcla de diva pop con ser frontman de una banda es un buen combo, y anoche volvimos a comprobarlo.

El carisma de Alberto se une por supuesto al buen hacer de sus compañeros, y da como resultado un concierto muy divertido donde, aunque el formato festivalero perjudique el espectáculo pop que podría ser, hay lugar para momentazos. Uno de ellos fue, desde luego, la coda de ‘Cola de pez’: si en el WARM UP de 2018 vimos a Alberto arrancarse por ‘Freed from Desire’ (anoche propiedad de Ojete Calor), ahora es el turno de ‘Break My Soul’ de Beyoncé e incluso de un “It’s Britney, bitch” metido justo cuando rompe.

Otro momentazo lo vivimos en el mash-up de la ahora más reggaetonera ‘El rescate’ con, atención, ‘Candy’ de Rosalía. Otro, en los coreadísimos estribillos de ‘Oh Long Johnson’, ‘Venimos’, ‘Dancetería’ (para cerrar), ‘Oh! Sana’, ‘Merlí’, ‘Prende’, ‘Bitácora’ o ‘Mira como vuelo’, donde se notaba la diferencia de entusiasmo fan respecto a sus últimos temas. Al contrario que mi compañero Sebas, yo sí encuentro ‘El año del tigre‘ un disco flojo, entiendo que también perjudicado por ir detrás de su mejor disco, un ‘Oh Long Johnson‘ de cuyo potencial ellos mismos parecen ser conscientes, puesto que tocaron, no ya la misma, sino más cantidad de canciones que del último. Incluso ‘Para toda la vida’ y ‘Shangai Baby‘, del reciente EP homónimo, parecieron funcionar mejor que las tigresas.

Diego Jurado

Pero, si hablamos de momentazos, el mayor fue con ‘Reina‘, confirmada ya como la mejor balada de Miss Caffeina (lo siento por la también fantástica ‘Eres agua’), probablemente su mejor canción en general, y quizás una de las mejores canciones que el pop español ha dado en los últimos tiempos. Lejos de desentonar entre el hedonismo y brilli-brilli del show, el contraste favorece aún más a la letra a corazón abierto de Alberto, y era bastante emotivo ver cómo había quien coreaba, sí, pero también había quien miraba con semblante serio el escenario, intentando aguantar las lágrimas… y acababa sonriendo mientras se le escapaba alguna. La música y, sobre todo, la experiencia colectiva de la música en directo, tiene esta magia.

Y de esa magia no hubo mucho en el que a priori era el plato fuerte de la noche, los cabezas de cartel Kasabian. El público no parecía especialmente entregado salvo cuando Sergio Pizzorno intentaba interactuar con él, a veces chapurreando español (el momento en que alguien pareció aclararle desde atrás que “thank you” era “gracias” después de que dijese “arigato” no tuvo precio), a veces tirando de algún clásico para estas cosas como el “are you with me?!”. Es cierto que hay una leve mejora respecto a su tediosa vez anterior en el WARM UP (no sabemos si influirán los cambios en la formación), pero aún hay margen para estar a la altura de los directos de otras bandas similares.

Diego Jurado

Las pantallas parecían reflejar símbolos de la alquimia, en sintonía con el nuevo disco de los británicos, ‘The Alchemist’s Euphoria’, el primero tras la marcha de Tom Meighan. Estas animaciones y el maravillosamente hortera vestuario de Pizzorno animaron las interpretaciones de un repertorio en el que hubo sitio para las nuevas como ‘CHEMICALS’ o ‘SCRIPTVRE’, pero, sobre todo, para lo que ya se sabía que funcionaba: no faltaron ‘Club Foot’, ‘You’re in Love with a Psycho’ o ‘L.S.F.’. Hubo espacio también para una celebrada versión de ‘One More Time’ de Daft Punk (que, como contaremos ahora, era la segunda vez en la noche que sonaba en la FICA), en la que Pizzorno aprovechó para acercarse al público.

