El nuevo videoclip de Janelle Monáe chorrea tanta lujuria como un squirt con la vejiga llena. A medio camino entre la celebración de la dendrofilia, el “bailesito” sensual y Jesús Gil en un jacuzzi, ‘Lipstick Lover’ narra un sueño húmedo -la atracción de la cantante por una princesa azul que la despierta besándola como en un cuento de hadas- enmarcado en un fiestorro piscinero con espíritu de bacanal romana, spring break lésbico y almendrado Magnum.
El vídeo, lanzado como adelanto del álbum ‘The Age Of Pleasure’, admite una doble lectura: los juegos sexuales del clip como preliminares para la “orgía” musical que se prepara en el nuevo disco de la Monáe, como calentamiento previo para alcanzar el éxtasis cuando lo escuchemos. Hay para todos los gustos: desde el más básico perreo culón al más sofisticado retifismo (lamer zapatos), de miss camiseta mojada a fumarse un puro libidinosamente a lo Sara Montiel
.Todo este catálogo lúbrico y simbología sicalíptica está ilustrada por una estética que remite al cine erótico de los 60 y 70, a las nudie cuties o los loops más o menos porno que se exhibían en los locales neoyorquinos de la calle 42. Peliculitas normalmente rodadas en 8mm o Super-8 cuyo formato se imita en el vídeo con ánimo lúdico, evocador y, claro está, provocador.