Como decimos, ‘One More Time’ sonó anoche dos veces (no pun intended), y en ambas hay truco: una fue esta cover de Kasabian, y otra fue un mashup con… Iván Ferreiro. Miriam Boluda, más conocida como Innmir, fue la encargada de amenizar con su set las esperas entre conciertos del Escenario Estrella Levante, y desde el Escenario Polo Club hacía mezclas loquísimas como la que acabamos de mencionar, donde conseguía que ‘Años 80’ y ‘One More Time’ casasen bien. No fue el único WTF de una selección en la que también unió con maestría ‘Funkytown’ con ‘Bizcochito’ o ‘Gimme! Gimme! Gimme!’ con ‘Perra’. Nos sonaba por los remixes de ‘La ruta del amor’ o ‘El fin del mundo’ junto a ELYELLA, pero también ha ido sacando temas propios, el último junto a valverdina, ‘quien me quiere (no me quiere contigo)’. Habrá que estar atentos.

Para los más fiesteros aguardaban luego también los propios ELYELLA, que cerraron a lo grande la primera jornada entre sus remixes y los temas propios sacados junto a Ginebras, La La Love You o Viva Suecia. Pero el Oro de la noche no fue para Innmir ni ELYELLA, ni para las estrellas internacionales Kasabian, ni para la colección de temazos de Miss Caffeina… sino para Ojete Calor.

“Cuando nos dijeron de venir al SOS (!) nos pusimos súper contentos, porque pensábamos que se celebraba en Cartagena… luego vino el bajón al ver que era en Murcia. No estamos a favor de la independencia de Cataluña, pero sí de la vuestra, tenéis hasta lengua propia, ¿no? Porque eso que habláis, castellano no es”. Soltar esto -sobre todo peligroso lo de Cartagena- y aún así tener al público en el bolsillo no está al alcance de muchos, o quizás precisamente ése es uno de los motivos: a veces es complicado saber qué es performance o qué no (la silla de ruedas por un esguince del pobre Areces no lo era, como él mismo aclaró), y te da exactamente igual, porque para Ojete Calor todo es absurdo y todo es maravilloso. Qué bien tan mal.

Filtros hay pocos en un bolo donde lo mismo sueltan que “el novio de Rosalía está lleno de tatuajes, parece un delincuente… ¿y habéis intentado pronunciar su nombre sin decir “rabo”?”, que Areces se refiere a sí mismo como “minusválido”, que sueltan al público que “por lo que habéis pagado no nos pidáis más tiempo: por este caché, Miley Cyrus viene, se tira un pedo y se va”, que cantan en la descacharrante ‘Extremismo mal‘ que “ni nazis ni judios”. Lo que sí hay es un continuo desfile de carcajadas, ninguna por parte del dúo, mil por parte del público, tanto de sus fans como de quienes no les conocían o solo conocían ‘Mocatriz’ y ‘Agapimú’ (que por supuesto no faltaron, la segunda con dedicatoria a “nuestra diosa Ana Belén”).

A hits como ‘0.60’, ‘Corre Sarah Connor’ o ‘Qué bien tan mal’ se les sumaba una interpolación de Chimo Bayo, la más nueva ‘Morreo’, un popurrí imposible de “canciones bajonas” (‘Cocoguagua’, ‘Sin miedo a nada’, ‘Cadillac Solitario’, ‘No nos moverán’, ‘A tu lado’, ‘Como un vagabundo’… y ‘Bomba’ de King Africa), o un ‘Sinceridad no pedida’ en acústico, con problemas de afinación al principio: “¿quién ha afinado esta guitarra? ¿Kasabian?”, preguntaron en la que no fue la única mención a los británicos.

“Kasabian nos han visto en los camerinos y nos han mirado raro… qué sabrán ellas, si son un puñao de indies”, comentaron luego, aclarando que “nosotras es que somos mainstream” con ironía. Pero, como en muchos momentos de Ojete Calor, no sabes hasta qué punto es ironía cuando miras y te das cuenta de que la gente está saltando más con ellos que con Kasabian. La mezcla de humor incómodo, slapstick y pop petardo de Carlos Areces y Aníbal Gómez demostró ser capaz de convertirse en la protagonista de la jornada de inauguración de un festival.

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Pablo Tocino